Sin pelos en la lengua (¡Ni en ningún lado!)
Dalia nos cuenta con lujo de detalles lo que realmente significa estar depiladas.
PARA LA NACIONDalia Gutmann
Cuando llega el verano y el calor, también a nosotras nos ataca una presión extra: la obligación de no tener ni un mísero pelo a la vista. Porque no queremos. NI UNO SOLO. Ni siquiera una "sombrita". Ni puntitos. NADA. Nuestra fantasía es que nuestro cuerpo aparezca photoshopeado y por eso hacemos cualquier cosa para disimularlos: nos embardurnamos con cera caliente, los arrancamos - si es necesario, uno por uno - con la pincita de depilar, nos pasamos con furia la maquinita... Y en esa cruzada no medimos las consecuencias. "¡Que sangre si es necesario, pero ni un pelito se me tiene que ver en la playa!"
Pero después caigo en que la misión es imposible. Porque los pelos insisten TODO EL TIEMPO en querer mostrarse. ¡Así de rebeldes son! Por eso les confieso que estoy pensando seriamente en hacerme la depilación definitiva. Porque sí. Porque llega un momento en la vida en que la querés cortar con eso de acostarte en una camilla para que te enchastren con toda esa cera hirviendo para arrancarte los pelos. Pero acá viene el dilema: se llama DEFINITIVA. Y yo creo que no estoy preparada psicológicamente para nada que sea PARA SIEMPRE.
¿Y si después extraño mis pelos?¿Y qué? ¿Nunca más voy a tener que sacar turno para que me esquirlen? ¿Nunca más voy a tener que "sostener los cachetitos" para hacerme la tira de cola? ¿Nunca más Dorys (la depiladora con nombre de depiladora) me va a retar porque me pasé la maquinita? ¿Y nunca más le voy a tener que robar la maquinita a mi marido porque "pintó pile" y me los tengo que sacar de urgencia?Me parece que sí. Me voy a hacer la definitva. Definitivamente.
DATO ÚTIL
Si te da vergüenza el libro que te compraste para leer en la playa ¡forralo! O ponele una falsa tapa de alguna obra de Michel Foucault para que la gente crea que sos re intelectual...aunque en realidad te estés devorando el libro de Polino o Cincuenta Sombras de Grey.
EL 42%
de las que adoramos el verano, no lo hacemos porque nos guste broncearnos ni ir a la playa. Es porque nos gusta comer helados compulsivamente.
TENGO UN DÍA
Estar indispuesta en vacaciones es lo menos: la panza hinchada, estar pendiente de no mancharse, tener que usar tampones. Me gusta ser mujer pero ¡qué poco práctico resulta a veces!
¿Cuándo corno van a inaugurarse los gimnasios y balnearios que PROHÍBAN la entrada a la gente con lomazo? #MeTienenRePodrida
PERFILES
Las que cumplimos en enero. Casi todos mis festejos fueron en un lugar de veraneo rodeada de... ¡desconocidos! Y la máxima emoción del día es que alguno se acuerde y me llame para saludarme.
¿Probaste la depilación definitiva? ¿Te dio buenos resultados?
Por Dalia Gutmann
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