Verano divino tesoro
Hola Cari!
Disfruté mucho tu último post y lo que compartiste del casamiento de tu prima. Las historias y anécdotas que se pueden dar dentro de una pareja que decide unirse en matrimonio son muy lindas, porque te abren una ventana a la intimidad de ese dúo, y como todos somos curiosos, nos gusta mirar y poder contemplar y disfrutar esa visión que nos regalan. Hasta podemos aprender mucho, ¿no?
Hoy comparto un tema de la gran Juliette Lewis con su banda, Juliette and The Licks que espero te guste!
Una vez más hablamos del amor y de las tantas definiciones que pueden existir sobre qué es. Creo yo que todas son válidas, que no existe una sola forma de entender el amor, sino miles de formas donde lo que termina primando es el sentimiento de afecto hacia una persona, una actividad o una situación la que despierte ese sentimiento de amor. Los seres humanos vivimos en base a ese sentimiento. Es la fuerza que tal vez más mueve nuestras energías y tiene directo impacto en como vemos las cosas y que hacemos al respecto.
¡Ahora se nos vienen encima las fiestas y el verano! ¿Qué planes tenés? Esta es la época que menos me gusta a mí, porque el calor se vuelve insoportable y no soy muy amante del calor la verdad ja ja. Una de las cosas buenas que tiene Córdoba es que hay muchísimos lugares lindos, llenos de verde y agua esperando a todos.
Hace un verano o dos, me acuerdo que fui a una zona bastante "secreta" cerca de Agua de Oro. Un lugar con mucho verde y con el rio que corre de manera muy armoniosa. Se formaban varias ollas para nadar, y con linda profundidad, asi que con algo rico para comer y las infaltables bebidas para combatir el calor (adiviná cuales) fuimos con amigos. Debe ser de las pocas veces que me metí en un río. Una locura, ¿no? Pero al ser del sur, mucho que la cultura del río en verano todavía no la tengo. "Old habits die hard".
Se ve que ni la naturaleza me esperaba ese día, porque a medida que se acercaba la noche y la hora de irse, se empezó a formar una tormenta más que interesante. No deben haber pasado más de 2 horas de que había llegado a casa, que se desató un "tormentononón" de aquellos. Esto fue a fines de enero. ¿Y adivina qué? Hasta mediados de marzo, ¡tuvimos lluvia casi todos los días! Imaginate, yo feliz de la vida porque eran menos días de calor que bancarse. Asi que ahora se volvió una especie de ritual, donde cual dios de la lluvia, me voy al rio para que en verano llueva mucho y pueda salvarme del calor (la última vez terminó con súper tormenta, inundaciones y demás. ¡Capaz fui mucho al río ahí, ja!).
Asi que espero este año el ritual de la lluvia me siga funcionando porque de lo contrario, ¡me voy a cocinar! Ja ja. ¿Te gustan los ríos y la cultura veraniega que te cuento? ¿Cómo combatís el calor?
Te dejo un beso grandote!
Muaaack
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