Acuerdo con el FMI: se agudizan las diferencias en Juntos por el Cambio por la dura posición del macrismo
El sector duro de Pro milita el rechazo al acuerdo, pero esta posición no es compartida por la UCR y la Coalición Cívica; coinciden en que darán quorum al debate
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Tras la retirada de los legisladores de Pro del recinto durante la Asamblea Legislativa, indignados por las críticas del presidente Alberto Fernández a la gestión de su antecesor Mauricio Macri, sus socios de Juntos por el Cambio insistieron que no obstruirán el debate del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero advirtieron que recién resolverán su voto cuando el Gobierno devele la letra fina del proyecto y el oficialismo anticipe su posición al respecto.
Esta es la única coincidencia que, hoy por hoy, mantiene hilvanados a los socios que integran Juntos por el Cambio. Sin embargo, a la hora de anticipar su voto, los distintos bloques expresan posturas distintas. Mientras el sector duro de Pro milita el rechazo, los legisladores de la UCR, la Coalición Cívica, Evolución Radical y Encuentro Federal se inclinan por la abstención y el voto positivo.
“Nosotros creemos que caer en el default sería una locura, implicaría el abismo. Nosotros tenemos un sentido de responsabilidad, pero reclamamos que también la tenga el oficialismo. Ellos deberían ponerle el cuerpo al debate; no lo hacen y encima se escudan en la actitud cómoda de la oposición que le anticipó que facilitará el debate”, enfatizó Mario Negri, jefe del bloque radical.
Si bien la principal fuerza opositora no modificó los lineamientos generales de la postura que ya anticipó sobre el acuerdo con el Fondo, sí endureció su tono en las últimas horas. En efecto, tras el discurso presidencial sus principales dirigentes hicieron saber que no acompañarán graciosamente la iniciativa sin conocer la letra fina del entendimiento y que no anticiparán su postura en el recinto sin antes saber cómo actuará la coalición oficialista, hoy aquejada por profundas divisiones internas por la reticencia del kirchnerismo a aprobar el acuerdo.
“El faltazo de Máximo Kirchner y del ministro (Eduardo) De Pedro en la Asamblea Legislativa expusieron la fractura que existe en el oficialismo. Hay una bicefalía muy fuerte en el Frente de Todos; si el kirchnerismo, con el Senado a la cabeza, reclama tener la letra chica del acuerdo antes de tomar una posición, con más razón nosotros pedimos lo mismo”, enfatiza Negri.
Así, los dirigentes de Juntos por el Cambio retrocedieron a su criterio inicial de enero pasado y ahora no garantizan un aporte masivo de votos positivos a la hora de pronunciarse sobre el acuerdo en el recinto. Este nuevo matiz obedece al endurecimiento de la posición de Pro, cuyos principales dirigentes se reunieron anteayer, tras el discurso de Fernández. Allí coincidieron que el acuerdo negociado por el Gobierno con el FMI “es malo” y constituye “una bomba de tiempo” que le explotará a la próxima administración. Los legisladores duros de Pro insisten con el rechazo, mientras otros se inclinan por la abstención. La UCR y la Coalición Cívica, en tanto, son más propensos al voto positivo y la abstención.
“El discurso del presidente fue malo y tuvo un tono agresivo con la oposición absolutamente innecesario. Pero cuando insistió en la necesidad de investigar el origen de la deuda contraída por Macri no hizo otra cosa que repetir lo que había enfatizado el año pasado. Yo no me sentí ofendido por eso”, señaló un legislador de la Coalición Cívica.
Así las cosas, todo indica que Juntos por el Cambio votará dividido el acuerdo con el FMI: algunos votarán a favor, otros en contra y habrá una mayoría que se abstendrá.
Resistencia en el Senado
Con el camino de la abstención masiva cerrado en el Senado –en la Cámara alta, a diferencia de Diputados, las abstenciones cuentan como ausencias y, por lo tanto, podría afectar el quórum a la hora de votar–, en el interbloque de Juntos por el Cambio insisten en que no avalarán el acuerdo a libro cerrado, más allá de reconocer la gravedad económica y social que implicaría la caída en default del país.
Así, la principal bancada de oposición mantiene su unidad discursiva: no fijarán una posición hasta que el Gobierno presente el texto definitivo al Congreso.
“Estamos de acuerdo en que hay que evitar el default, pero no podemos opinar sobre algo que hoy es una hoja en blanco”, repite Humberto Schiavoni, jefe del bloque de senadores de Pro.
Más aún, en Juntos por el Cambio insisten en que el Gobierno revele cuál será su hoja de ruta en materia económica una vez cerrado el acuerdo. “Tenemos una responsabilidad primaria y es que la Argentina no caiga en default porque el costo es enorme”, dijo el radical Martín Lousteau (Evolución Radical). “Pero tenemos otra responsabilidad, que es cómo encaminar la economía argentina”, agregó.
En ese sentido, Lousteau advierte que Fernández “no tiene el acuerdo de los propios” sobre lo que viene negociando con el FMI, sino que, además, el kirchnerismo “maneja el 70% del presupuesto nacional, la ANSES, el PAMI y Aerolíneas”. En otras palabras, las principales palancas de la economía nacional las tiene el sector que conduce la vicepresidenta Cristina Kirchner. “El Gobierno sale a buscar a la oposición y encima la agrede”, se quejó Lousteau.
La retirada macrista del recinto no tendría correlato en la decisión que adoptará el interbloque a la hora de votar. La pelea entre “halcones” y “palomas” anticipa que se saldará con una suerte de libertad de acción que se traducirá en el voto a favor de algunos y el rechazo y las abstenciones del resto.
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