A 26 años de la trágica muerte de Carlos Menem Jr., marcada por las sospechas de un país
El 15 de marzo de 1995, el helicóptero en el que viajaba junto a Silvio Oltra se estrelló. Detrás se construyeron hipótesis de todo tipo, y hasta hoy la pregunta se repite: ¿accidente o atentado?
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La muerte de Carlos Menem Jr. y el piloto Silvio Oltra tras caer su helicóptero en Ramallo sembró un sinfín de dudas en la política y la opinión pública argentina. Las hipótesis del accidente o el atentado se barajaron una y otra vez en los últimos 26 años y hasta el propio expresidente, fallecido este 14 de febrero, cambió su discurso en relación a la tragedia.
“Al pueblo de mi patria, a mis hermanas y hermanos de la Argentina, en nombre de mi esposa, Zulema Fátima, de mi hija, Zulema María Eva, y de toda nuestra familia quiero agradecer, desde lo más profundo de mi corazón, a todo el pueblo argentino por las muestras de afecto, de cariño y de amor que hemos recibido en estos dramáticos momentos de nuestra existencia”, decía Menem en cadena nacional tras la pérdida de su hijo y prometía estar el lunes siguiente “al pie del cañón” para seguir cumpliendo con sus funciones como Presidente.
Carlitos murió a sus 26 años, el mediodía del miércoles 15 de marzo de 1995, después de que el helicóptero Bell 206B JetRanger III que manejaba se estrellara a un costado de la ruta nacional 9, en el kilómetro 211,5, entre Ramallo y San Nicolás. La nave, según la versión oficial, chocó contra unos cables de media tensión, a 11 metros de altura, e impactó en unos pastizales.
Tras la caída, Oltra murió en el acto, mientras que el hijo del entonces mandatario llegó a ser trasladado al Hospital San Felipe de San Nicolás. Los restos del helicóptero, destruido, yacían entre los tallos de las plantas de maíz que lo rodeaban.
Fueron 55 las personas que vieron al vehículo volar más bajo de lo normal y, hasta dos años después de la tragedia, hubo entre 11 y 14 testigos muertos, un dato que algunos consideran tan sospechoso como la tragedia de Carlitos. Entre ellos, el cuidador del campo donde cayó la nave, de nombre Lorenzo Epifanio Siri, de 67 años, quien un mes y tres días después de prestar testimonio perdió la vida tras ser atropellado mientras cruzaba la ruta del lugar de los hechos.
Versiones opuestas
En un primer momento, Menem consideró que se había tratado de un accidente, aunque se hablaba de un “tercer atentado”, hipótesis planteada por Zulema Yoma, después de las explosiones en la Embajada de Israel, en 1992, y en la AMIA, en 1994, según la Justicia, perpetradas por la organización terrorista Hezbollah.
“Le ruego a Dios que bendiga a la Argentina, a su gente y que bendiga a mi familia”, había manifestado en la misma cadena nacional el Presidente, sin más declaraciones sobre la tragedia que involucró a su hijo.
Pero la que nunca se convenció de esto fue Zulema. La mamá de Carlitos, destrozada por la pérdida, contó el año pasado a LA NACION: “Menem me dijo que mi hijo tenía un tiro en la frente. Esa es la verdad”. La exprimera dama cree que tres grupos de francotiradores apuntaron a la nave con fusiles FAL. En esa línea, un informe de 1997 de la Gendarmería concluyó que la nave contaba con “perforaciones, deformaciones e irregularidades atribuibles a impactos de proyectiles de arma de fuego”.
Lo cierto es que ese 15 de marzo de 1995, el jefe de custodios de Carlos Jr. había ordenado disminuir el número de oficiales que lo protegían. Zulema y su abogado, Alejandro Vázquez, aseguran haber escuchado un audio del agente de inteligencia Rodolfo Cortese, donde el joven llamaba a su custodia, que estaba atrasado en la ruta por la pinchadura de un neumático, y supuestamente advertía, antes de la caída: “Huevones, contesten, me disparan, me disparan”.
Sin embargo, la Justicia no apoya tal hipótesis porque la grabación nunca apareció y ningún testigo declaró escuchar disparos. Asimismo, el juez Villafuerte Ruzzo desestimó el informe que registraba 18 impactos de proyectiles porque no se podía establecer si tales marcas eran previas o posteriores a la caída del helicóptero.
Los peritajes del cuerpo de Menem Jr. tampoco demostraban heridas de bala, según la Justicia, y en esta línea, Ismael Passaglia, uno de los médicos que asistió al joven, afirmó a LA NACION que “no tenía ningún tiro”.
“Yo aún dudo de que el cráneo que analizaron sea el de mi hijo. Soy una madre que va a morir sin saber la verdad. ¿Qué quieren ocultarle a una madre que 25 años después espera con un cadáver mutilado?”, manifestó Zulema en 2020, en una entrevista con Hugo Alconada Mon.
El expediente por la muerte de Menem y Oltra fue archivado en 1998 por el juez Villafuerte Ruzo, hasta que Yoma elevó un pedido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y fue finalmente reabierto en 2010. Seis años después, el expresidente alteró su hipótesis y sostuvo que lo de su hijo había sido un “atentado criminal”. Nunca explicó el por qué de su cambio de parecer.
¿Un atentado?
La exesposa de Menem, que al momento de la tragedia estaba divorciada del primer mandatario, habló de un “tercer atentado” porque creía que el objetivo del mismo era debilitar al entonces Presidente. A su vez, sus abogados adjudicaban el fallecimiento de su hijo también a los ataques a la Embajada de Israel y la Amia.
Por otro lado, Virginia Vallejo, la exmodelo y amante del fallecido líder del Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, declaró en 2014 que la organización colombiana mandó a derribar a tiros el helicóptero que piloteaba Carlos Menem Jr. por un supuesto ajuste de cuentas del jefe de Estado con el narcotráfico. Yoma no negó esta posibilidad aunque tampoco la promovió.
Zulema sostenía además que el cuerpo sepultado en el Cementerio Islámico de San Justo no era el de su hijo. De todas formas, el cadáver fue exhumado en 2017 y la Justicia confirmó que se trataba del hijo del entonces senador.
Cuando el vehículo se estrelló, quienes se acercaron al lugar se encargaron de robarse 26.800 dólares, unos anteojos negros y el reloj marca Rolex de Carlitos, que la policía bonaerense más tarde recuperó y volvió a las manos de su padre, una operación que algunos detractores de la versión del accidente consideraron sospechosa.
A esto se le suma la causa por la venta ilegal de armas a Ecuador, Croacia y Bosnia-Herzegovina, por la que Menem fue finalmente absuelto, pero que manchó sin dudas su carrera política. Por último, las muertes dudosas en torno a varios testigos de la tragedia también le agregan una cuota de suspicacia al hecho.
Todavía no sabe con exactitud la causa de la muerte de Carlos Jr. que era, ni más ni menos, el hijo de un presidente argentino en funciones. A 26 años del acontecimiento que sacudió a un país, sigue sin haber respuestas certeras. En la Argentina se repite, una vez más, el incansable pedido de Justicia.
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