A cargo del trabajo pesado
Tanto quienes lo quieren como quienes no -y ambos grupos son legión en Pro- reconocen en Horacio Rodríguez Larreta dos cualidades: ser la mano derecha de Mauricio Macri en cuestiones políticas y una full time para el partido. En la práctica, el candidato delega en él todo lo que no le agrada hacer en política: desde la construcción territorial hasta los acuerdos con otras fuerzas, pasando por el armado de las listas y la confección de la estrategia comunicacional y de los ejes discursivos para la campaña.
Hasta fue una especie de candidato muleto mientras Macri coqueteaba con la opción presidencial. El presidente de Boca sabía que no habría problemas para ponerlo o sacarlo de ese lugar cuando llegara el momento. Así como no tiene problemas en usar su casa para armar reuniones políticas que requieren discreción.
¿Cómo logró ganar esa confianza este ex funcionario de Carlos Menem y Fernando de la Rúa? Rodríguez Larreta conoció al actual diputado durante su juventud, cuando era un habitué de los partidos de fútbol que se armaban en la quinta de los Macri. Nunca fueron amigos cercanos, como sí lo es Macri con Nicolás Caputo.
Macri lo convocó en 2001 para trabajar en el espacio político que comenzaba a formar. Rodríguez Larreta era un licenciado en Economía con un máster en Harvard y con amplia experiencia en la gestión pública. Aunque se define como "un desarrollista desde la cuna" (es ahijado de Rogelio Frigerio), su paso por el gobierno de Menem lo rodeó de vínculos con el peronismo. En 2003 Rodríguez Larreta -a quien sus adversarios bautizaron "el Guasón" por la forma de su sonrisa- fue el compañero de fórmula de Macri. De ahí saltó a la vicepresidencia de Compromiso para el Cambio, donde colocó en puestos clave a varios dirigentes "propios", algunos importados de la Fundación Grupo Sophia, que dirigió durante varios años. María Eugenia Vidal, Néstor Abbas y Avelino Tamargo son algunos ejemplos: los tres consiguieron buenos lugares en la lista de candidatos a legislador de Pro.
Durante las arduas negociaciones por esa lista quedó expuesta la disputa que mantiene el jefe de la campaña macrista con la compañera de fórmula del empresario, Gabriela Michetti. Una autolimitación para que los actuales legisladores puedan ser reelegidos fue vista por el entorno de Michetti como una maniobra de Rodríguez Larreta para recortar el poder de la candidata. Incluso le atribuyen haber intentado reducir el papel de la dirigente en los avisos publicitarios. El niega la versión.
Como encargado de las relaciones con otras fuerzas, Rodríguez Larreta (41 años, casado, una hija) supo también ganar amigos y adversarios en Recrear. La conducción del partido de Ricardo López Murphy lo considera "muy trabajador, eficiente y con capacidad para cumplir lo que promete". Pero el lopezmurphismo crítico lo acusó de haber movilizado punteros para inmiscuirse en la última interna.
Rodríguez Larreta suele jactarse de haber manejado los tres presupuestos más importantes de la administración pública: la Anses (durante el menemismo), el PAMI y la DGI (con la Alianza). Además de experiencia, esos cargos le trajeron algunas denuncias judiciales, pero nunca fue procesado. Luis D Elía lo acusó en un acalorado debate televisivo de ser "un chorro". Rodríguez Larreta lo querelló.
Pese a ser "el señor armado político" del macrismo, Rodríguez Larreta dice que no le gusta esa parte de su trabajo y no ve la hora de probarse nuevamente el traje de funcionario. Será el jefe de gabinete si Macri vence el domingo. La función ejecutiva, dice, lo tienta incluso más que el mejor de los cargos legislativos.
lanacionarMás leídas de Política
"Sacrificio calamitoso". Excluido de la reunión de gobernadores, Kicillof se mostró rodeado de intendentes y cargó contra Milei
Tensa pelea. Bullrich rechazó quejas de gobernadores por el ajuste que pidió Milei: "Que bajen el empleo público"
Los casos más llamativos. El Senado bonaerense aprobó 135 pliegos de jueces y fiscales