Testimonio:“La Abuela Margarita me transformó”
Sé parte de este encuentro con la chamana mexicana que está despertando mujeres en todas partes del mundo con su mensaje: “somos las educadoras de la humanidad, Dios en potencia”.
La abuela Margarita es oriunda de Jalisco, México, y su propósito es compartir las enseñanzas de sus ancestros y sus tradiciones para recuperar el contacto profundo con la madre naturaleza. Para ella, lo fundamental es volver al origen y a lo simple. Trabaja de forma amorosa, compasiva y comprensiva realizando rituales, cantos y ceremonias que siembran una semilla de cambio en todos los que participan en sus actividades.
Su mera presencia es transformadora: es una mujer llena de sabiduría y fuerza, con quien existe la posibilidad de que tan solo a través de una charla toque tu corazón de forma profunda y permanente, haciéndote sentir una reconexión con el gran espíritu que nos habita.
Renacer en el temazcal
Fue en un retiro que sucedió en un viaje que realicé a México. Yo estaba en la grata y sabia compañía de la taróloga y escritora Marianne Costa, quien considera a la abuela como su maestra espiritual, por lo que me llevó a ponerme en contacto con ella. Si bien había oído hablar sobre ella, no la conocía personalmente, y es algo que nunca voy a olvidar.
Entre otras actividades, asistimos a la ceremonia del temazcal: un baño de vapor con rocas volcánicas calientes dentro de un recinto de barro cerrado, sin luz, en un contexto ritual. Allí se representa un pasaje por las distintas etapas de la vida: desde la gestación hasta llegar al nacimiento. El temazcal fue lo más fuerte para mí, porque no me siento segura frente a las extremas temperaturas y en la oscuridad. Gracias al trabajo de la Abuela, esto se transformó de una situación que me producía rechazo a una de las experiencias más maravillosas que tuve en mi vida.
Antes de entrar y una vez dentro también, fue una profundísima e intensa limpieza para mí: lloré, grité y me arrastré mientras todos cantaban y celebraban y a la vez me daban fuerzas. La abuelita, además de dirigir la ceremonia, trabajó conmigo cada minuto porque sabía que estaba atravesando un momento muy especial. Me decía que la agarrara de las piernas fuerte cada vez que tuviera miedo y me hacía gritar: "¡TENGO VALOR!".
Pude quedarme adentro hasta el final (una hora y media aproximadamente), lo que para mí fue como escalar la montaña más alta del mundo, y salí besando el piso y agradeciendo a la vida. Una vez afuera, me puse un nuevo vestido mexicano violeta y le pedí a la abuela si podía tomarse una foto conmigo (la de la izquierda): esta es la imagen apenas salí del temazcal de mi rendición total ante esta persona pequeña en estatura, pero inmensamente enorme y poderosa (¡la amo!).
Un rato después, me sentí privilegiada y honrada de poder tener una charla a solas con la Abuela. En el transcurso de esta conversación (que es un extracto de una charla de casi una hora) lloré, canté, me reí y también seguí sorprendiéndome y quedándome boquiabierta, porque todo con ella es divertido, intenso y maravilloso.
Abuelita, con respecto al trabajo que usted realiza, ¿qué elementos aprendió de sus ancestros y cuáles son de su propia creación?
Lo primero que quiero decirte es que "nada es aprendido": toda la humanidad tiene la sabiduría divina dentro. Nadie aprende, todos recordamos. Y creo que estamos aquí para recordar quiénes y qué somos: esencia y presencia divina. Hay que recuperar la memoria, y eso yo lo digo a través de los cantos, como este que dice:
"Soy el poder dentro de mí,
Soy el amor del Sol y la Tierra.
Soy gran espíritu y soy eterna.
Mi vida está llena de amor y alegria".
También lo dice este canto que me gusta mucho:
"Yo soy Dios, yo soy Dios, en mí está Dios, en mí esta Dios,
Desde de la eternidad, desde mi concepción,
Gracias, gracias, gracias doy
Por recordar de manera tan bonita
Esta gran verdad, esta realidad
Y fortalecerla en esta reunión".
¡Eso somos! Nomás que lo hemos olvidado.
Cuando volteamos a ver a nuestros antepasados, todos los de América, y vemos que ellos lo veían así, notamos que este ADN está dentro de nosotros y hay que revivirlo. Hay otro canto que habla sobre esto:
"Hay que retornar a nuestro hogar,
Donde mora la verdad universal,
Ahí encontraremos nuestro ser,
En este bello lugar, la mente y la materia son una unidad.
En este eterno hogar, la mente y la materia son unidad".
¡Es maravilloso! Hay que vivir ahí, hay que recordar quiénes somos. Yo comencé mi camino leyendo un poema de Quetzalcóatl (ver recuadro) y descubrí que todo eso habitaba dentro de mí.
¿Esto está relacionado con los rituales que uted realiza, como el de la sagrada pipa y el del temazcal? Son tan profundos que nos llevan enseguida a la verdad de lo que somos.
Todo lleva a lo mismo: tú lo has visto, en la ceremonia del temazcal estamos dentro del vientre de la madre Tierra haciendo que nosotros mismos recordemos quiénes somos. Todo es simbólico, acuérdate bien: simbólico. El agua puesta ahí ya no es agua. El cómo lo vamos recibiendo según cómo lo vamos viviendo: en algún momento, alguien lo practica y luego uno lo realiza.
Mira, hay muchas cosas que se dicen de palabra pero no se entienden, se escuchan, se leen y ahí se quedan. Yo siento que no hay mejor cosa que hacer las cosas. No se pueden entender si se leen o se dicen, hay cosas que solamente se entienden si se viven. Tú puedes entender el temazcal porque lo has vivido. Ahora, si hubieses leído el temazcal, ¿qué hubieses entendido? Nada.
Como mujer, ¿cuál cree usted que es el papel de la mujer en las ceremonias y en el mundo?
El papel de la mujer es bien bonito, somos las educadoras de la humanidad. El hombre desciende la energía y la mujer la manifiesta. (Se pone a cantar).
"Con el poder del amor, mi papá y mi mamá me concibieron, mi papá, con su eyaculación, descendió la energía del Sol y las galaxias. Mi mamá, con su poder, su óvulo, su sangre, hizo mi cuerpo que es, que es, la casa de Dios".
A las mujeres nos llega la energía del cosmos hacia nuestro sagrado vientre, hacia nuestros genitales, y recibimos un aviso en nuestro propio cuerpo de que se tiene que hacer un ser divino que quiere encarnar. Lo que nos han dicho es que los espermas compiten a ver quién gana, pero ¡no es verdad! Ellos se acomodan en un círculo y ahí ven cuál es el más acorde al óvulo y ahí somos concebidos; además, hay 12 espermas que lo ayudan a llegar. Luego de eso, la mujer segrega un líquido pegajosito que junta todos los espermas y los envuelve, y así es como somos cuerpo esencial de las galaxias. Desde el vientre somos las educadoras.
Cuando nacen los niños y niñas, tienen que estar cerca de nosotras por un buen tiempo. Luego, a los 13 años, está la ceremonia de cortar el cordón.
El hombre tiene que darnos nuestro espacio: somos tesoro y sosiego, el tesoro de la humanidad. Somos la polaridad receptiva.
A veces, siento que en esta época de hiperconexión es difícil encontrar el momento para vincularse con el gran espíritu. ¿Cómo cree usted que podemos recuperar el contacto con la naturaleza, sobre todo para quienes vivimos en la ciudad?
¡Cómprense un pedacito de tierra! Salgan a recibir los rayos del sol, eso solamente. Comiencen a salir a sembrar un ratito, a acariciar la madre Tierra. No hay imposibles, nada es imposible... Pero no nos vayamos a llenar de tantas cosas que nos sepultemos, la ambición nos es muy pesada. Quitados todos los cursos y recursos, lo máximo que tenemos que hacer es saber que todo este potencial divino está dentro de nosotros. "Si el sabio dirige sus estrellas y el tonto es regido por ellas, hay que saber que somos sabios".
Está fácil, ¿verdad? Es volver al origen.
POEMA DE Quetzalcóatl
Del rojo corazón de Quetzalcóatl brotó la flor de oro y la semilla
El dulce trino y la luz de la estrella en la frente de un pueblo
Nace el sol
Humanidad, flor y pájaro
En el centro vital del pensamiento
Está en el viento
Es ala, es nube
Agua que encarna en el maíz
¡Quetzalcóatl mágico y cósmico es!
Es joya, piedra preciosa que tiene inmersos la luz y los colores
Destellos del río de oro que lleva incrustada el habla
El canto, la voz de la flauta y la pirámide del conocimiento
Es el trueno que cimbra los metales de su voz en la garganta de los pájaros y en la humanidad
Crece como árbol florido en la boca humana y en el pico de las aves
Es el vino del amor
Delicia del calor de la mujer
Tesoro y sosiego del guerrero
Útero donde nace la vida
¡Quetzalcoatl mágico y cósmico es!
(Traducido de la lengua náhuatl al español).
Dónde encontrarla
Si estás planeando algún viaje a México, donde la Abuela realiza la mayoría de sus actividades, podés considerar sumar un encuentro con ella a tu itinerario. También viaja por el mundo dando charlas, talleres, temazcales y campamentos. Para conocer su programa, podés visitar su Facebook oficial: www.facebook.com/abuelamargarita13.
Más info:www.abuelamargarita.com.
¿Conocías a la Abuela Margarita? ¿Qué opinás de sus poderes? Te dejamos otros testimonios: "Me hice nómade por amor" y "Dejé de fumar y soy feliz".
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