Previa con amigas, los rituales que nunca faltan

La noche se plantea prometedora. El plan es ir a esa fiesta donde vos y tus cuatro amigas se reencontrarán con el grupo de chicos con los que se conocieron en las vacaciones.

Después de muchas idas y vueltas finalmente llegó el día y nada quedó librado al azar: confirmación de asistencia al evento en Facebook, ropa elegida y comprada para la ocasión y peinado y make up pensado de ante mano.

Todo fue consensuado en el grupo de whatsapp durante la semana, pero el momento de la verdad es ahora, en la previa, donde el proceso creativo pasa a la acción.

Ahí están. Con música a todo volumen, unas copas para brindar, el bolso que concentra todo el look de las próximas horas y una noche que bate records de humedad.

Deciden que el primer paso será domesticar el frizz en el pelo. Despliegan secadores, planchitas, cremas para peinar y hasta un tutorial para dominar el pelo más rebelde de las cinco. No es una misión fácil pero finalmente logran poner bajo control lo incontrolable, el frizz.

Entre la expectativa y los nervios despliegan los look cuidadosamente elegidos para la bendita fiesta. No hay sorpresas en las prendas elegidas, fueron tema de conversación virtual los últimos días, pero sí en cómo te quedan.

Te compraste el pantalón más sexy del mundo, según la imagen que te devolvía el probador del local del shopping, pero algo cambió cuando te ves en el espejo del cuarto de tu amiga, devenido en templo de salvación de tu look.

Descubrís que ese skinny negro que lucía esplendido en el maniquí y en el probador, te achata la cola de lo que te ajusta. Querés morir y resucitar en el cuerpo de Gigi Hadid pero no es posible y tus amigas vienen al rescate.

Un pañuelo animal print de cinturón, que se extiende sobre el bolsillo izquierdo del pantalón, disimula el efecto tabla producido por la compresión de tu última adquisición en el shopping.

Es el turno de tus amigas. Improvisan intercambios de tops y accesorios. Prueban, evalúan y deciden los últimos detalles. Al final los aros que te compraste para hoy, los usa una de tus amigas y vos terminaste con una vincha que te queda mucho mejor que esos “obeliscos que colgaban de tus orejas”, según la más ácida del grupo.

Para el final, el make up. Labios rojos si, labios rosa también. La máxima es no llegar todas con las bocas pintadas del mismo color y mucho menos que se note que hubo un operativo conjunto para el tuneo.

Empiezan a trabajar sobre los ojos de la más achinada del grupo. Todas meten mano. Que delineador por afuera del ojo, que por adentro, hasta que ocurre el desastre típico. Un manchón en el medio de la cara provocado por la torpe maniobra con la sombra.

La operación rescate se pone en marcha. Demaquillante, abanico para que se vaya el colorado del manoseo y vuelta a intentarlo. Son un equipo y esta vez el smokey eye quedó genial. Llega el turno de la máscara de pestañas y acá se acabó la diversidad que operó para las bocas. La nueva máscara Falsie Push Up de Maybelline New York las conquista a las cinco por igual.

Es la hora, es la fiesta, aunque podría ser otra. Pero el ritual no cambia: juntarse, escuchar música, brindar, cambiarse una y mil veces, maquillarse, equivocarse son la esencia de esos momentos universales entre las mujeres sin importar ninguna otra condición.

Potenciá tu look

Si sos de las que está horas decidiendo qué ponerse o probando mil formas de maquillarse, participá en el concurso de Maybelline New York. Dos expertas llegan a tu casa para potenciar tu look al máximo.