Río de Janeiro: diez claves para no perderse en el Carnaval de rua
Cómo funcionan los blocos, horarios y hasta dónde comprar el disfraz para la gran fiesta callejera carioca
En Río de Janeiro el año se divide en antes y después del Carnaval, y aunque en 2014 comience oficialmente en marzo, ya se celebra desde hace semanas en las calles de la ciudad. Existen dos carnavales: el del Sambódromo que pasan por TV y el histórico Carnaval de rua , de calle, retratado en la película Orfeo Negro (1959) del director de cine francés Marcel Camus, basada en la obra de teatro de Vinícius de Moraes, Orfeu da Conceição (1954). Una fiesta colectiva popular y gratuita, oriunda de diferentes pueblos, en la que la multiplicidad es la única regla. Desde 2004, el Carnaval de rua de Río de Janeiro figura en el Libro Guinness de Records como el mayor carnaval callejero del mundo, con dos millones de personas por día en sus blocos (desfiles). Este año hay más de 550 blocos -466 son oficiales-. Los números son un tanto exorbitantes, pero a no temer, con esta guía de diez pasos, lo más difícil para participar de la fiesta será elegir de qué disfrazarse.
1. Conocer la jerga.
Algunas palabras se repetirán con frecuencia durante todo el Carnaval, así que para comenzar es mejor saber de qué estamos hablando. Bloco: agrupación musical de carnaval que se presenta en las calles. Foliões: se llama así a todos los que participan activamente de los festejos del carnaval. Fanáticos del carnaval. Marchinha: música tradicional del carnaval brasileño de principios del siglo XX, descendiente de la música popular de Portugal. Actualmente, las marchinhas fueron reemplazadas por el samba-enredo en los desfiles del Sambódromo, pero continúan vigentes en los blocos callejeros. Incluso hay un concurso de marchinhas que acaba de realizarse. Las letras son cada vez más creativas y sarcásticas, y los resultados pueden verse en www.concursodemarchinhas.com.br . Ritmista: percusionista, responsable de marcar el ritmo de las baterías de las escuelas de samba o en los blocos. Trio elétrico: escenario móvil, montado sobre un camión, con grandes parlantes o amplificadores, sobre el que se presentan bandas de axé y forró. Durante el Carnaval, una agitada multitud va siguiendo el trío por las calles. Son típicos del Carnaval de Salvador, pero en Río también hay. Fantasía: disfraz, imprescindible para participar de los blocos. Mané: tonto, bobo, por ejemplo, el que va al bloco con billetera y celular y los pone en el bolsillo de la mochila que lleva en la espalda.
2. Cuestión de tamaño.
Entre las más de 550 agrupaciones musicales hay desfiles de todos los tamaños y para todos los gustos. Algunos blocos son multitudinarios, como Cordão de Bola Preta, que el año pasado reunió a 1,8 millones de foliões y marchará el 1° de marzo por el centro de la ciudad, a las 9; o Banda de Ipanema, el mítico bloco de las drags queens que este carnaval celebra sus 50 aniversario y sale el 1° y el 4 de marzo, a las 17, desde la Rua Gomes Carneiro. Enoclofóbicos abstenerse. Y hay bloquinhos -aunque cada vez menos, porque cuando son buenos enseguida aumentan de tamaño- barriales, mucho más tranquilos, como Desce, mas não sobe (Baja, pero no sube), que desfila por el barrio de Santa Teresa, y Cordão Boi Tolo, surgido en 2006 a partir de los foliões que, por culpa de un cambio de horario a último momento, llegaron tarde para Cordão de Boitatá, y decidieron armar su propio bloco, regado de músicos de diferentes bandas y sin recorrido fijo. Mientras que en los desfiles masivos domina el toqueteo y besuqueo, con y sin permiso, los blocos más chicos son más distendidos, incluso porque hasta se puede respirar sin tener un cerco humano alrededor. Muchos de estos grupos ni siquiera publican las fechas de salida con demasiada anticipación para que no se llenen.
3. Puntualidad.
Justamente en la fiesta más informal del mundo el horario es cosa seria, muy seria. Los blocos comienzan puntualmente a la hora programada y lo más conveniente es estar en el punto de concentración bastante antes, porque una vez que el bloco arranca, avanza rápidamente. Es bueno saber con anticipación si el desfile marcha o se queda en el lugar. En caso de que marche ¡a llegar temprano!
4. Al sol.
Contrariamente a lo que se piensa, en Río el carnaval es una fiesta diurna, hay blocos que comienzan a las 7 de la mañana y de allí se pasa a otro bloco, y a otro, y a otro, hasta caer exhausto. La consigna no es trasnochar, sino madrugar y durar.
5. Efectos colaterales.
Si el público que participa de la fiesta del Rey Momo ronda los 6 millones de personas, hay que calcular que la cantidad de latas de cerveza que se consumen son, como mínimo, 48 millones -estimando apenas 2 latas por participante por día, durante 4 días-. Esto trae aparejado, en primer lugar, una importante cantidad de bébados -borrachos- que circulan por la ciudad; en segundo lugar, Río de Janeiro se transforma en un gran baño público, porque a pesar de haber cada vez más baños químicos en los blocos, son muy pocos los foliões que los utilizan. El olor llega a ser tan insoportable que lo mejor que puede pasar es que llueva, así se lavan las calles. El Carnaval es, también, uno de los eventos que más cantidad de basura producen: las playas y el mar quedan repletos de desperdicios, incluso con el eficiente servicio de la Comlurb, un ejército de barrenderos vestidos de naranja armados de escobas y máquinas, que sigue a cada uno de los desfiles. Esta edición será la primera en la que se aplica la ley de lixo zero (basura cero), donde aquel que tire basura al piso puede ser multado. Lo mismo aplica para los mijões, los que hagan pis en la calle, o en un árbol, o en la pared. Desde hace una semana y hasta el 9 de marzo, habrá 8644 agentes de la Seop (Secretaría Municipal de Orden Pública) que circulen por la ciudad. La multa cuesta 157 reales y vale para brasileños y extranjeros.
6. Blocos temáticos.
Cada vez son más los blocos que, en lugar de tocar las clásicas marchinhas de Carnaval, interpretan estilos musicales más universales o se dedican a un artista en particular. El Bloco Cru, que se presenta el lunes 3 de marzo a las 17, en la Praça XV -no se desplaz-, utiliza instrumentos típicos del samba para tocar pop y rock: las canciones más conocidas de Rolling Stones, Prince, The Clash, Radiohead y Niravana, entre otros, forman parte del repertorio. Devotos de Marley mezcla reggae con samba y toca el martes de Carnaval de 14 a 18 en la Playa do Pepê, en Barra da Tijuca. El mismo día tocará la ya famosa Orquestra Voadora en el Aterro do Flamengo, a las 17, bloco inspirado en las brass band del este europeo. Sus instrumentos de viento que hacen sonar hits de todo el planeta atraen a cada vez más personas. Exalta Rei interpreta apenas canciones de Roberto Carlos, se llena, y este año se concentra en el centro de Río -Rua Araújo Porto Alegre-, el 1° de marzo a las 17. Los que gustan de Michael Jackson se darán una panzada con el Thriller Elétrico, que toca el domingo 2 de marzo, a las 10 en la Plaza Barão de Drummond, Vila Isabel. Y los amantes de The Beatles tienen que dirigirse al Aterro do Flamengo, el lunes 3 de marzo, a las 15, frente al Monumento dos Pracinhas, para unirse a la banda de Sargento Pimenta.
7. Carnaval con chicos.
El mejor bloco infantil es Gigantes da Lira, que sale hoy, nada menos que a las 8 de la mañana, por el barrio de Laranjeiras. Pero habrá otra chance el sábado 1° de marzo a las 17 en el Shopping Downtown de Barra da Tijuca, con entrada gratis. Los chicos la pasan genial. El mismo sábado Bagunça Meu Coreto, bloco infantil repleto de disfraces y marchinhas, toca en la Plaza São Salvador, Laranjeiras, a las 10. El lunes 3 de marzo, el grupo Largo do Machadinho, Mas Não Largo do Suquinho entretendrá a la criançada a partir de las 10 en la Plaza Largo do Machado. Y a las 15 la versión infantil de Banda de Ipanema se reunirá dentro de la Plaza General Osório.
8. Listita útil.
Los más fanáticos y aplicados pueden elaborar una lista de blocos preferidos para disfrutar de un Carnaval maratónico pero ordenado. De hecho, la página www.samba-choro.com.br/ carnaval/2014 permite hacer esta lista on line. Los blocos pueden buscarse por fecha, nombre o barrio y la mayoría tiene una descripción clara y completa sobre el grupo en cuestión . Hay que tener en cuenta que en esta época el tránsito empeora aun más de lo normal y los traslados de un desfile a otro pueden demorarse. Los horarios publicados por los blocos suelen ser los de concentración y demoran generalmente una hora más hasta que arrancan, pero algunos salen a la hora publicada, así que mejor estar antes.
9. ¿Qué me pongo?
Disfrazarse es parte fundamental de la fiesta. La diferencia entre hacerlo y no es abismal, tanto en lo que se siente como en la comunicación con el resto de la gente. El Saara, un centro comercial a cielo abierto, parecido al Once porteño, ofrece todo lo necesario por pocos reales. Hay que soportar la multitud que también se acordó tarde del disfraz, pero el esfuerzo vale la pena. Para ir lo mejor es tomar el Metro y bajar en la Estación Uruguaiana.
10. Seguridad ante todo.
Increíblemente, a pesar de la cantidad de bébados y las grandes multitudes, el Carnaval es una de las fiestas más pacíficas que hay. Raramente se arman peleas, pero comúnmente hay una buena cantidad de robos menores. El asunto es no ser mané y salir con lo mínimo indispensable, llevar las cosas en un bolsillo o cartera, pero adelante, nunca atrás. Cuidado con aceptar tragos, dulces y pastillas de desconocidos -el cóctel de somníferos Boa Noite Cinderela sigue causando estragos-, y usar siempre camisinha (preservativos). El año pasado el gobierno, consciente del alto grado sensual y sexual del Carnaval, repartió casi 70 millones de camisinhas en todo Brasil, especialmente en Río de Janeiro, Salvador y Recife, las ciudades que tienen los más grandes carnavales callejeros del país.