Cruce de acusaciones entre el gobernador y el vice por espionaje político en Chubut
RAWSON.- ¿Quién espía a los políticos de Chubut? El interrogante quedó instalado tras acusaciones cruzadas y una denuncia del propio vicegobernador, Ricardo Sastre, sobre supuesto espionaje y una advertencia acerca de una posible causa "plantada" por drogas para provocarle un perjuicio político.
Sastre mantiene desde el comienzo del mandato una tensa relación con el gobernador, Mariano Arcioni, y llevó el caso a la Justicia, en medio de un enrarecido clima político, aunque terminó abriendo otro ventilador.
Uno de los policías que aportó información a Sastre sobre el supuesto espionaje ilegal está involucrado en el hecho, pero contra el propio Arcioni, según confirmó el procurador general de la provincia, Jorge Miquelarena.
El jefe de los fiscales aseguró que se trata de un comisario de Chubut que se desempeñaba en el equipo interdisciplinario del Ministerio Público. Fue apartado de su cargo cuando se advirtió que era el principal sospechoso de espiar las entradas y salidas del país del mandatario provincial.
Sastre mantiene desde el comienzo del mandato una tensa relación con el gobernador, Mariano Arcioni, y llevó el caso a la Justicia
Según declaró Sastre a la Justicia, efectivos de la policía de Chubut lo alertaron acerca de una supuesta investigación ilegal en su contra. El fiscal de Puerto Madryn, Daniel Báez, confirmó que abrió una investigación por presuntas "amenazas" al vicegobernador, quien presentó una denuncia por mensajes que recibió de dos policías.
En declaraciones a la radio LU20 Radio Chubut, Báez dijo que hace diez días Sastre se manifestó preocupado porque le enviaban mensajes de texto diciéndole que tuviera cuidado porque le estarían intentando armar una causa. "Le dicen que tuviera cuidado, porque había un grupo de personas de la fuerza policial que estarían tratando de armar algo, le nombran a sus hijos. Le dicen que tome recaudos, pero no le dicen por qué", explicó el fiscal.
Baez aseguró que el vicegobernador "aporta los elementos necesarios, mensajes de WhatsApp y capturas de pantalla donde le pasan datos e información, pero no da muchos nombres". Aseguró que el caso es "débil" y que "la verdad es que es todo bastante confuso".
Las acusaciones tienen como telón de fondo un complicado escenario político en Chubut. A la continuidad del pago escalonado a empleados estatales se suma la protesta de los gremios estatales que, mientras mantienen en paro sectores como los de la Justicia y la salud, amenazan ahora con no empezar las clases. En medio de las negociaciones, el Gobierno provincial ya anunció el pago para saldar las deudas de las cláusulas gatillo que quedaron impagas durante 2019 para los docentes y analiza implementar un bono para los empleados de ATE.
Durante el verano y a raíz de las diferencias políticas entre Arcioni y Sastre, sobrevoló la posibilidad de una ruptura en el propio bloque oficialista de la Legislatura. Sin embargo, reuniones políticas lograron desactivar esta posibilidad, al menos para el inicio del período ordinario de sesiones, previsto para el 1 de marzo.
Según declaró Sastre a la Justicia, efectivos de la policía de Chubut lo alertaron acerca de una supuesta investigación ilegal en su contra
Los rumores sobre el supuesto espionaje al vicegobernador volvieron a poner en escena las diferencias y desconfianzas mutuas. "De ninguna manera el jefe de la policía ni nadie de la plana mayor hemos admitido que hay algún espionaje, ni seguimiento de ningún político de la provincia de Chubut. Si hay un seguimiento lo vamos a hacer dentro de un legajo fiscal", dijo el ministro de Seguridad de Chubut, Federico Massoni.
Fue Miquelarena quien, en medio de la polémica, sumó otro ingrediente: sostuvo que uno de los informantes de Sastre es el mismo que es investigado por un hecho contra Arcioni.
Sastre sostuvo que "debe haber una mirada interna y dar un claro mensaje de cuál es el trabajo que realiza la Policía. Si investigan a un gobernador y al vicegobernador, ¿en manos de quién estamos". Sobre su denuncia, dijo que "hice lo que hubiera hecho cualquier padre. Si un efectivo de la fuerza brinda información sobre algo que se estaría tramando alrededor de mi círculo familiar, y a los pocos días se suma una nueva fuente aseverando lo mismo, y días después aparece un auto sin patente en la puerta de mi casa, cuando ingresaba con mi hijo menor, y se da a la fuga cuando intento fotografiarlo, no me queda otra que ir a la justicia".
Según recordó Miquelarena, el origen de la investigación por un supuesto espionaje al propio Arcioni se remonta a octubre del año pasado, cuando el juez Rodolfo Canicoba Corral recibió informes de la Dirección Nacional de Migraciones que indicaban que las entradas y salidas del país de, al menos, cinco gobernadores -uno de ellos Arcioni-, dos diputados y un senador eran vigiladas.
Miquelarena remitió la información vinculada con el presunto espionaje a Canicoba Corral. "Esto es por un pedido del juez, que me envió un oficio, lo que ameritó el inicio de un sumario administrativo dentro del Ministerio Público Fiscal", señaló el funcionario judicial. Así, se comenzó una investigación interna y se detectó que la computadora que había sido utilizada para requerir la información correspondía a la casa donde este policía -ahora protagonista de los datos entregados a Sastre- se alojaba en Esquel.
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