Su jardín maternal cerró en pandemia, pero se reinventaron con un proyecto de educación
Paula, Vanina, Julieta y Noelia; cuatro mujeres que pusieron su energía y atención en reinventarse este año. Tienen su Jardín Maternal cerrado desde marzo por la pandemia pero no se quedaron quietas, en estos meses crearon un espacio alternativo para poder seguir creciendo. En esta nota, la historia de cuatro mujeres emprendedoras que armaron un subproyecto ligado a la educación en pandemia.
Una historia en común
Paula y Vanina son Profesoras de Nivel Inicial con especialización en Maternal, desde el 2006 tienen el Jardín Maternal "Soñar Juntos" en Caballito. Con el inicio de la cuarentena y en vistas de no poder abrir en el corto plazo, armaron un primer emprendimiento: "Había una vez", enfocado en ofrecer recursos para las docentes en goma eva, títeres, cuentos, poesías, cubos multifunción, para que pudieran ser utilizados de forma virtual. Luego sumaron opciones para los niños: títeres de dedo , cajas de arte, cajas sorpresas. Y, en la segunda parte del año sumaron "Seguir Soñando" con desayunos, meriendas y picadas infantiles, postres en frasco y velas artesanales de cera de soja.
Julieta es contadora y junto a su mamá Laura, crearon el Jardín Maternal y de Infantes "Cuentos y Cuenteretes" hace 3 años: "Cuenteretes didáctico nació a mediados de año, cuando ya veíamos que la vuelta a clases estaba cada vez más lejos: arrancamos con 65 matriculados y para ese momento ya teníamos un 50% menos. Un día, con un grupo de seños nos juntamos pensando en algo sencillo y nos dimos cuenta que podíamos hacer algo grande: Florencia puso a disposición su máquina de sublimar, Julieta tenía máquina de coser, Nadia puso sus manos para armar las tarjetas y yo me traje la máquina de mi mamá que tiene 32 años y me dispuse a aprender. Ninguna sabía cómo usar bien las herramientas pero nos pusimos a trabajar y hoy estoy orgullosa del producto que logramos."
Noelia es docente de nivel inicial y está a cargo de la Escuela Infantil N° 171 "El mundo de los Bajitos"; con el inicio de la cuarentena obligatoria, su rol mutó y se dispuso a coordinar las ventas, comprar el material, confeccionar y realizar la promoción de todo lo que se les ocurrió vender. "Un día me enteré que la panadería del barrio hacía descuentos y les pedí poder hacer uso de ello para armar meriendas. "Con esta idea en mente, les pidió a las docentes que la ayudaran a pensar qué otra cosa podían hacer: y así surgió la idea de alquilar los juegos de plaza del jardín y vender kits de arte. "Todo suma en estos momentos y no hay una sola cosa que funcione para siempre: creamos, además, un taller apuntado a las familias que transitan el primer año de sus hijos en pandemia con la idea de encontrar un espacio de comunicación e intercambio con gente que está pasando por la misma situación."
Emprender y reinventarse
Si bien el caso de cada jardín es particular, las cuatro atravesaron el mismo proceso de incertidumbre, de no saber si llegaban a pagar los sueldos durante tantos meses ya que son pocas las familias que siguen aportando, dentro de lo que pueden, para que sus puertas sigan abiertas. Las chicas lograron sobreponerse el miedo y activarse.
De esta crisis surge el ¿qué hago para no cerrar?; ¿de qué manera poder generar por fuera otro ingreso para poder seguir con nuestro sueño? "Si bien no es lo que estamos acostumbrados a hacer, la gratificación de ver que funciona, de crear nuevas formas de ayudar a las familias, encontrarnos con familias que transitaron por nuestro jardín hace tiempo, hace que todo tenga un poco más de sentido", comenta Noelia.
Vanina y Paula no pierden la esperanza de poder volver y abrir las puertas del jardín que armaron hace 15 años: "queremos que, de a poco y con todos los cuidados, los niños y las niñas vuelvan a re vincularse con sus docentes y sus pares y seguiremos adelante con los nuevos emprendimientos que ayudarán a atravesar un año duro en el que habrá que empezar casi de cero".
"Yo soy súper emprendedora'' - afirma Julieta - "y, si bien esta situación me dio fuerzas para pensar en un proyecto que puede continuar cuando las puertas del jardín abran de nuevo, el deseo para el 2021 es volver a esos días mágicos rodeada de seres hermosos llenos de vida."
En números
Cada una aprovechó las herramientas que tenía a mano para ponerse a crear, invirtiendo el menor capital posible pero sí dedicando mucho tiempo a reinventarse. Ya sea alquilando los juegos del jardín como en el caso de Noelia, haciendo juegos didácticos como el caso de Julieta, o desayunos infantiles, velas y cajas didácticas para docentes como Paula y Vanina.
- En 3 meses, "Cuenteretes Didácticos" lleva vendidas 80 cajas de juegos (@cuenteretesdidactico).
- En el 1 mes, "El mundo de los bajitos" contó con 75 alquileres y vendió 10 kits de arte (@mundodelosbajitos).
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