Qué es el medical gaslighting y por qué debería preocuparnos

Cada vez más escuchamos el concepto de gaslighting (su traducción al español sería: “hacer luz de gas”) y se trata, ni más ni menos, que de diferentes mecanismos de manipulación emocional y psicológica con el objetivo de lograr que la víctima dude de su propio criterio, experiencias, emociones y hasta percepción de la realidad. Sin embargo la ‘novedad’ (lamentable, pero real) es la conexión de este concepto con el universo de la medicina. Hoy hablamos de medical gaslighting y queremos contarte de qué se trata.

¿Qué es el medical gaslighting?

El concepto de gaslighting en el campo de la medicina se refiere a la situación en la que los síntomas descriptos por los pacientes son minimizados, ignorados y hasta conectados exclusivamente con motivos psicológicos. Es decir, cuando durante la consulta el médico ignora aquello que estás contando y lo minimiza a un “No es nada”, “Eso no importa” sin hacer los exámenes correspondientes.

“Sabemos que es común que los médicos diagnostiquen y traten de manera diferente a los hombres y a las mujeres”, Karen Lutfey Spencer, una investigadora de la Universidad de Colorado, contó en una nota de New York Times

¿Tiene mayor impacto en las mujeres?

Así como en enero se compartió un estudio que reveló que las mujeres tienen un 32% más de probabilidades de morir después de una operación realizada por un cirujano hombre, el medical gaslighting también tiene un mayor impacto en la población femenina (y, dentro de este grupo, algunas étnias se ven todavía más afectadas). Según algunos estudios, una de cada siete citas terminan con un error de diagnóstico por marte del médico y en la mayoría de los casos se debe a su falta de conocimiento. En este contexto, existen mayores probabilidades que el maldiagnóstico lo reciba una mujer antes que un hombre.

¿Cómo prevenir el medical gaslighting?

Mientras que, lamentablemente, muchas veces nos encontramos en situaciones que no podemos manejar, hay algunas cosas que sí es importante tener en cuenta:

• Creá tu lista de médicos de confianza. Aunque parezca que el médico de cabecera es algo fuera de moda, es súper importante que tengas un médico clínico con quien hagas tus seguimientos generales y conozca todo tu historial.
• Si te generó dudas lo que te dijeron, no te quedes con eso. Si, después de tu cita médica, no crees tener la respuesta que necesitas entonces no te quedes ahí y hace una segunda consulta o interconsulta. Tu tranquilidad, es súper importante.
• Durante tu cita, no exageres y concentrate en lo que te preocupa. No tengas vergüenza de preguntar. Si bien es cierto que si vas con una lista de 15 preguntas quizá resulte difícil responderlas a todas con claridad, también es verdad que es importante que seas claro con tus síntomas y repreguntes siempre que lo creas necesario.

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