Selva Almada: “Los femicidios son la expresión máxima de una trama social que permite que existan”
La escritora, autora de Chicas muertas está trabajando en una nueva novela y en el guión de una película.
Su nombre remite a paisajes verdes y exuberantes, pero en sus ficciones suele evocar ambientes y colores más austeros, que llegan de los pueblos del interior de la Argentina que no son vistos con especial detenimiento. Desde que El viento que arrasa, su primera novela, fue halagada por Beatriz Sarlo (“¿De dónde viene este libro sorprendente?”, se preguntaba Sarlo), Selva se fue posicionando como una de las plumas más seguidas del campo literario argentino. En las notas se habla de ella como “una de las voces más interesantes” y “una de las escritoras más reconocidas de su generación ”, pero ella se toma ese tipo de afirmaciones con serenidad. “Me da un poco de pudor leer esas cosas y, aunque pueda sonar a falsa modestia, no me las creo mucho tampoco. Quiero decir: sí sé lo que vale mi trabajo, porque sé que trabajo mucho desde hace muchos años para escribir lo que escribo. Pero que haya ocurrido algo con todo esto, creo que fue una cuestión bastante fortuita. Tuve un poco de suerte”, dice en su casa de Flores mientras me convida un té de hierbas.
Oriunda de Villa Elisa, Entre Ríos, donde vivió hasta los 17 años, Selva se fue a estudiar a Paraná (primero Comunicación Social, más tarde Letras) y recaló en Buenos Aires hace casi 20 años, ya segura de que quería convertirse en escritora. Fue en la gran ciudad que se dio cuenta de que los paisajes y las sonoridades que conocía desde chica podían convertirse en material potente para su literatura. “Cuando estaba en Entre Ríos me parecía que escribir sobre Entre Ríos no tenía ningún interés, ni para mí ni para otros. Todavía no había leído a autores provincianos que me gustaran. Con el tiempo descubrí a Ricardo Zelarayán, leí más profundamente a Juan L. Ortiz y a otros y entendí que ese ambiente también podía ser propicio para mis relatos”, recuerda Selva.
UN LIBRO Y UNA CAUSA
También en el interior sucede Chicas muertas, su primer libro de crónicas, en el que rescata la historia de tres jóvenes asesinadas durante los años 80. Chicas muertas fue un viaje literal que la llevó a Córdoba, Chaco y Entre Ríos, las provincias donde ocurrieron los crímenes, pero también fue un viaje de introspección a su propia historia y su escritura. Hasta la edición de Chicas muertas, ella nunca había escrito un libro de no ficción, y se animó a hacerlo escudada en la libertad que le daba su perfil de escritora. En el libro no solo hay lugar para los hechos tal y como sucedieron: también hay espacio para las percepciones (Selva imagina cómo habrán sido las últimas horas de las chicas) y para lo autobiográfico: la narradora repasa cómo se enteró de los crímenes (“Yo tenía 13 años y esa mañana la noticia de la chica muerta me llegó como una revelación. Mi casa, la casa de cualquier adolescente, no era el lugar más seguro del mundo. Adentro de tu casa podían matarte”, escribe) y además se da permiso para contar algunas anécdotas sobre su vida. “La idea de esas anécdotas era que funcionaran como una demostración de que el machismo está presente en muchísimas situaciones que vemos casi a diario y que todas hemos pasado. Los femicidios son el punto final, la expresión máxima de una trama social que permite que existan”, explica.
Chicas muertas fue, para Selva, el proyecto que la ayudó a entender que a través de su trabajo podía ponerle el cuerpo a la causa feminista. Y aunque los libros que publicó después (El desapego es una manera de querernos, una serie de cuentos, y El mono en el remolino, un compendio de anotaciones sobre el rodaje de la película Zama, de Lucrecia Martel) no estén directamente vinculados con la temática, su interés por los casos de violencia de género persiste a través de los años. Por eso, lejos de instalarse en la torre de marfil, Selva vuelve al tema y abre el debate cada vez que puede: “El libro sigue generando un gran diálogo, despertó algo que yo no esperaba. Me gusta ir a escuelas a charlarlo o seguir la discusión con los lectores a través de Facebook”, cuenta.
Dónde seguirla
Este mes vuelve al ruedo con Carne Argentina, el ciclo de lecturas que se da, gratis, en el Bar de Radio La tribu.
ciclocarneargentina.blogspot.com.ar.
El 23 de junio se presenta en Venado Tuerto con Cátedra Bailable, un ciclo de charlas con escritores que combina literatura y baile. •
¿Leíste algo de esta autora? ¿Qué te movilizó de esta nota? También te mostramos: Quién es la cocinera inglesa que se quedó en Argentina para crear una empresa solidariayQuién es la argentina que puede aguantar 5 minutos y medio sin respirar abajo del agua
Maquilló y peinó Matías Callegari para Sebastián Correa Estudio con productos Givenchy.
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