Reino Unido también prohíbe dispositivos electrónicos en vuelos de Oriente Próximo y África
Se suma a la restricción de EE UU para tabletas y portátiles por una presunta amenaza terrorista
Reino Unido prohibirá llevar tabletas y computadoras portátiles en la cabina de los aviones procedentes de seis países de Oriente Medio, en línea con la medida adoptada horas antes por el Gobierno de Estados Unidos. En el caso británico la restricción, que entrará inmediatamente en vigor, afecta a dispositivos cuyo tamaño supere los 16 centímetros de alto, 9,3 de ancho y 1,4 de grosor, en vuelos directos procedentes de Turquía, Líbano, Jordania, Egipto, Túnez y Arabia Saudí. La medida obliga a los pasajeros a facturar dichos aparatos electrónicos. La mayoría de smartphones, afirma el comunicado del Ministerio de Transportes británico, están por debajo de las dimensiones prohibidas y, por tanto, podrán seguir llevándose en la cabina.
Las restricciones son similares aunque abarcan aún más que las adoptadas por el Gobierno de Donald Trump, que tomó la medida por una presunta amenaza terrorista. En el caso estadounidense las restricciones afectan a Kuwait, Marruecos, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. En Reino Unido se incluyen los vuelos procedentes de Túnez.
La medida, que afecta a ocho compañías británicas y seis aerolíneas extranjeras, la ha tomado el Gobierno británico después de una serie de reuniones sobre la seguridad aérea, a las que ha asistido la primera ministra, la última de las cuales ha tenido lugar en la mañana del martes.
"La seguridad del público que viaja es nuestra más alta prioridad", ha explicado un portavoz del Gobierno. "Por eso sometemos nuestra seguridad aérea a una revisión constante y ponemos en marcha medidas que consideramos necesarias, efectivas y proporcionadas".
El portavoz del Downing Street asegura que han estado en "estrecho contacto" con Estados Unidos "para comprender completamente su posición". Reconoce el Gobierno que las "medidas adicionales de seguridad" pueden causar "perturbaciones" para los pasajeros, y asegura comprender la "frustración que provocará". "Pero nuestra prioridad será siempre la seguridad de los nacionales británicos", añade.