Sargazo. El problema ambiental que cuesta millones de dólares y no se resuelve
Durante gran parte de 2019, las playas del Mar Caribe fueron invadidas por una aglomeración de algas conocidas como sargazos. El olor de la descomposición de las algas inundó las costas y alejó a los veraneantes. Bajó la ocupación de los hoteles y se generaron pérdidas millonarias. Pero el sargazo no solo trajo consecuencias a nivel turístico, sino que también incidió en el ecosistema caribeño. "El sargazo es una especie de epidemia. Hasta la fecha, no se tomaron medidas contundentes para reducirlo de raíz. Es tarea de las autoridades adoptar un enfoque ecosistémico como una estrategia general que se pueda integrar e implementar en los planes de gestión de las costas", señalan desde Greenpeace México.
¿Qué es?
El sargazo en sí mismo no es un problema. Es una macroalga de color pardo o verde oscuro de gran tamaño que vive en suspensión en los mares y que se desplaza movida por las corrientes de los océanos. En el Caribe, hay dos especies, Sargassum natans y Sargassum fluitans. Sus desplazamientos permiten la conexión de cientos de seres vivos.
En mar abierto, forman un ecosistema valioso. Albergan a peces, camarones, cangrejos, tortugas e incluso seres que no habitan en otro lugar del planeta. Por ejemplo, funcionan como refugio y alimento para miles de tortugas marinas bebés que, mientras crecen, se protegen en estas algas de sus depredadores. En las costas, ofrece alimentación a las aves debido a los insectos que atrae, evita la erosión de las playas y fertiliza las plantas en la duna costera.
El sargazo tiene la facilidad de crecer muy rápido, duplicando su biomasa en menos de 20 días si las condiciones para su crecimiento son favorables. El problema aparece cuando crece demasiado.
¿Por qué es un riesgo?
Desde las costas de Trinidad y Tobago, República Dominicana, Cuba, Colombia y el Caribe Mexicano, entre 2011 y 2018 se registraron afluencias masivas de sargazos, que han ido en aumento con el tiempo. Su llegada masiva a las aguas litorales y playas puede atribuirse directamente a la acción humana. Por un lado, el incremento en la temperatura de la superficie del océano, debido al cambio climático, favorece su reproducción. Por otro, los cambios en las corrientes oceánicas, por el derretimiento de los polos y glaciares, inciden en la llegada de más sargazos de los que había anteriormente. Además, las descargas de aguas residuales en los mares y el uso de agroquímicos en la agricultura transportan nutrientes para estos organismos. En su encuentro con los escurrimientos de fertilizantes provenientes de los campos agrícolas, su reproducción puede ser de hasta 11 veces en el lapso de una semana.
"Únicamente en México, los reportes indican que la biomasa algal retirada de las playas ascendió a las 528 mil toneladas durante 2018. Calculan que la biomasa flotante, que podría llegar a acumularse frente a las costas de América del Sur y potencialmente distribuirse por el Caribe, ronda los 20 millones de toneladas métricas", señalan desde el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México.
¿Afecta al planeta?
Entre los efectos adversos del sargazo se destaca la erosión de playas. Los pastos marinos que fijan la arena se quedan sin oxígeno y generan la erosión. Debido a que las algas son arrastradas por las corrientes hacia la costa, la disminución de oxígeno y filtración de la luz al interior del mar también causa la muerte de las especies marinas que habitan en la zona, como tortugas y peces. Además, cambia la calidad del agua. Su presencia trae más nutrientes y afecta a los corales de la región. Por otro lado, cuando se descompone en la orilla, contamina las playas, lo que afecta al sector turístico y las comunidades aledañas. Sin embargo, sacar las algas de la playa también puede dañar los ecosistemas. Si no se realizan los protocolos de limpieza con cuidado, se pueden romper nidos de tortugas que están bajo la arena.
Su descomposición también representa una amenaza para la salud humana por su alto contenido de arsénico y metales pesados. La putrefacción e hipersalinización que provocan estas algas en la costa pueden acabar en el manto freático (las napas subterráneas) y contaminar el agua dulce de los ríos subterráneos y los acuíferos.
¿Cómo combatirlo?
El Plan General de Atención al Sargazo de México busca evitar que las algas lleguen a la playa, por medio de estudios oceanográficos que indiquen las trayectorias más probables y el uso de barreras de contención cerca de la playa. Además, este año se constituyó el Programa de Cooperación Caribeña de Lucha contra el Sargazo. Su objetivo es la valorización comercial y científica del aprovechamiento del sargazo. "Es necesario un cambio radical en la política energética de los países con una disminución en uso de combustibles fósiles y una apuesta ambiciosa por las energías renovables". Ya existen experiencias con proyectos en pequeña escala. Hay iniciativas para que se pueda aprovechar el sargazo para biodiésel. Las cantidades importantes de potasio y fósforo de estas algas hacen que también pueda utilizarse como alimento para aves de cautiverio, hacer compost y posibles usos en la elaboración de alimentos, fármacos y cosmética. Asimismo, hay proyectos para confeccionar ladrillos con este organismo, construir viviendas y donarlas a personas de bajos recursos. •
¿Qué podés hacer vos?
- Exigí a los gobiernos una agricultura libre de agrotóxicos. Para evitar que los escurrimientos vayan al mar.
- Cambiá tus productos de limpieza e higiene. Desde los detergentes hasta el champú, todos los químicos terminan en el agua. Comprá cosmética natural sin colorantes, libre de parabenos, ftalatos, sulfatos y petrolatos, y elementos de limpieza biodegradables.
- Elegí opciones con una baja huella de carbono. Disminuí el consumo de carne y de combustibles fósiles (nafta). Así promovés una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Practicá el ecoturismo. Viajá a playas donde no haya tanto impacto ambiental, hospedate en hoteles eco y utilizá transporte sustentable.
En números
- El Gobierno mexicano destinó casi € 3M en 2018 para retirar la materia en descomposición. Sin embargo, los recursos fueron insuficientes.
- 72 especies marinas son afectadas por el sargazo en las costas. La mayoría, anguilas, peces, pulpos, tiburones y tortugas.
- 30% de los océanos del mundo serán protegidos mediante el establecimiento de santuarios marinos, bajo el Tratado Global de los Océanos, firmado por países de la ONU.
Experta consultada: Aleira Lara. Directora de campañas de Greenpeace México.
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