¿Qué es el love bombing y cuáles son las claves para identificar que tu pareja quiere manipularte?
Caracterizándose por las demostraciones excesivas de afecto y repentina toma de distancia, te contamos qué tenés que saber sobre este tipo de manipulación y cómo romper con el patrón
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“Demasiado amor te matará, tan seguro como nada en absoluto”, cantamos a toda voz mientras tarareamos la melodía de Queen. Una frase que resuena cuando pensamos en qué atraviesan las víctimas el love bombing, un tipo de violencia psicológica frecuente en parejas y amigos.
Traducida del inglés como “bombardeo de amor”, este tipo de manipulación es cuando -apenas comenzada una relación- una de las personas es colmada con demostraciones de afecto intensas en un período de tiempo muy breve; recibiendo el mensaje de que es amado y valorado por el otro. Pero, igual de rápido, este bombardeo se convierte en distancia.
¿Por qué el ‘love bombing’ es una actitud tóxica?
Al principio todo es color de rosas. La otra persona magnifica las virtudes del otro al mismo tiempo que minimiza sus defectos. Lo escucha, presta atención a lo que le sucede. Hace regalos maravillosos y asegura que son almas gemelas. Naturalmente, estas afirmaciones de afecto son agradables, por ende se empieza a dedicarle más tiempo al vínculo y a distanciarse de otros seres queridos. Sin darse cuenta, por perseguir esa gratificación emocional de a poco se aísla del resto del mundo. Si bien esto es bastante común al comienzo del enamoramiento, en el caso del love bombing no se trata de una muestra real de afecto sino de una estrategia de control para ganarse la confianza del bombardeado.
Una vez que la relación está consolidada, la dinámica cambia si la víctima no se comporta como el manipulador lo desea. Si prefiere verse con amigos, demuestra autonomía o actúa de otra forma que disguste a su pareja, el castigo no tarda en llegar. El bombardeo de amor frena y es reemplazado por una actitud distante o fría. De repente esta persona remarca las fallas de su compañero/a, resalta que él o ella es demasiado bueno para el otro, amenaza con terminar o directamente no le dirige la palabra.
Estas actitudes, aparentemente opuestas, en realidad son dos caras de una misma moneda. La primera etapa en la cual todo parece perfecto se llama “idealización” y es sucedida por la fase de “devaluación”. La víctima, al encontrarse con el desdén de aquel que en un principio la llenaba de amor, se siente culpable y altera su conducta para no volver a ofender a su pareja y evitar este tipo de reacciones. El manipulador “recompensa” este cambio con más actos afectuosos y así el ciclo se repite cada vez de forma más violenta.
¿Por qué el love bombing es tan efectivo?
El psicólogo Dale Archer afirma que el love bombing ataca uno de los núcleos centrales de los humanos: nuestra necesidad de sentirnos bien respecto a nosotros mismos. Hay personas que a veces, por distintos motivos, no logran esta sensación y el love bomber se aprovecha de esto. Los halagos y palabras de afecto que el victimario da en la fase de idealización suben la autoestima y luego de un tiempo se vuelven adictivos. Al igual que una droga, luego de acostumbrarse a recibirlos, la falta de estos genera abstinencia emocional y predispone a intentar recuperarlos por todos los medios. Gradualmente, las víctimas se adaptan a los deseos del manipulador con tal de que los vuelva a hacer sentir como lo hacía al inicio de la relación.
Cómo identificar y quebrar este patrón
Detectar tempranamente este tipo de manipulación nos puede salvar de mucho dolor, sin embargo, esto no es sencillo ya que a simple vista es difícil diferenciar las demostraciones genuinas de afecto del love bombing. Uno de los indicadores es la frecuencia y motivo de estos actos. Si los mismos se dan con intervalos muy breves, sin justificación y de forma exagerada, tal vez deberías sospechar. Lo mismo si hay afirmaciones exacerbadas sobre un futuro juntos sin preguntar si el otro coincide con esas expectativas. En estos casos Archer recomienda ralentizar las cosas y matizar los comentarios del tipo “somos la pareja perfecta” con respuestas como “es muy pronto para saberlo, pero hasta ahora todo bien”. Los manipuladores no soportan ser desafiados, por eso es probable que reaccionen negativamente ante esta clase de planteos.
Por supuesto es clave tener presente que los vínculos humanos son variados y no existe una fórmula que indique cómo relacionarse. Así como existen parejas que son más expresivas que otras, algunas ya imaginan el día de su boda a las semanas de conocerse y otras prefieren esperar años. Ninguna de estas opciones es peligrosa en sí misma. Lo que definitivamente no es sano es que haya una relación de poder marcada donde se exploten las inseguridades del otro para que éste actúe como se desea.
Si ya estamos metidos en una relación con este patrón de halagos y castigos, la única manera de romper el ciclo es cortando por completo el vínculo. Es indispensable evitar todo tipo de contacto y marcar un límite claro. Si esto no sucede se corre el riesgo de sucumbir ante los gestos de “arrepentimiento” del manipulador y volver a entrar en el bucle idealización-devaluación.
La mejor forma de transitar este tipo de situaciones es acompañado. Si tenés dudas sobre la dinámica de la pareja o no sabes cómo salir de la misma podés acudir a un profesional de la salud mental. También es buena idea fortalecer los vínculos con familiares y amigos. Los manipuladores te aíslan para que nadie te pueda advertir lo dañina que es esa relación. Tener una red de contención es vital para poder comprender lo que nos sucede, tomar decisiones difíciles y sanar las heridas.
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