Una pionera que sabe conquistar
Viaje a la América colonial por las calles del casco histórico en la capital dominicana
SANTO DOMINGO.- Como suspendida en el tiempo, la capital de República Dominicana es un pasaje a la época colonial y la cuna del continente americano. Caminar por las calles del casco histórico de Santo Domingo, la primera ciudad fundada en América (1496), es recorrer la historia del Nuevo Mundo.
La primera iglesia, la primera taberna, el primer fuerte de América. Cada recoveco es digno de una foto no sólo por su valor histórico, sino por su belleza: hay sectores restaurados y otros en vías de restauración, pero todos conservan el misticismo único de la época de la conquista.
Anteriormente tierra de los taínos, de sus pobladores originarios casi nada queda; toda huella visible fue dejada por los españoles conquistadores, marcando un antes y un después de su llegada.
Un rápido recorrido puede hacerse en un día, pero bien vale la pena dedicarle dos jornadas a esta parte de la ciudad para desandarla como se la respira: tranquila, como mecida en algún sueño de siglos. El circuito fundamental es el conocido como la Ciudad de Ovando. Abarca alrededor de un kilómetro cuadrado del casco histórico y su nombre le rinde homenaje a Nicolás de Ovando, el gobernador español que trasladó la ciudad a la parte occidental del río Ozama, en 1502. El también fue un pionero: el primer urbanista de América. Una de sus grandes obras fue el impecable alcantarillado, que por su amplitud, además servía como escondite y refugio. Todavía pueden verse restos de los túneles. Uno de los sitios que los conserva es la propia casa de Ovando, que no sólo se mantiene en pie desde el siglo XVI, sino que, restaurada, hoy es un hostal de lujo en plena zona colonial.
La catedral y la fortaleza
El punto de partida es el parque Colón, el principal de la zona, donde se emplaza la Catedral Primada de América, y no le escapa a ser también, la primera en su tipo. El objetivo es caminar y dejarse sorprender paso a paso. Así se llega a la fortaleza Ozama, con vistas al río que le dio su nombre. Es la más antigua de la isla y de América, y fue construida para evitar ataques de invasores. Hoy puede visitarse para conocer cómo los locales veían el horizonte, hace más de cinco siglos.
Un poco más adelante, la calle Las Damas guarda su propia historia. No sólo por ser la primera trazada en piedra del continente, sino también porque por ella transitaba María de Toledo junto a su séquito, todos los días, para ir a ver a su marido Diego Colón al trabajo. Hijo mayor de Cristóbal, ostentó el título de primer virrey de España en América, y su casa, hoy convertida en el Museo del Alcázar de Colón, no sorprende que sea también la primera residencia privada del continente. Frente a la plaza España, a pocos metros de allí también hay otra construcción pionera que amerita un brindis con una Presidente bien helada, tal como se pide a la cerveza nacional. La cita es en Patae'Palo, la primera (cómo no) taberna americana.
Para terminar el recorrido es ideal una comida reparadora frente al punto de partida, en el restaurante El Conde, donde se puede probar algún plato típico acompañado de una bebida refrescante. Recomendable optar por alguno bien tropical, como el jugo lechosa -papaya- o de zapote, una fruta local. Justo al lado, el suvenir infaltable para los fumadores es un puro dominicano. Allí espera Juan, que fabrica a la vista los cigarros que él mismo vende, tal como lo hace desde hace más de dos décadas.
CON UN SOLO DIA NO ALCANZA PARA VER:
-Museo del Alcázar de Colón: frente a la plaza España, la entrada cuesta 2,5 dólares. De 9 a 17, todos los días, excepto los lunes.
-Boutique del Fumador: puros artesanales desde 3 dólares, en El Conde 109.
-Ristorante La Briciola: es uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad. Ofrece comida italiana en un bello patio español, originario del siglo XVII. www.labriciola.com.do
-Hostal Nicolás de Ovando: una versión restaurada y de lujo de la residencia del segundo fundador de la ciudad. Desde 144 dólares la noche, en base doble.www.accorhotels.com
Fuera del casco histórico, pero dentro del itinerario obligado en el paso por Santo Domingo:
-Museo Faro Colón: construido en 1992, para el 5º centenario del Descubrimiento de América, este monumental mausoleo guarda la tumba del conquistador de América. Abierto de martes a domingo, de 9 a 17. Entrada, 2.5 dólares.
-Parque Nacional Los Tres Ojos: parece imposible que a sólo diez minutos del casco histórico espere este bello parque. Frondosos árboles y unas escalinatas que descienden y dejan ver la gigantesca caverna, que guarda en su interior un lago de agua dulce dividido en tres ojos escondidos y uno al aire libre. De lunes a lunes, de 8 a 17.30. Entrada, 2,5 dólares.