Vacaciones plenas: técnicas de mindfulness para empezar a meditar
Cómo aprovechar la libertad y el descanso para adquirir el hábito la atención consciente
Esperamos las vacaciones para poder descansar y recargar energías, sin embargo, la inercia del modo acelerado que vivimos durante el año a veces atenta contra el objetivo.
¿Cómo setearnos para poder disfrutar del nuevo paisaje, la nueva rutina, el modo más lento que proponen las vacaciones si seguimos hiperconectadas, con el celu en la mano todo el día, pendientes de lo que pasa en cualquier parte menos en el aquí y ahora?
Según el coach ontológico e instructor de mindfulness Silvio Raij , la buena noticia es que podemos generar cambios en nuestros hábitos si aprovechamos las vacaciones para aprender a meditar.
Desde la perspectiva del mindfulness, meditar es poner atención plena a lo que está ocurriendo momento a momento, es decir, estar conscientes. Así, la meditación se puede integrar a las rutinas diarias.
Te compartimos las claves que Silvio presenta en su libro Mindfulness, recupera tu paz interior (Paidós, $389) para que aproveches a ponerlas en práctica en tus vacaciones.
Mindful Walking o caminar consciente
Estando de vacaciones caminamos mucho y una de las prácticas más importantes del mindfulness es el caminar de forma consciente, despierta, prestando atención a cada paso y a nuestra respiración. ¿Cómo practicarlo? Simplemente camina sin la intención de llegar a ningún lugar, hacelo solo con la consciencia de querer caminar. La gente suele imprimir muchas preocupaciones y ansiedades mientras camina. Dan pasos pesados, inseguros y a veces llenos de miedo y tristeza. Si caminamos encerrados en nuestros pensamientos de preocupación, no importa lo hermoso que sea el camino, no lo apreciaremos. Caminá lento, sin apuro, como si fueras un bebé que da sus primeros pasos, abierto y curioso a descubrir lo que sea que se le presente, sin juzgar ni medir, simplemente, asombrándose y sonriéndole a cada nuevo paso que da. Porque cada paso es único y ocurre una sola vez.
Mindful Eating o alimentación consciente
La comida se torna un momento importante durante nuestras vacaciones. Tenemos la oportunidad de comer con amigos o con la familia y podemos aprovechar también para disfrutar de esos momentos y practicar el mindful eating o alimentación consciente. Por ejemplo, la próxima vez que te sientes a desayunar, puedes detenerte a observar por unos segundos el trozo de pan que tienes delante de tus ojos y pensar “éste es un trozo de pan”. Parece obvio, pero si durante ese momento, eres absorbido por otros pensamientos, no serás consciente de ese trozo de pan y lo comerás automáticamente e inconscientemente. La práctica de comer de forma consciente es darnos cuenta que lo que vamos a comer es un trozo de pan. . Lo mismo puedes experimentar cuando tomas el jugo de naranja que tienes junto a tu trozo de pan. Lo puedes ver como un simple jugo de naranja o como un verdadero milagro. Todo depende de tu nivel de consciencia. Si a esto le sumamos comer de una manera mas pausada y atenta, permitiéndote saborear cada bocado, sintiendo los aromas de la comida, los sonidos, las texturas de tu alimento, estarás meditando mientras desayunás y notarás como disfrutás mucho más. Alimentarse puede ser un acto automático y rutinario, o puede ser un momento de gozo, de disfrute y agradecimiento a la vida.
La puesta de sol
Podemos notar la presencia de la naturaleza en su máxima expresión. El mindfulness nos ayuda a despertar a esta realidad. Cuando le prestamos atención a lo que está ocurriendo en cada momento y lo sentimos, estamos tocando con la mente la posibilidad de sentir la vida a cada instante. Por ejemplo, podemos practicarlo al contemplar el maravilloso momento que sale el sol o la increíble puesta del sol. Podemos meditar acompañando el movimiento del sol mientras contemplamos su luz, su color, su brillo, su calor y al mismo tiempo revisar nuestra propia luz interior, nuestro brillo y el calor que irradia nuestro corazón. Esta práctica de ver el sol y ver nuestro propio sol interior nos dará una nueva experiencia y llenará de energía y paz nuestra mente.
Momentos de soledad
En vacaciones también tenemos la oportunidad de estar solas y conectar con nosotras mismas. Eso significa, escucharnos, sentirnos y conocer mejor lo que necesitamos. Una práctica para meditar en soledad puede ser el sentir que estamos vivas a cada instante y la gratitud que eso significa.
Una meditación para "sentirte a ti misma"
Comienzo por cerrar mis ojos pero muy suavemente, sin hacer fuerza... percibo el entorno que me rodea... Lo que oigo, lo que siento, lo que huelo, lo que toco lo acepto tal cual es... Dejo que el reloj avance sin intención de detenerlo... Permito que todo fluya naturalmente... Sin expectativas... Siento la presencia de mi cuerpo y mi mente... Siento el ahora y mi presencia... Solo me observo sin juzgarme... Descubro el ritmo de mi respiración... Estoy con la inhalación y con la exhalación... Siento el latir de mi corazón... Celebro estar viva ...Noto el movimiento natural de mi cuerpo al respirar... Siento este instante presente... Estoy viva.
¿Vas a aprovechar para bajar un cambio en tus vacaciones? ¿Qué técnica vas a implementar? También fijate: Horóscopo de enero: conocé las energías que te van a acompañar este mes y ¿Qué querés de estas vacaciones?
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