Nuestro “pequeño” mundo
Sofi,
Acá, desde Buenos Aires, tengo para compartir varias historias de la vida misma: declaraciones extrañas, personajes insólitos, emociones familiares, que me compré un vestido rojo divino para una ocasión especial, el problemón impositivo que me surgió a partir de mi vuelta de Tierra del Fuego... pero no puedo dejar pasar tu última carta así como así. Los relatos sobre el corazón, las emociones y la burocracia tendrán que esperar. (Mejor no hablemos nunca de burocracia, pensándolo bien.)
¡Ay mi hermanita linda! Tan lejos pero tan cerca... Ante todo, gracias por enseñarme un poco más cada día. ¡¡Es genial que seas bióloga!! Al leer tu post, el legado de Cecil, se me hizo un nudo en la garganta. ¡Mucha impotencia! Al mismo tiempo, el panorama se me esclareció bastante. Desconocemos mucho, hablamos demasiado sin saber y, a veces, nos olvidamos de las problemáticas centrales.
Estoy bastante convencida de que una de las grandes debilidades humanas es el poder. Nos ciega, nos vuelve adictos y desdibuja todo lo que realmente importa al pasar por esta Tierra.
Me acuerdo que una vez hablamos acerca de esto. Fue el año pasado, yo estando en Tierra del Fuego y vos allá, frente a ese otro mar increíble. Por esa época desfilaban fotos de una chica de 19 años que consiguió sus 5 minutos de fama y poder a costa de matar animales en África. ¿Te acordás?
Hay un autor que se me viene a la mente: Karl Mitcham. Él analiza la relación de la sociedad con la técnica y la naturaleza y dice que hay 3 modos del ser con la tecnología y con la naturaleza: el escepticismo antiguo, el optimismo del renacimiento y el desasosiego romántico.
La primera corriente parte de la idea de que el uso y transformación que el Hombre tiene sobre la naturaleza es algo malo pero necesario. Esta era la visión aristotélica (la techné): si el Hombre no transforma su entorno, muere (de frío y de hambre.)
El segundo modo refiere a la voluntad divina (o sea de Dios). Muchos hombres se escudan en el poder divino para justificar su dominio sobre la naturaleza. Todo nos pertenece, por decirlo de alguna manera.
La tercera mirada, la del desasosiego romántico, abraza los usos de la tecnología: la técnica puede revelar lo sublime, pero debe pensarse sólo para crear, para construir. Si se sobrepasan los justos límites, se debilitan los lazos con la naturaleza, y necesariamente también los lazos del afecto social.
Aquellos que cazan por deporte, se justifican con todas las excusas que enumeraste: sobrepoblación de animales, tierras arruinadas, brindar comida a los pueblos hambrientos, etc. Pero en el fondo, como decís vos, lo hacen por diversión, y también creo que, como dice Mitcham, pertenecen a la clase que está convencida de que tiene derecho sobre la naturaleza, como una especie de monarquía humana por sobre otras especies; un poder que proviene como un mandato divino y no se discute. Uff, la adicción al poder debe ser la peor de todas las adicciones......
¿Y qué hacemos entonces? Nos cuesta mucho reaccionar en una forma contundente y transformadora, parece.
En realidad creo que nos da fiaca, más bien. ¿Viste el video de los fans de los Foo Fighters? (Capos los Foo). Los italianos estuvieron un año entero practicando para un clip de un par de minutos. ¿Mil tipos unidos por qué? ¡¡Porque tienen una misma pasión!! Es decir que si algo nos apasiona, movemos el traste. (Sí……igual que en el amor).
¿Tan desamorados estamos de nuestra Tierra? Y yo no te hablo de agradecer a la Pachamama, cultivar en tu casa y comer semillas (algo que me parece muy bien). Me refiero a involucrarnos de manera profunda y completa, y eso parte de lo político y social. Mientras la corrupción domine al mundo, nada diferente nos va a tocar.
Creo que si nos apasiona la Tierra, deberíamos unirnos y trabajar para que surjan mejores líderes y ser nosotros mejores líderes. Nos debe importar. Cecil está muerto por una cadena de corrupción y malos liderazgos.
Un autor de la editorial para la que trabajo dijo en una charla reciente que los buenos líderes son aquellos que aprovechan su pasado, su historia de vida, y la comparten de tal manera que generan atención y empatía. Aquellos que involucran las lecciones de sus padres y abuelos, dan ejemplos a través de la experiencia de vida personal, esos son los que logran que uno imagine la propia vida al escucharlos. Y dice que TODOS nosotros podemos ser líderes de nuestro mundo, nuestro entorno, y que sólo debemos dejar nuestros egos de lado, abrazar nuestra historia y compartirla. Esto genera confianza, lazos más fuertes y empatía.
También deriva en darnos cuenta que estamos unidos por relatos similares, que no estamos solos en nuestras experiencias y en encontrar mejores soluciones para nuestros problemas -individuales y sociales- y, lo mejor de todo, lograr un efecto dominó positivo.
Pareciera entonces que una solución posible es que seamos nosotros buenos líderes de nuestro "pequeño" mundo, para unirnos con verdadera pasión y generar un efecto dominó. Dudo que un mal dirigente político pueda surgir en una sociedad apasionada.
¡Espero no haberte aburrido! No quería dejar de responder tu carta y compartir estos pensamientos que se me cruzan por la cabeza. Ya volverán las historias del corazón.
A fin de cuentas, sólo el amor salvará al mundo.
Y me despido con esta canción, de una banda alemana (el tema es en inglés) cuya letra dice en una parte: "...This is not the time to wonder, and this is not the time to cry..." (no es momento para sorprendernos, no es momento para llorar…). Lo que le sigue es para que lo descubras.
Te quiero!
Cari
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