¿Quiénes están pintando las persianas de Buenos Aires?

La suma de buenas voluntades fue quizás el gran puntapié para que Proyecto Persiana no sólo funcione, sino que crezca. Es un emprendimiento que propone transformar las persianas de Buenos Aires a través del arte. Edición tras edición, se suman cada vez más comerciantes de la mano de artistas.

Santiago Cavanagh se define como un emprendedor que integra negocio y arte. Se especializó en Nueva York, pero emprendió en Buenos Aires, específicamente en la zona aledaña al Congreso, lugar que se transformó -literalmente- en fuente de inspiración para el nacimiento de Proyecto Persiana. En diciembre del año 2014, Santiago se mudó al barrio- sería por cuatro meses, pero el destino quiso otro camino. Un año y medio después, todavía sigue viviendo allí. "Busqué emprender en negocio y arte", dijo Santiago. Y lo logró.

Cómo empezó el Proyecto Persiana

Proyecto Persiana surgió de innumerables veces en las que Santiago recorrió aquella zona, entre Rivadavia y Corrientes, caótica y dinámica de día; desértica y gris por la noche y fines de semana, que coincide en gran parte cuando los comercios bajan sus persianas, exhibidas sin color y en algunas ocasiones vandalizadas.

A los ojos de Santiago, en su recorrida, las persianas tomaron todas las características de un lienzo y, en su mente, le dio un sentido a este "espacio perdido". Transformar las persianas de Buenos Aires y embellecerlas con arte era su idea, pero para eso debían coincidir algunos elementos: formar su equipo de trabajo, contar con el permiso de los comerciantes y, por supuesto, la colaboración de los grafiteros y muralistas.

Milagros Avellaneda fue la primera en sumarse al proyecto, en julio del año 2015. "No lo dudé un segundo", enunció. Vinculada al arte desde muy chica, lo que más la sedujo fue saber que iba a entrar en contacto con las historias de artistas urbanos e iba a conocer el arte desde un lugar más cercano. "La iniciativa cumple con todas las condiciones de mi tipo de trabajo ideal: artístico, para el bien común y con gente copada", continuó Milagros.

La buen energía puesta en poner el proyecto en marcha propagó a que en poco tiempo conocieran al primer interesado, dueño de tres locales en la calle Libertad al 100. Éste convenció a otros comerciantes de la cuadra y eso fue suficiente para lanzar la primera edición, en el mes de septiembre de 2015, con diez persianas. La consigna era "una persiana, un artista"; y entre amigos muralistas se fue corriendo la voz y así arrancaron.

Los artistas se sumaron al Proyecto Persiana

Desde ese primer lanzamiento a la fecha, ya va en camino la cuarta edición y cada una creció en número de persianas, artistas y expectativas. "No puedo creer las posibilidades que están surgiendo. Fue un proyecto que empezamos porque nos divertía y ahora se están abriendo puertas y oportunidades", señala Santiago.

En la segunda edición, pudieron completar la calle Libertad, entre Mitre y Avellaneda, de la mano de treinta grafiteros y persianas. La tercera sumó cincuenta y, en esa oportunidad, fue desde Rivadavia hasta Juan D. Perón. El entusiasmo de los comerciantes fue en alza y se propagó rápidamente. Sol Pinto, conocida como "Donna", dueña de un comercio de la calle Libertad al 200, fue una de las primeras en aceptar y dijo haberse emocionado frente a semejante movida y actitud por parte de los chicos. "Es un proyecto que va de la mano de la anti-violencia e impulsa el trabajo de los artistas urbanos, poco valorado en nuestro país", añadió.

A pesar del crecimiento rápido, no fue fácil convencer a todos los comerciantes. El "no" reinó en varias oportunidades. Lo más satisfactorio, no obstante, fue lograr derrumbar aquella desconfianza inicial de los dueños de los locales: la mayoría que en un principio dijo que no, cambiaron de opinión en cuanto vieron los resultados de la iniciativa en marcha.

Alico fue uno de los artistas que participó en todas las ediciones. Hace diez años trabaja en el rubro y se caracteriza por ser un artista de bastidores, no de murales, pero en cuanto le ofrecieron participar, aceptó: "me pareció un desafío y tenía ganas de salir a las calles. Al ser un evento en un marco cuidado y habilitado por los dueños de comercios, me uní". En este contexto, el equipo de Proyecto Persiana se ocupa de cuidar a la comunidad de artistas para que sean bien recibidos, que esté todo arreglado con la policía, los vecinos, y que cuenten con un espacio para disfrutar y crear.

"A la gente le gustó mucho el proyecto y además cada edición subió el nivel de calidad de las obras: en los últimos encuentros, la mayoría eran grafiteros acostumbrados a hacer obras grandes", contó Alico.

Temas de inspiración para intervenir las persianas de Buenos Aires

La idea de Proyecto Persiana, además, fue focalizar en una temática y en un punto geográfico. La calle de las joyerías se convirtió en la primera elegida detrás del anhelo de cubrir la zona entre las avenidas 9 de Julio, Callao, Rivadavia y Corrientes. En cada edición- o en cada bloque de cuadras intervenido- se optó por un tema de inspiración. La selva fue uno de ellos y se dio vida a renos, gorilas, chimpancés, osos, elefantes, lobos, loros, cóndores y tortugas acuáticas.

Captar el poder de transformación del arte en las personas es uno de los puntos trascendentales de Proyecto Persiana. Generar la capacidad de contemplación y distensión, que anteriormente no ocurría, es un logro único de esta iniciativa. "A la mañana abrías el negocio y tenías persianas vandalizadas, hoy tenés vida", enfatizó Santiago.

Además de la transformación estética y de sensaciones, apuntan a lograr que la labor de los artistas sea reconocido y éstos tengan un espacio para generar ingresos propios. En este camino, diferentes marcas y sponsors ya han apoyado a Proyecto Persiana para seguir creciendo.

Próximo encuentro del Proyecto Persiana: 26 de junio

El cuarto encuentro será el próximo 26 de junio. Reunirán a más de sesenta artistas y persianas, e intervendrán la calle Talcahuano, desde Rivadavia hasta Corrientes. Cada edición debe llevarse a cabo los domingos, que concuerda con el horario en que los comercios se encuentran cerrados. A la mañana, antes de que lleguen los grafiteros, el equipo de Proyecto Persiana cubre las veredas con cartón corrugado. Cerca de las 9.30 comienzan a llegar los artistas convocados y, por orden de llegada, buscan esa persiana que no se encuentra perforada y es más fácil de pintar. Los artistas convocados deben realizar la obra en aquella jornada, que finaliza alrededor de las 18 o 19, en las primeras horas del anochecer.

¿Qué te pareció esta iniciativa? ¿Te intrigaba ver las persianas pintadas? ¿Conocés otras propuestas para mejorar el aspecto de la ciudad? También: ¿Querés una ciudad sustentable? y Conciencia ecológica: Zeronautas

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