Aborto: los tiempos que marque Cristina Kirchner pueden destruir la frágil mayoría que el proyecto tiene en el Senado
El anuncio de que la Cámara de Diputados podría estar aprobando en apenas dos semanas la legalización del aborto pone a Cristina Kirchner en la encrucijada de tener que acelerar una serie de decisiones que podrían ser determinantes para la suerte de la iniciativa enviada al Congreso por el Gobierno de Alberto Fernández.
La primera, y tal vez la más importante, ya que podría definir la suerte del proyecto, es la fecha en la que la iniciativa llegará al recinto de la Cámara alta. Una posibilidad es que sea al filo del fin del año, el 30 de diciembre.
Pero también tendrá que decidir otras cuestiones que, aunque menores, podrían tener incidencia en el destino del debate, como las comisiones a las que será girada la iniciativa y cuál de ellas será cabecera de la discusión.
Si, como prometen en la Cámara baja, la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) resulta aprobada el 10 de diciembre, al Senado le quedarán dos semanas y media para sancionarla antes de fin de año, como pretende el Poder Ejecutivo.
Sin embargo, el calendario que le quedaría disponible a la vicepresidenta es muy apretado si se toma en cuenta que en esas semanas están los días no laborables por las fiestas de fin de año. Entre ellas la Navidad, celebración esta última muy cara a los cristianos, que en su mayoría rechazan de manera muy fuerte el aborto. Para la Iglesia Católica y el papa Francisco sería una provocación la sanción del aborto en la proximidad de esa festividad, le dijo un senador "celeste" a LA NACION.
Por otro lado, postergar el debate para el año próximo podría significar un costo político importante para Cristina Kirchner, que debería dar explicaciones a sus votantes y al colectivo de organizaciones y militantes que vienen bregando por la legalización del aborto de las causas de una eventual demora.
La postergación, además, podría impactar en la suerte del proyecto de manera definitiva. A esta altura del año, como no había ocurrido durante el debate de 2018, la legalización del aborto es mayoría en el Senado.
Si bien los números oficiales aún no lo registran, LA NACION está en condiciones de afirmar que el apoyo al proyecto cuenta con 36 votos mientras que el rechazo suma 35, restando un solo legislador por definir su postura. Esa mayoría es un poco más holgada, ya que uno de los senadores "celestes" es el tucumano José Alperovich, en uso de licencia hasta fin de año por las acusaciones de violación que pesan en su contra.
En este escenario, cualquier postergación, sobre todo cuando el año próximo será electoral, podría diluir la ligera ventaja que hoy tiene el proyecto del Poder Ejecutivo en una cámara históricamente conservadora.
Comisiones
Otro tema al que deberá atender Cristina Kirchner es la selección de las comisiones que tratarán el tema y cuál de ellas conducirá el debate. Cuantas menos sean, más corto será el tiempo de debate y más fácil alcanzar el dictamen para llevar el proyecto al recinto.
El antecedente de 2018 muestra a Gabriela Michetti girando el proyecto a cuatro comisiones. Presionada por el entonces jefe de la bancada peronista y uno de los baluartes a favor del aborto en el Senado en ese momento, Miguel Ángel Pichetto, la vicepresidenta de Mauricio Macri accedió a que el proyecto sea debatido por las comisiones de Salud, de Justicia y Asuntos Penales y de Asuntos Constitucionales, quitando de la discusión a la de Presupuesto y Hacienda.
La condición de cabecera recayó hace dos años en la de Salud, presidida por el "celeste" Mario Fiad (UCR-Jujuy). Si se tiene en cuenta que el jujeño sigue al frente de la comisión, parece difícil que Cristina Kirchner repita el mismo giro de 2018.
En este escenario, entran a sonar los nombres de acólitos de la vicepresidenta que apoyan la legalización del aborto y que podrían conducir el debate. En esa lista se anotan María de los Angeles Sacnun (Santa Fe), que preside Asuntos Constitucionales; y Oscar Parrilli (Neuquén), a cargo de Justicia y Asuntos Penales.
Tampoco se descarta que Cristina Kirchner abra el juego a la comisión de Legislación General, caso en el cual intervendría la militante de La Cámpora Ana Almirón (Corrientes). Sin embargo, esto implicaría sumar una comisión más al debate.
Cualquiera sea el diseño, en todas las comisiones mencionadas el apoyo al aborto tiene asegurada la mayoría para emitir dictamen, por lo que ese tema no sería un obstáculo, como sí lo fue en 2018.
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