A la espera de Joe Biden, el Gobierno acelera contactos con Washington
El futuro de la relación bilateral con Estados Unidos está un poco más claro desde que el presidente electo Joe Biden reveló algunos de los nombres que integrarán su gabinete o puestos claves en su gobierno, a partir del 20 de enero.
A cargo del embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, el Gobierno inició una ronda de conversaciones con los equipos de las personas que la Cancillería considera serán claves para el futuro del vínculo, que por ahora se espera sea más directo y previsible que el que hubo durante la administración de Donald Trump.
El futuro secretario de Estado, Antony Blinken; la próxima titular del Tesoro, Janet Yellen, y el exsecretario de Estado y designado "zar climático" del nuevo gobierno demócrata, John Kerry, son las figuras en las que se sostendrá la relación bilateral por los próximos años.
Así lo expresó el embajador Argüello durante su breve paso por la Argentina días atrás. El diplomático –que también fue embajador en Washington durante parte del gobierno de Cristina Kirchner– incluyó en su agenda de reuniones en el país encuentros con el presidente Alberto Fernández, con el canciller Felipe Solá; con el ministro de Economía, Martín Guzmán, y con el embajador estadounidense en el país, Edward Prado.
Con el objetivo último de concretar una llamada telefónica preliminar entre Fernández y Biden en el corto plazo y reactivar los planes de un viaje oficial del Presidente a Estados Unidos para reencauzar al relación, el Gobierno ya muestra señales de que el vínculo podría ser más fluido que el actual, ya sea porque las administraciones estarán ideológicamente más cerca como por las experiencia que algunos de los funcionarios ya tuvieron con la Argentina.
El rol del Papa Francisco, señalan en el Gobierno, podrá ser determinante. Biden es católico y tiene una relación directa con el pontífice, con quien se reunió en varias ocasiones y conserva una cercanía especial tras los gestos del Papa por la muerte de uno de sus hijos.
Pero Francisco también conoce bien a Kerry, con quien trabajó en tándem como secretario de Estado por la paz en Medio Oriente y por la normalización de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos durante los últimos años del gobierno de Barack Obama.
Como "zar climático" del gobierno de Biden, Kerry estará al frente del cambio de postura de Estados Unidos frente a cómo abordar el cambio climático y marcará el reingreso de Estados Unidos al Acuerdo de París, que Trump abandonó. Será uno de los puntos en los que no habrá divisiones con el Gobierno, que sostiene el acuerdo, al igual que el Papa. No ocurrirá lo mismo con Brasil, alineado a Trump, que tendrá un punto de conflicto.
Kerry, además, conoce la Argentina y en su momento fue recibido por el expresidente Mauricio Macri. Fue, también el encargado de anunciar la desclasificación de documentos de inteligencia sobre la dictadura argentina.
Yellen, en tanto, será como secretaria del Tesoro una de las claves para el futuro financiero de la Argentina. La extitular de la Reserva Federal durante el gobierno de Obama y parte del de Trump será una voz determinante para la negociación que el Gobierno lleva adelante con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar su deuda.
Los trascendidos que indicaron que Yellen ocupará ese rol desde fines de enero fueron interpretados como una buena noticia por la Casa Rosada. La primera mujer en ocupar ese cargo en el Tesoro está a favor de implementar incentivos para lograr la recuperación económica y tiene una sensibilidad especial para contención social.
Guzmán fue uno de los primeros en felicitarla públicamente. "Esperamos trabajar de forma cooperativa por una economía global más estable e inclusiva", dijo el ministro.
Antony Blinken, por su parte, será el par de Solá en Washington. La expectativa es que el diplomático y veterano marque el retorno de Estados Unidos al multilateralismo del que se distanció Trump.
Hombre de confianza de Biden y exnúmero dos del Departamento de Estado en la era Obama, Blinken podrá ser la cara visible del vínculo bilateral que, se espera, también conservará las diferencias que rigen hasta ahora, como el abordaje de la crisis en Venezuela. Biden considera a Nicolás Maduro un dictador.
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