Beatriz Sarlo señaló a la esposa de Áxel Kicillof por la oferta que recibió para vacunarse sin esperar su turno
La escritora le dijo a la jueza María Eugenia Capuchetti, que investiga la vacunación VIP, que Soledad Quereilhac le hizo el ofrecimiento, a través de un editor, para inocularse como parte de una campaña de difusión
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Beatriz Sarlo declaró hoy como testigo en la causa que investiga el posible desvío de vacunas contra el coronavirus y señaló a la esposa del gobernador Áxel Kicillof, Soledad Quereilhac: dijo que ella fue quien le ofreció, a través de un editor, recibir la vacuna antes de que le llegara su turno.
No dijo ante la Justicia que el ofrecimiento fue “bajo la mesa”, como sí había dicho en los medios, antes de ser citada a prestar declaración testimonial, e incluso, después de que escalara el tema, hizo una suerte de autocrítica en una entrevista a radio Con Vos.
“No acepté vacunarme porque tengo ética. A la jueza le voy a dar la información”, dijo Sarlo al ingresar a los tribunales de Comodoro Py. En su declaración judicial, Sarlo relató que fue Quereilhac, que es doctora en letras y fue alumna suya, quien le ofreció la Sputnik V.
Según el testimonio de Sarlo, el intermediario fue un editor de ambas que trabaja en la editorial Siglo XXI, Carlos Díaz. De acuerdo con los correos electrónicos que presentó, el objetivo era que la escritora fuera parte de una campaña pública de concientización.
En el gobierno bonaerense confirmaron a LA NACION que el ofrecimiento existió y dijeron que se comunicaron con Sarlo como lo habían hecho con otras personalidades para incentivar a la población a vacunarse.
Sarlo relató que el ofrecimiento fue a fines de enero. “Por lo que yo entendí, desde provincia de Buenos Aires estaban vacunando para lograr fotos que persuadieran a la gente. En ese momento todavía había cierta duda de la efectividad de la vacuna”, declaró.
Para los investigadores, la declaración de Sarlo, por sí sola, no acredita que haya habido delito, dijeron fuentes judiciales. Le preguntaron, incluso, si cuando le hicieron el ofrecimiento le mencionaron al Hospital Posadas, y ella dijo que no. La investigación, al menos por ahora, seguirá acotada al circuito de “vacunación vip” que funcionó en el Hospital Posadas y el Ministerio de Salud.
“Me ofrecieron la vacuna por debajo de la mesa”, había revelado Sarlo en declaraciones televisivas. Hasta hoy se había negado a revelar la identidad de quien lo había hecho.
Pero en una entrevista a Radio con Vos, consultada reiteradas veces sobre si ratifica que el ofrecimiento fue de hecho “por debajo de la mesa”, Sarlo respondió molesta e irónica: “Bueno, me autocritico fuertemente”.
Quereilhac difundió su réplica a Sarlo, tras la declaración judicial de la escritora, a la que criticó con dureza. Afirmó que no tiene trato con la ensayista “desde 2004” y que su único contacto con ella desde ese año hasta la actualidad “es a través de sus libros”.
Tras recalcar que nadie de su familia se vacunó, señaló: “Ayudé a Axel a pensar posibles nombres para la lista de 100 referentes (para una campaña de concientización sobre la vacuna que finalmente no se realizó)”.
En el cierre de su mensaje, Quereilhac cuestionó a Sarlo. “Cuesta creer que quien fuera profesora titular de Literatura Argentina del Siglo XX durante más de dos décadas tenga problemas de lectura frente a un simple correo electrónico. Lo cierto es que, para sobreactuar su honestidad, Beatriz Sarlo no ha tenido otro recurso que cacarear mentiras en los medios”, remarcó.
“A la luz de su autopercepción como una persona que ‘tiene ética’, solo cabe esperar que se rectifique. Mientras tanto, sigo sin decidirme entre la pena por su enorme torpeza o el desconcierto ante su mala fe”, cerró Quereilhac.
La prueba que presentó Sarlo
Sarlo presentó en la Justicia la copia de un correo electrónico que le escribió Díaz. “Me llamó Soledad Quereilhac porque está colaborando con la campaña de concientización para que la gente se vacune. Me pidió una mano para contactar alguna gente, empezando por vos”, dice el correo.
En el mensaje, el editor le dice que se trata de una “campaña bien pensada”, que no tendrá un “discurso político berreta”.
“Mi primera reacción fue pensar que vos jamás te prestarías, pero frente a la posibilidad de que te puedas vacunar de inmediato me pareció que tenía que preguntarte”, agrega. Y le advierte: “Es todo por derecha. Nada trucho”.
“Es una situación desgraciada porque todo ha sido muy claro y transparente. Se convirtió en un lío. Según de qué lado cae se hace una lectura retorcida. Había una campaña muy fuerte para que no nos vacunáramos y Soledad me comentó esta idea de sumar a Beatriz [Sarlo] a esta campaña para que la gente se vacunara y genere confianza en la población”, explicó Carlos Díaz, el editor de Sarlo, en radio Con Vos. Y añadió: “Le escribí el mail a Beatriz y le dije que era una campaña de vacunación de la provincia de Buenos Aires. Desde un primer momento, Beatriz dijo que no quería vacunarse si no le tocaba. Tuvo una posición impecable”.
Otras medidas en marcha
La declaración testimonial, que había sido solicitada por el fiscal Eduardo Taiano, no fue la única medida dispuesta por la jueza Capuchetti: también citó como testigos a los integrantes de la comitiva que supuestamente se dirigió al Ministerio de Salud a aplicar diez vacunas contra el coronavirus junto con el director del Hospital Posadas, Alberto Maceira.
Sarlo llegó a los tribunales de Comodoro Py pasadas las 10:30. Rodeada de periodistas, dijo que no conoce la causa judicial. Consultada acerca de quién le ofreció la vacuna “bajo la mesa”, había contestado que “los periodistas no leen” y afirmó: “Voy a aportar información”.
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