16 horas, 10 distritos y casi 300 kilómetros en la frenética caravana final de Diego Santilli
En colectivo, tren, auto y trafic, el precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires quiso mostrar las carencias de la gestión del gobernador Axel Kicillof; en Florencio Varela se sumó Rodriguez Larreta, quien pidió “salir a buscar a los indecisos”
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Son las 16 en un barrio de Berazategui y hace casi 12 horas que Diego Santilli recorre la provincia de Buenos Aires en un tour hiperactivo en la recta final hacia el 13 de agosto. Se baja de un auto en el que llegó desde Tigre. Durmió en el trayecto y se lo nota cansado, pero igual saluda entusiasmado a las personas que se le cruzan.
“Lo que queda de mí”, responde con ironía el precandidato a gobernador cuando le preguntan cómo se encuentra. “Estoy fundido”, agrega a cada paso. No le impide, no obstante, cargar bidones de agua, tocar timbres, abrazar a vecinos y hasta comprar suministros para su equipo en un almacén. Un hombre con un soporte que sostiene una pequeña cámara lo sigue mientras camina.
Sube y baja del camión que reparte agua y soda. Quiere visibilizar el problema que tiene el distrito hoy liderado por Juan José Mussi. Julián Amendolaggine, el candidato a intendente del espacio larretista, explica que las cloacas y el agua de red son municipales y no dan un buen servicio. En determinados horarios no hay presión y el sarro impide tomarla. “La capital del bidón”, repiten en el equipo del Colo.
“Van bien el 1882 y la Manaos”, chicanea Santilli desde una esquina a un grupo de jóvenes congregados alrededor de una botella cortada. “Querían que comprase un [fernet] Branca, pero les compré el 1882 que salía la mitad”, dijo con tono cómplice y comiéndose la última de.
La trafic en la que LA NACION, junto a otros medios, acompaña al precandidato a gobernador se contonea con los pozos del barrio El Molino, en Florencio Varela. Al bajar, una pequeña multitud espera para recibir al Colo, entre las que se encuentra Florencia Casamiquela, candidata a intendente del distrito, Florencia Arietto y Miguel Ángel Pichetto, candidato a diputado nacional.
“Diegooo, Diego!”. Con tonada maradoniana, Horacio Rodríguez Larreta ingresa a la escena del sprint final y se suma a la ovación de los vecinos. Nadie lo ve llegar. Silencioso, se abraza con su referente provincial e hilvana saludos hasta comenzar la caminata.
Viene desde la provincia de Córdoba, donde hacía minutos había logrado una foto con los gobernadores que obtuvieron una victoria reciente: Maximiliano Pullaro, Ignacio Torres, Claudio Poggi y Marcelo Orrego. Todo un símbolo de fuerza y estructura política que escenificó de cara a la próxima contienda electoral frente a su rival interno, Patricia Bullrich.
Poco después, cerca de las 18, la comitiva electoral se dispone a recorrer la zona sur del conurbano a la vera de un cauce de agua que parece empetrolado. El objetivo: llegar hasta el final de la calle en donde un pedazo de madera atraviesa el Arroyo Las Piedras, y que funge de paso hacia Quilmes. Un límite hostil y peligroso en la decisiva tercera sección electoral. Martiniano Molina, precandidato a intendente que enfrentará a Mayra Mendoza, acompaña y escucha los reclamos.
Durante ese recorrido, los vecinos ruegan a los dirigentes políticos el suministro de agua potable y una mayor presencia del Estado. Dos estilos de respuesta se contraponen: mientras que “el Colo” abraza a un hombre y le asegura: “Acá hay todo por hacer”, Larreta escucha en silencio. Cuando el jefe de Gobierno porteño decide continuar su caminata por una de las calles de tierra repletas de basura, el diputado nacional se pierde en un descampado para pelotear con unos chicos junto a Arietto.
Ya dentro del vehículo que los traslada hacia la última parada, circulan paquetes de galletitas y algún mate. En una zona céntrica del barrio Crucecita, de Avellaneda, los espera el precandidato a senador José Luis Espert, Maximiliano Glaucci, en la carrera por la intendencia del distrito y Segundo Cernadas, su par de Tigre. Banderas albicelestes pueblan el área y grandes parlantes de música se disponen a preparar el momento de cierre definitivo.
Continúan los saludos. Un móvil televisivo frena los abrazos y detiene la marcha, que se reanuda con pausas de afecto. Son menos de 50 metros de caminata, pero los candidatos avanzan despacio.
El lugar preparado para dar el discurso final es una esquina en donde funciona una cafetería. Cerca de las 19 Santilli se encuentra parado junto a su referente nacional. En el medio de flashes, repite sus propuestas de campaña y hace énfasis en la seguridad. “Nuestro compromiso es concreto: para vivir en libertad tenemos que recuperar la calle. Vamos a poner 15 mil policías en las calles que hoy hacen tareas administrativas. Vamos a equipar, entrenar y bancar políticamente a nuestras fuerzas de seguridad. Vamos a implementar las Taser desde el primer día. Vamos a implementar el reconocimiento facial para enfrentar el delito y a los chorros. No se hace de la noche a la mañana, pero lo que los bonaerenses tienen que saber es que, si me votan este domingo, van a tener un gobernador con la decisión y la firmeza necesarias para hacerse cargo de la seguridad y empezar lentamente a recuperar la tranquilidad y la libertad que se merecen para vivir mejor”.
Con una consigna práctica para la militancia presente, Larreta va al hueso: “Faltan pocos días para las elecciones y hay que salir a buscar uno por uno a los indecisos. Cada uno tiene que encontrar a 20 personas”. Su obsesión últimamente es la “mayoría silenciosa” que, según él, no muestran las encuestas y que podrían votarlo el domingo.
De madrugada
“Yo no cierro nada. Sigo recorriendo la Provincia como todos los días”, fue la consigna del precandidato a gobernador bonaerense. Todavía era de noche cuando inició la frenética culminación de su campaña en una guardia pediátrica de La Matanza. A cinco días de las PASO, se mostró cercano a los problemas de la gente y trató de exponer las principales carencias del territorio que pretende gobernar. Su próximo desafío será vencer a su rival interno Néstor Grindetti, para llegar a las elecciones generales con el foco puesto en superar al peronismo en su principal bastión electoral.
La primera parada inició a las 4 de la mañana en una guardia pediátrica en La Matanza, bastión del peronismo y un símbolo de la oposición para marcar las falencias de la gestión Kicillof-Magario, exintendenta de la ciudad parte de la decisiva tercera sección electoral. Fue en el Hospital del Niño de San Justo, que por el éxodo de médicos -más de 40 profesionales-, debió limitar sus servicios. Largas filas de madres y padres se formaban esta madrugada en las inmediaciones de la institución municipal de salud que buscaban obtener un turno en diferentes especialidades pediátricas para sus hijos. Una imagen similar se repitió en el Hospital de Morón, donde “el Colo” llegó después de tomarse el colectivo 236 desde González Catán. Allí se mostró junto al candidato a intendente, Leandro Ugartemendia, quien competirá contra el alcalde peronista Lucas Ghi, que va por su reelección.
En Merlo, acompañó a un grupo de padres que, por el miedo a los hechos de inseguridad, caminan todos los días junto a sus hijos el tramo que separa sus hogares del colegio. Lo hizo junto al precandidato a Intendente de distrito, David Zencich, y a Cynthia Hotton, precandidata a senadora nacional.
Con el foco puesto en el oeste bonaerense, siguió su recorrida por un club de barrio en Moreno, al que llegó en tren, y donde se reunió con el precandidato a intendente, Aníbal Asseff, con quien mostró el problema de las usurpaciones en la zona. En Hurlingham se sumaron a la caravana su compañero de fórmula Gustavo Posse, el candidato a intendente Lucas Delfino, así como el alcalde de Tres de Febrero Diego Valenzuela y la diputada Silvia Lospennato.
Alrededor del mediodía, Santilli y Posse se trasladaron a Pilar, donde se incorporó al tour bonaerense el precandidato a senador, José Luis Espert. Juntos recorrieron el arroyo El Pinazo, donde los vecinos denuncian que conviven con ratas y basura. Continuaron con el sprint final en Tigre de la mano del precandidato a intendente Segundo Cernadas, con quien recorrieron una zona de viviendas construidas por el programa “Sueños Compartidos”, y que hoy están abandonadas.
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