S.O.S: herramientas para combatir el estrés de fin de año
Cinco técnicas alternativas para atajar el cansancio físico y mental de estos meses.
Biofeedback
Qué es: una herramienta tecnológica para diagnosticar y tratar el estrés. En una misma sesión, la técnica alterna períodos de descanso con estímulos estresores (como un test matemático). Mientras tanto, sensores ultraprecisos miden las señales fisiológicas y registran las variaciones que se producen. La información se muestra en una pantalla y podés ver cómo, con ejercicios de respiración y relajación, se pueden controlar ciertos estímulos. Además, los desafíos que te presenta el software son dinámicos y divertidos.
Ideal para: reprogramar tu respuesta natural ante situaciones de estrés.
Lo mejor: visualizás en el momento los resultados de los ejercicios que te propone el terapeuta y el progreso alcanzado. De esta manera, se produce una retroalimentación (de ahí viene el nombre del tratamiento).
Dónde:Centro Médico Maffei.
Cuánto: cada sesión tiene un costo de $1000. Dependiendo de cada caso, el tratamiento puede requerir entre 10 y 15 sesiones.
Baño de bosque
Qué es: el perfume de las plantas, el crujido de las hojas, la textura de los troncos, la belleza del paisaje... Estar en un bosque es un regalo para los sentidos. Esta terapia, conocida por los japoneses como shinrin yoku, invita a realizar una caminata inmersiva en un entorno natural prestando especial atención a todo lo que pasa alrededor: una especie de mindfulness en contacto con la naturaleza. Durante el trayecto, se recomienda realizar ejercicios de meditación y respiración, para favorecer la relajación.
Ideal para: revitalizarte y conectarte con vos misma después de días tensos. Esta terapia baja la actividad de la corteza prefrontal del cerebro mientras estimula otras áreas relacionadas con la empatía y las emociones.
Lo mejor: un par de horas en el verde reduce la presión sanguínea, la producción de cortisol (la hormona del estrés) y los niveles de glucosa.
Dónde: solo requiere un lugar al aire libre, preferentemente con muchos árboles.
Cuánto: gratis.
Crash therapy
Qué es: para aquellas personas que prefieren algo más power, la crash therapy es perfecta. Es una técnica de catarsis que consiste en destruir todo tipo de objetos en un espacio seguro y especialmente ambientado. Para que no te golpees, te dan un equipo de seguridad que consta de un mameluco, guantes y un casco con protección facial. Tenés la opción de elegir tu propia playlist y de contratar un servicio de filmación para después repasar tu performance en casa. Al terminar, te relajás en un sillón con música. Como descargás toda la energía acumulada, vas a salir con una sensación de calma, lista para dormir como un bebé.
Ideal para: deshacerte de emociones negativas como la rabia y el enojo.
Lo mejor: es una experiencia liberadora, divertida, y un buen plan para sacar la rabia sin culpa.
Dónde: The Break Club, en Palermo.
Cuánto: los precios oscilan entre $300 y $1500 según los objetos que elijas y si compartís o no la experiencia con otra persona.
Tabla de inversión
Qué es: es una camilla acolchada que rota y te mantiene sujeta por los pies para quedar suspendida sin caerte. Podés usarla para realizar posiciones invertidas unos minutos al día o en clases de elongación y reeducación postural, que tienen como objetivo modificar los hábitos nocivos al pararnos, sentarnos o caminar.
Ideal para: aliviar tensiones y dolores musculares. Al estar invertida, la columna se estira y las articulaciones se descomprimen. Además, la circulación mejora, lo que permite una mayor oxigenación y eliminación de toxinas.
Lo mejor: su efectividad. Con pocos minutos al día, le das al cuerpo un estímulo para liberar la tensión que se produce con las malas posiciones.
Dónde: en tu casa o lugar de trabajo, con la ayuda de un instructor. También se hace en centros como Kaddour, Laura Winter y Dynathos.
Cuánto: cuesta entre $7000 y $10.000 y la conseguís en MercadoLibre o en Progravityhealth.com. Las clases de 45 a 60 minutos cuestan alrededor de $500.
Realidad virtual
Qué es: mediante visores y con música tranqui de fondo, entrás a un mundo paralelo en tres dimensiones, de apariencia real y alejado de las tensiones diarias. Al mismo tiempo, podés realizar una meditación guiada. Para acceder a la realidad virtual en cualquier momento y lugar, además de tener un smartphone con giroscopio (hoy casi todos lo tienen), basta con adquirir un Google Cardboard, que es un visor de realidad virtual hecho de cartón (cuesta US$ 10), y bajarte una de las tantas aplicaciones. Hay apps pagas y gratuitas, como Relax River VR, que te lleva de excursión en barco a través de un río, o Yana VR Relaxation, para disfrutar de puestas de sol y cielos estrellados.
Ideal para: desenchufarte de la rutina a través de una vivencia diferente.
Lo mejor: sin tener que viajar, te trasladás al lugar que quieras: una playa paradisíaca, una pradera o la cima de una montaña.
Dónde: Syncro VR (Scalabrini Ortiz 1618).
Cuánto: $150 por media hora.
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