Sexo: los nuevos códigos de la juventud
Nuestra madre posmo comparte la desopilante charla que tuvo con su sobrina.
PARA LA NACIONDalia Gutmann
Yo me creía "re oupen maind", te juro. Hasta la conversación que tuve el otro día con mi sobrina "teen":
–Ay, tía, ¡no sabés qué descontrol hicieron los de quinto en la fiesta de fin de año!
–Ay, porrr favorrr, ¡si sho soy re moderna!
–Bueno, entonces a vos te puedo mostrar un videíto...
Ay, ay, ay... ¡De repente, sentí que tenía 89 años! "Pero ¿qué hacen estos pibitos?". Tomaban jarras con bebidas fosforescentes, mostraban las lenguas, las tetas, se chapaban todos con todos. Sí, TODOS CON TODOS: Julieta con Pablo, Pablo con Santino, Santino con Julieta, Camila con Julieta. Camila con Santino y con Julieta. TODOS CON TODOS.
Quise sostener mi papel de "re moderna", pero se me empezó a notar la cara de asombro y de "pero ¡por favor, la juventud está perdida!". (¡Y pensar que yo me creía rapidita porque una vez me transé a dos en una misma noche! –¿o ya no se dice transar?–).
Cuando creía que ya lo había visto todo en ese videíto viajero de WhatsApp, tuve oooootra charla teenager y reveladora. En un asado, una NIÑA de 15 años estaba un poco angustiada porque Camila, su novia, la había dejado. Sí, tiene novia: le gustan las chicas. 2016. Lo re entiendo ¡y aguante! El temita es que después me contó que parece que ahora su ex Camila ya no es más Camila, sino que es Mauro. "Lo que pasa es que en realidad Camila quiere tener muchos followers en Instagram y con esto del cambio de género lo está logrando". Y otro chico que también estaba ahí comentó: "Yo antes cuando era hetero me chapé a Camila, pero ahora, como Mauro, no me gusta más". Bueno, listo, me perdí, estoy out. ¡Mi "openmaindismo" tiene un límite!
Nuevos códigos
OK, tengo 38 años. Me siento joven, pero hace más de veinte años que terminé el secundario. VEINTE AÑOS. Encima, hace QUINCE que estoy en pareja, y ando un poco atrasada con los nuevos códigos de levante.
El otro día, un conocido me manda por DM en Twitter un "¿Cómo estás?", y una amiga me dice: "Ay, nena..., el ‘¿cómo estás?’ por DM es re de levante". ¿Quééé? ¿O sea que anduve histeriqueando a lo pavote y no me di cuenta?
A veces pienso cómo sería mi vida si volviera a las pistas y quisiera salir a romper la noche... Ir a alguna disco copante que tenga un buen disk jockey, fichar a algún flaco... Irme con él a los reservados y apretar un rato...
Igual, sospecho que la onda ahora va por otro lado. Parece que la que va es pasarse horas mirando fotos en Tinder, poniendo corazoncito o cruz. Le digo a una amiga: "¿Vos tenés Tinder?" y me dice: "Ay, por favor, ¡Tinder ya fue! Ahora la onda es Happn, Kickoff o Pure!".
Paren un poco, chicos, de verdad. Les deseo mucha suerte a todos allá afuera, pero yo me quedo donde estoy. Arréglense como puedan y avísenme cuando haya alguna ocasión feliz para juntarnos a brindar. Y sépanlo, los están engañando a todos: lo que usan para tomar tragos no son vasos, ¡son frascos de mermelada!
¿Qué te pareció la columna de Dalia? ¿Te pasó algo de esto alguna vez? Además: Sexo: menos programas y más sorpresas y Los consejos sexuales de nuestras amigas
Por Dalia Gutmann
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