A 27 años del asesinato de Cabezas, su hermana Gladys habló de Uma e hizo un duro pedido a la Justicia
A casi tres décadas del crimen del reportero gráfico, su familia, sus amigos y funcionarios locales lo recordaron; “Pónganse a trabajar”, reclamó la hermana a los jueces
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PINAMAR (enviado especial).- A 27 años del crimen de José Luis Cabezas, asesinado el 25 de enero de 1997 en General Madariaga por una banda comandada por el expolicía bonaerense Gustavo Prellezo y vinculada al empresario Alfredo Yabrán -quien terminó quitándose la vida tras ser calificado como autor material del hecho-, esta mañana se llevó a cabo un acto conmemorativo del reportero gráfico.
Antecedida por un trío de cuerdas, que tocó piezas como “Zombie” de The Cranberries y “Time in a Bottle” de Jim Croce, Gladys, hermana de Cabeza, se preparó para hablar ante de la multitud. Ante la atenta mirada del intendente pinamarense Juan Ibarguren y funcionarios de la Municipalidad, saludó a todos y cada uno de los periodistas que trabajaban en el memorial.
Junto al monolito de Cabezas, ubicado sobre la avenida Ingeniero Bunge al 2001, Gladys Cabezas se guió por una hoja que utilizó como ruta para sus palabras. “Extrañamos a Martín Yeza”, comenzó a modo de chascarrilo contra el actual intendente, con la intención de descomprimir el melaconcólico clima frente a la terminal de ómnibus de Pinamar. “Pasaron 27 años. ¿Qué decir? Siempre pedimos lo mismo, que encarcelen a los autores del crimen, pero esta vez es diferente. El caso de Uma me tocó el corazón. Y es por eso que quiero pedir a la Justicia: a los que no hicieron nada estos 27 años, póngase a trabajar”, dijo.
Y siguió: “Si la Justicia hubiese hecho lo que tenía que hacer, hoy Uma no estaría muerta. Hoy es la oportunidad para nosotros, para pedir que cambien la extensión de las condenas. Perpetua tiene que ser para toda la vida, porque mataste a alguien. Pero hoy tenemos condenas exprés. Nadie tiene derecho a hacer lo que hicieron con Uma ni con Cabezas. Por eso pido justicia para ambos”.
Como todos los años, la ceremonia concluyó con la plantación de un pino y una frase que retumba desde 1997 en los oídos de los argentinos: “No se olviden de Cabezas. Cabezas, presente”.
Un segundo homenaje, desplegado por Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) -y que contará con las participación de vecinos y periodistas-, se realizará a horas de la noche de este jueves a metros de la cava donde el periodista recibió dos disparos en la cabeza.
Una fotografía “mortal”
Durante el verano de 1996, Cabezas viajó a Pinamar para cubrir la temporada para la Revista Noticias junto al periodista Gabriel Michi. La ciudad balnearia recibía a múltiples figuras que decidían vacacionar en sus playas, entre las que se encontraba Alfredo Yabrán, a quien se lo vinculaba con el entonces presidente Carlos Menem y su gobierno. Poco se sabía entonces del empresario, que era objeto de una extensa investigación periodística sobre corrupción y negocios ilícitos. De hecho, su nombre tomó notoriedad cuando el exministro de Economía, Domingo Cavallo, lo acusó de liderar una agrupación mafiosa.
Esa verano, el reportero gráfico logró retratar a Yabrán en la playa y así le puso fin a su anonimato. La captura de Cabezas fue la primera imagen obtenida del referente empresarial de entonces 51 años, quien había dicho que sacarle una foto era como pegarle “un tiro en la cabeza”. La postal fue publicada como portada de la revista Noticias el 3 de marzo de 1996.
El asesinato de José Luis Cabezas
Al año siguiente de conseguir la imagen, Cabezas regresó a Pinamar para la temporada pero, esta vez, en compañía de su familia. Tal como consignó LA NACION, se hospedó en un departamento alquilado junto a su mujer, María Cristina Robledo; Candela, la beba de ambos; y sus otros dos hijos -fruto de su matrimonio anterior-, Agustina, de 6 años y Juan, de 5, y su suegra. El inmueble se encontraba ubicado sobre Rivadavia, entre Eneas y Shaw, en la zona céntrica de Pinamar.
La noche del 24 de enero de 1997, el reportero gráfico fue a realizar una cobertura periodística en una fiesta en la casa del empresario postal Oscar Andreani. Concluida la celebración, Cabezas volvió a su departamento y fue interceptado por la banda liderada por Gustavo Prellezo, un oficial de la Policía Bonaerense al que Yabrán le había encomendado tener un “verano tranquilo”.
Horas después, el auto que conducía Cabezas -un Ford Fiesta alquilado- fue encontrado en General Madariaga con su cuerpo calcinado en su interior. Las pericias demostraron que había sido esposado y que recibió dos disparos en su cabeza.
Dos años más tarde, en 1998, la Justicia determinó que Alfredo Yabrán había sido el autor intelectual de su asesinato y ordenó su detención. El 20 de mayo de ese año, mientras la policía allanaba su casa, el empresario se quitó la vida. Otros de los integrantes de esta banda criminal fueron encarcelados. Sin embargo, años más tarde, se les concedió la libertad y actualmente ninguno cumple condena.
Entre ellos, hay integrantes de la banda “Los Horneros” de La Plata, como es el caso de Horacio Braga, José Auge, Sergio González y Héctor Retana. Asimismo, se determinó la participación de Gregorio Ríos, jefe de Seguridad de Yabrán, y de los policías Sergio Camaratta, Aníbal Luna y el mismo Gustavo Prellezo.
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