Absuelto, el sindicalista Caballo Suárez busca volver a tomar el control del SOMU
Reclamó por telegrama su reincorporación después de haber sido expulsado; fue el jefe del gremio durante 24 años y ahora pretende volver
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Dos días después de haber sido absuelto en el juicio en el que se lo acusaba por ser jefe de una asociación ilícita y fraude al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), al que tuvo en un puño desde 1992 hasta 2016, el sindicalista Omar “Caballo” Suárez reclamó a la actual conducción su reafiliación y en su entorno aseguran que está dispuesto a volver al poder.
En el telegrama enviado al SOMU, que está hoy en manos de Raúl Durdos, Suárez considera que fue expulsado “ilegítimamente” y pide la reincorporación como afiliado en las proximas 72 horas. Después de haber estado recluido en Monte Caseros, una ciudad correntina con pasos fronterizos a Brasil y Uruguay, Suárez está de regreso en Buenos Aires y uno de sus objetivos es reunir a su tropa marinera para competir en las próximas elecciones del sindicato, previstas para 2025. Para entonces, el Caballo tendrá 75 años.
El SOMU es un gremio estratégico por su injerencia en los barcos de carga que surcan la Hidrovía Paraguay-Paraná, la “ruta del agua” que concentra el 80% de las exportaciones del país. Reúne al personal a bordo de las embarcaciones y cuenta con entre 18 y 12 mil afiliados, que perciben salarios desde 120.000 a 450.000 pesos. Llegó a tener paritarias en dólares para un sector, el que se dedica a la pesca de langostinos. En sus tiempos de bonanza, a la Obra Social del Personal Marítimo (OSPM) la llamaban “la OSDE 310 de los marineros”, por el alcance de sus prestaciones y servicios. Está hace algunos años en crisis, con deudas y 50 juicios en curso a pesar de haber estado intervenida política y judicialmente entre el 24 de febrero de 2016 y el 25 de abril de 2019. Suárez apuesta a la crisis de la obra social como bandera de su campaña para intentar el regreso.
El SOMU y su obra social fueron intervenidos durante la gestión de Mauricio Macri bajo el argumento de avanzar contra las “mafias sindicales”. Se ajustó a la perfección una denuncia del empresario Miguel Doñate en contra de Suárez por bloquear puertos, extorsión y encabezar una presunta asociación ilícita que lavaba dinero a partir de los negocios vinculados al gremio. Esa denuncia fue la que llegó a juicio y por la que Suárez y otros 24 dirigentes fueron absueltos. El fallo fue dictado por los jueces Néstor Costabel, Daniel Horacio Obligado y Gabriela López Iñiguez del Tribunal Oral Federal N° 4, que otorgaron el beneficio de la duda para absolver por el fraude, porque a pesar de que encontraron infinidad de irregularidades administrativas, no hubo un perjuicio real.
Durdos no respondió a la consulta de LA NACION sobre el pedido de reafiliación de Suárez. Durdos es un aliado de los Moyano, con quienes el Caballo tomó distancia durante sus años en prisión. Incluso, llegó a acusar sin pruebas que Hugo Moyano fue uno de los que orquestó su caída.
Ex aliado de Moyno y el “favorito” de Cristina
Ex aliado de Moyano en la CGT, Suárez fue el líder del SOMU desde 1992 hasta su caída en prisión, en septiembre de 2016. Antes del avance de la causa judicial, expresó su deseo de ir por un sexto período al frente del gremio “porque el papa Francisco quiere que siga cuatro años más”. La comunicación la hizo frente a la cúpula del SOMU al regresar de Roma, donde compartió tertulias con Guillermo Moreno, Eduardo Valdés, flamante embajador ante la Santa Sede, y Diego Maradona.
En 2016, cuando intentó extender su reinado, la interna gremial derivó en un escándalo con ribetes policiales. Jorge Vargas, un dirigente marítimo con aires de liderazgo, se plantó frente a Suárez cuando comunicó su decisión. El debate terminó de la peor manera, con Vargas en el hospital, herido en las costillas por un puntazo con un estilete. Unas semanas más tarde, Vargas y otros siete opositores que se le habían rebelado a Suárez fueron expulsados del gremio a través de un congreso de delegados. Todos ellos también fueron hoy absueltos de los negociados vinculados al SOMU.
Suárez irrumpió en el SOMU en 1989, cuando, con una patota que se decía partidaria del ex jefe carapintada Aldo Rico, tomaron por asalto la sede sindical, según Página 12. Tres anos después, Caballo llegó a la cima al reemplazar al por entonces secretario general, Juan Arce, de quien era chofer y guardaespaldas.
Siempre fue camaleónico a la hora de los respaldos políticos. A pesar de su admiración por Rico, al poco tiempo se convirtió en un menemista más. Luego se acercó a Eduardo Duhalde hasta que en 2003, y hasta la actualidad, se convirtió en un kirchnerista convencido. Tanto es así, que Cristina Kirchner lo calificó en 2012, durante su gira por Angola, como uno de sus sindicalistas “favoritos”.
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