Aborto: la Iglesia relativiza la votación en Diputados y anima a dar pelea en el Senado
Lejos de mostrar resignación, la Iglesia quiere seguir dando pelea para frenar la legalización del aborto en el Senado. Los obispos estiman que la votación en la Cámara de Diputadosrefleja la existencia de "una sociedad dividida" y evaluarán el martes próximo, en una reunión de la comisión permanente del Episcopado, el impacto de esta grieta transversal que no responde a los alineamientos políticos clásicos.
Para el presidente de la Pastoral de la Salud, Alberto Bochatey, el resultado de la votación en la Cámara baja fue más ajustado de lo que se preveía. "Con 129 votos salía y tuvieron 131. Esto confirma lo frágil, lo débil de esta mayoría y lo dividido que está el pueblo argentino en este tema", dijo el obispo auxiliar dela Plata. Quizás para relativizar la ventaja del sector "verde", deslizó que "la presión en la Cámara de Diputados fue tan fuerte que se pensaba que la diferencia iba a ser mayor".
Unos veinte obispos participarán el martes de la reunión de la comisión permanente del Episcopado, que encabezará su presidente, el obispo Oscar Ojea. Es probable que allí surja un nuevo pronunciamiento de la Iglesia, además de una convocatoria a jornadas de oración por la vida, como se hizo en estos días. Se esperan, también, coincidencias con otras comunidades religiosas, como la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera).
Habitualmente, en las semanas previas a la Navidad la conducción de la Iglesia realiza un encuentro protocolar con el presidente de la Nación. Esta vez, la fecha tan cara a los sentimientos cristianos se celebrará en medio de la expectativa por la suerte que correrá en el Senado el proyecto que impulsa Alberto Fernández. En este escenario atípico, en el Gobierno reservan todavía un lugar en la agenda para ese potencial saludo navideño, revelaron fuentes oficiales a LA NACION. "La Iglesia tenía claro lo que iba a pasar en Diputados. El diálogo es frecuente y muy constante", estimaron cerca del secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
Más allá de los argumentos de la Iglesia frente al aborto, a la Casa Rosada le preocupa principalmente el tono de un eventual pronunciamiento y lo que diga sobre el contexto, desde los efectos de la pandenia hasta el crecimiento de la pobreza y el conflicto con la Justicia.
Usados y molestos
Un obispo que tiene diálogo frecuente con el papa Francisco planteó el tema en términos muy severos.
"Muchos nos hemos sentido usados por el gobierno, que ha usado al Papa y a la Iglesia. Esta desesperación por sacar una ley de aborto aceleradamente no habla de la seriedad con la que deben tratarse las cuestiones más delicadas. Por eso se espera una relación de respeto y distanciamiento, que es precisamente lo que esperan los grupos extremos", dijo la fuente eclesiástica a LA NACION, en referencia a las posiciones más duras del macrismo y del Gobierno.
Respecto del proyecto que votará el Senado, las miradas apuntan al entorno del Presidente y su compromiso con los sectores del Frente de Todos que simpatizan con la izquierda, principalmente la secretaria de Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra.
"Preocupa que se imponga a toda la sociedad una agenda de minorías. La urgencia por una ley de aborto no es un reclamo de la sociedad sino de algunos sectores, que ya hablan de imponer a la agenda nacional otras temáticas que son de sectores que en las elecciones no sacan más de un 4% de los votos", explicó una fuente episcopal.
En ese sentido, en la propia Iglesia estiman que la mitad de la población aprueba el aborto en caso de riesgo de vida para la madre o de violación. "Pero no un vale todo como la ley que se ha votado. Se impone la agenda de Vilma Ibarra", dijo un obispo que participará de la reunión del martes.
"Esto se vuelve mucho más irritante porque se hace en un contexto de grave crisis nacional como consecuencia del manejo de la pandemia, con serios riegos para la mitad de la población más empobrecida. No se advierte un proyecto claro para resolver todo lo que se nos puede venir encima. Por eso irrita más todavía esta irrefrenable urgencia por el aborto", agregó.
Varios obispos confían en que es posible que la votación se revierta en el Senado. Pero no descartan que se intenten forzar operativos que terminen condicionando a algunos legisladores.
Por fuera de la jerarquía episcopal, en algunos ámbitos católicos comienzan a pensar en qué medida están hoy arraigadas en la sociedad las convicciones sustentadas en el pensamiento de la Iglesia, dado que muchos jóvenes surgidos de familias y colegios católicos se sumaron a la corriente verde, a favor de la interrupción legal del embarazo. Lo plantea en los propios movimientos celestes como un debate pendiente en el seno de la Iglesia, posterior a lo que resulte en la crucial votación de la Cámara alta.
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