Vecina: "Lo arduo en esta ciudad es encontrarte con el que te elige"
Uno o dos domingos al mes se juntan a tocar y cantar en una vereda del barrio de Colegiales.
Ellas son Nela Cuzzani y Lau Ledesma, más conocidas como Vecina. Músicas, cantantes y responsables desde comienzos del 2011 del fenómeno "Vecina en la vereda".
Hicieron de una falta o dificultad (la dificultad de gestionar un lugar para tocar) una virtud, se re-apropiaron del espacio público para transformarlo en escenario, en contexto de un ritual.
¿Cuántas oportunidades creativas se esconden detrás de un límite? Otra vez la creatividad como herramienta frente a una situación de crisis...
¿Cómo crean los que crean? se juntó a charlar con ellas.
-¿Cómo nació esta idea? ¿Se acuerdan del momento exacto en el que tuvieron la idea de tocar en la calle?
NELA: Yo me acuerdo de usar la frase: "para eso salgo y toco en la vereda". Me acuerdo de decir eso en cuanto a las opciones que había en ese momento para tocar, los arreglos, lo que cuesta armar una fecha, lo difícil que la gente vaya, que el lugar te diga cuándo y cómo. Me acuerdo de pensar: "para eso me conviene tocar en la puerta de mi casa". Si voy a hacer todo ese lío para cobrar una entrada y quedarme con cero, entonces pensemos que todos tenemos cero, sacamos el dinero de la cuenta y sólo resta salir a tocar y ser escuchado. Y algún día de decirlo, se nos ocurrió hacerlo.
LAURA: Del momento exacto yo no me acuerdo, pero sí me acuerdo de pensarlo como una prueba, como un desafío. Hace 6 años, cuando empezábamos, era toda una apuesta. Fue decirnos: "¿qué pasa si hacemos una especie de ensayo abierto?" Ni siquiera lo pensábamos como un concierto. Llamamos a algunos amigos y parientes para que participen de ese experimento y así empezó.
-¿Habían tenido alguna experiencia similar antes de las veredas?
NELA: Justo ese año vinimos de una gira por México, una gira muy casera, no teníamos ni disco en ese momento, andábamos con un demo. Y sí, hubo cierta inspiración en los fandangos del sur de Veracruz, el fandango sucede en la calle, con instrumentos sin enchufar, toda la gente canta y toca sin sonido y la gente baila y se da como una especie de festival social-musical. Nosotras veníamos un poco con ese envión, lo de las veredas arrancó justo en marzo del 2011 y en febrero habíamos estado haciendo todo eso allá.
-¿Cómo fue la primera vereda y cómo fue la última?
LAURA: Fueron creciendo un montón las veredas. En la primera éramos 15 con toda la furia, sin sonido, nosotras dos solas con los instrumentos acústicos...
NELA: ...y el aguante de nuestras mamás y nuestros amigos que estaban ahí cuidando que no nos roben los instrumentos.
LAURA (Se ríe): Sí, esa era la preocupación.
-Que no viniera la policía, ¿o tenían el permiso de la policía?
NELA: No, porque como no cortábamos la calle, éramos tan pocos, no interrumpíamos el paso, o sea, a nadie le importaba que estuviéramos ahí. Lo de la policía fue un año después. Primero había gente en la misma vereda nuestra y al tiempo, como ya no entraban, se pasaban a la vereda de enfrente, quedando los autos en el medio. Cuando empezó a haber más gente empezaron a ocupar el lugar de los autos. Recién después vino el corte.
LAURA: Ya van 67 veredas. Pasó de todo.
-Escuché que llegaron a ir como 800 personas
NELA: Sí. Y siempre más en verano.
-¿Y siempre en la misma calle?
NELA: Nos mudamos de Virrey Loreto a Gregoria Pérez por la onda de los vecinos, tenemos una vecina que siempre decimos que es nuestra madrina de las veredas, la conocimos viniendo a Virrey Loreto como espectadora y salió a defendernos una vez que vino la policía, ¿te acordás?
-¿Y por qué cayó la policía? ¿Fue la única vez?
NELA: Hubo varias situaciones. Una vuelta un vecino nos denunció. Yo me había tomado el trabajo de tocar timbre por timbre toda la cuadra preguntándole a quién le molestaba y por qué, y qué podíamos hacer al respecto, en ese momento no teníamos ni equipo de sonido. Bueno, y lo encontré. Justo era un vecino que yo conocía, hablé con él y no llamó más a la policía. Después vino la policía por sí sola porque ya había como 200 personas juntas, les llamaba la atención el cúmulo de gente...
LAURA: Igual la policía siempre tuvo la mejor.
-Necesitan un permiso para cortar la calle.
-Sí, sí. Al principio pretendíamos no cortar, pero se empezó a volver peligroso, siempre caía uno que pensaba que estaba cortado y se sentaba con el cochecito del bebé. Y empezaba a ser riesgosa la distancia entre los autos y las personas.
-¿Y pasan la gorra?
LAURA: Empezamos sin pasar la gorra durante muchos años con esta idea de dejar el dinero un poco de lado y que no fuera...
NELA: Que no fuera parte del encuentro.
LAURA: Que no estuviera en el medio. Y así fue hasta que se nos vinieron encima un montón de gastos y responsabilidades, tenemos que pagar un seguro de responsabilidad civil por la gente que va a la vereda.
NELA: Y ya no somos nosotras solas, hay una banda entera atrás, somos doce a veces. Y las bandas (de invitados) empezaron a crecer. Y hay que alquilar más equipos si viene más gente. Estamos hablando de 68 veredas y creo que la gorra la pasamos en las últimas 4 o 5.
-¿Cómo se juega creatividad en el escenario? ¿Qué hace que una función no sea igual que la otra? ¿Improvisan algo en función a lo que va sucediendo?
NELA: Con las veredas la creatividad estuvo en función de la posibilidad. Nos ha pasado de llegar y que haya un auto estacionado donde solemos tener el escenario. Y de golpe los cables no llegan hasta donde nos podemos mover, o te movés a un lugar donde hay un árbol y no se ve y tenemos que tocar con un coso de medidor de luz al lado de la cara. Me parece que nuestra escena hasta ahora estuvo muy copada de variables que tienen que ver con la calle, el ruido, con el clima, etcétera. Estamos lejos de ser la cantante que llega después de haberse tomado un baño y haber calentado...
LAURA: Estamos cargando fierros…
NELA: Viendo que no faltan cables, viendo que estén los discos. A pesar de tener muchos shows y habernos profesionalizado más, somos las encargadas de ¿dónde está la carta por si viene la policía para que vean que tenemos el permiso? ¿quién tiene la lista de temas?
LAURA: De golpe estás cantando y ves cómo un auto quiere salir del garaje, y está la gente sentada y vos (hace gestos) viendo cómo hacer para que esa gente se corra.
-También imagino que hay temas que son más fáciles de tocar en ese contexto y otros más difÍciles, más íntimos o emocionales.
LAURA: Igual te digo que en la vereda se arma un clima que cualquier tema da. Hasta los temas con clima íntimos se pueden hacer. La gente hace mucho silencio.
NELA: Es un lugar muy íntimo la vereda. El volumen es bajito, la gente está en completo silencio, como si estuviéramos todavía sin sonido. Vos estás a una cuadra y todo el mundo nos dice que se escuchan los aplausos y no la música. La gente se lleva la lona, se sienta con su mate, con el cochecito, el bebé, el perro…
LAURA: Como un gran pic nic.
NELA: Y el que llega de hecho está como: ¿qué es esto? ¿qué están haciendo? ¿puedo?
LAURA: Y además ya se armó algo que va más allá de lo artístico y musical. Es un programa para un montón de gente. Es ir a hacer sociales. Hay mucha primera cita en la vereda, mucho primer paseo de bebé. Ya nos excede en buen sentido. Pasa de todo ahí.
NELA: Bueno, yo a Andrés lo conocí en la vereda. Es el diseñador de los discos de Vecina y es mi pareja.
-¿Cómo se ven de acá a unos años? ¿La idea es seguir siempre en la vereda?
LAURA: Mucho de lo que nos fue pasando fue impensado. Por eso creo que la cosa puede seguir ese rumbo. Irán pasando las cosas que tengan que pasar.
-¿Qué es lo más gratificante de estar haciendo esto?
LAURA: Creo que a mí lo que más me gusta es hacer lo que se nos canta. Cada vez. Es nuestro gusto y a nuestro modo. Llevamos a quien queremos, la banda que queremos, invitamos como queremos, con la gráfica que nos gusta, la vecina que nos gusta… Van nuestros amigos. Es un espacio de mucha libertad.
NELA: Lo gratificante es el encuentro. O sea, encontrarnos con gente que quiere lo que queremos. Al final lo más difícil en esta situación del under porteño es conseguir tu público. Hay muchísima música, pero lo arduo en esta ciudad es encontrarte con el que te elige. Y la música no es lo único en juego. Hacemos este sonido que se corresponde con estas caras, con estos cuerpos y con esta manera de decir. Con estas ganas hacer lo que hacemos. Y con el encuentro me refiero a ese momento en el que estamos todos ahí sintiendo lo mismo.
-Muchas gracias, chicas.
*En junio del 2015 "Vecina en la vereda" fue declarada de interés cultural por el Ministerio de Cultura de La Nación. Si te interesa escuchar su música y saber más acerca de ellas, podés seguirlas en su página.
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