A cuatro días del balotaje: los dos distritos clave donde La Libertad Avanza no quiere delegar en Pro la fiscalización
Los libertarios prescinden de la ayuda del aparato macrista para cuidar los votos en General Pueyrredón y La Matanza; las hipótesis que se barajan para explicar este proceder
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“El que gana conduce y el que pierde acompaña”. Como un mantra, esta es la frase que repiten los dirigentes Pro de la provincia de Buenos Aires que pusieron su aparato de fiscales a disposición de La Libertad Avanza (LLA) para el próximo domingo. Con la experiencia de haber transitado una elección de segunda vuelta, saben que el engranaje tiene que funcionar “como un relojito”. Por eso, ante el celoso control libertario, muchos referentes “amarillos” pretenden dejar en claro su aporte marginal para no ser apuntados en caso de un resultado adverso. Desconfían del potencial de sus aliados en esta materia. No ceder espacios de poder y mantener bajo su control la caja de fiscalización son las dos hipótesis que barajan para explicar la renuncia a la ayuda.
Cuando faltan cuatro días para el balotaje, la fiscalización bonaerense, que supone el 37% del padrón electoral, todavía es un tema a resolver en algunos distritos clave. En lugares como La Matanza y General Pueyrredón (Mar del Plata), los libertarios aseguran que van a poder cubrir todos los espacios de votación. Por eso, avisaron a sus nuevos aliados que serán ellos quienes se harán cargo del grueso de fiscales y será solo una mínima porción la que le pidan a Pro.
“Colaboraremos con un 30% del aparato y del resto se ocuparán los libertarios”, indicó a LA NACION Eduardo “Lalo” Creus, excandidato a intendente de La Matanza, quien se referencia a nivel nacional con Patricia Bullrich. En este distrito crucial de la tercera sección electoral, el referente territorial de LLA es Luis Ontiveros, un hombre que responde a Sebastián Pareja, parte de la mesa bonaerense de Javier Milei.
La semana pasada, Pareja fue uno de los protagonistas de la imagen en el Hotel Libertador que difundió el equipo de campaña de LLA para mostrar el trabajo en torno a la fiscalización. Además del armador bonaerense, estaban Nicolás Posse, Guillermo Francos, Karina Milei y Guillermo Ferraro.
En General Pueyrredón la lógica es similar a La Matanza. La única diferencia es que todavía no hay una definición del equipo libertario sobre cuántas personas necesitan de Pro como soporte. “Nos dijeron que la estructura general de la fiscalización estaba cubierta”, indicaron cerca del intendente Guillermo Montenegro.
Son distritos que el macrismo puede fiscalizarlos enteros. Por eso, hay desconcierto entre la dirigencia “amarilla” respecto de las razones por las que LLA optó por correrlos. “Se pone mucho en juego por una cuestión de egos”, señaló un armador bonaerense que conoce en detalle la dinámica electoral.
Las hipótesis que se barajan son dos y nadie descarta que se complementen. Por un lado, se estima que la sobreactuación de algunos referentes Pro sobre su trabajo para ordenar la fiscalización encendió las alarmas de los libertarios, que tomaron consciencia de que se cobrarían el “favor” con posiciones de poder en un eventual gobierno de Milei. Por el otro, se habla de que la dirigencia de LLA quiere evitar ceder el control de la caja que financiará el aparato de fiscalización.
Todos coinciden en que cada partido se hará cargo de pagarle a sus fiscales. “El dinero debería bajar de la mesa provincial de campaña y ser la misma suma para todos”, destacó un dirigente Pro de la tercera sección electoral. El monto varía entre $15.000 y $20.000 por fiscal. En distritos como La Matanza o General Pueyrredón, son cerca de 2000 personas las que se necesitan para cubrir todo el territorio. Es decir, alrededor de 40 millones de pesos para cada una de las ciudades más populosas. Quienes conocen los hilos que mueven el aparato de recaudación señalan a Eduardo Bastitta, un empresario del rubro logístico e inmobiliario, como una parte fundamental de este esquema. “Quieren manejar esa plata”, dicen en campamento macrista sobre el celoso control de la maquinaria de fiscalización por parte de los libertarios.
En otras ciudades clave, como La Plata, Lanús y Lomas de Zamora, la cohesión entre equipos pareciera darse con más armonía. Si bien en todos estos distritos el mayor porcentaje de fiscales los pondrá LLA, la dirigencia Pro aportará una porción significativa de su aparato y admiten que la coordinación se lubricó en la última semana.
En la capital provincial, el equipo de Carolina Píparo, excandidata a gobernadora bonaerense, trabaja en armonía con los de los excompetidores Juan Pablo Allan y Julio Garro. En tanto, Néstor Grindetti, quien compitió para suceder a Axel Kicillof, se puso al frente del “corredor sur” del conurbano bonaerense. Según especificaron cerca del intendente de Lanús, de los 10.000 fiscales que se necesitan para esta zona, casi la mitad los aportará la estructura Pro. “Gente sobra”, aseguran quienes tienen el detalle de los números en la provincia de Buenos Aires.
Bullrich encabezó ayer un encuentro federal de “fiscales por el cambio y la libertad” en Colegiales. Si bien la exministra relativiza los cortocircuitos entre el Pro y la Libertad Avanza por la fiscalización, Mauricio Macri tuvo que intervenir para apaciguar el conflicto con las fuerzas de Milei. No solo convocó el domingo a una reunión por Zoom con dirigentes de todo el país para repasar la situación de cada distrito, sino que, horas después, llevó esa información a la cumbre con el líder libertario en el Hotel Libertador.
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