Muy cerca de la ciudad, naturaleza con reservas
Desde Vicente López hasta Campana, tres reservas naturales y una granja educativa para bajar el ritmo habitual y disfrutar de un día verde
Disfrutar del contacto directo con la naturaleza, a todo verde. Una invitación que de la mano de tres reservas naturales y una granja educativa se acomoda a la perfección para un paseo en familia, cerca de la ciudad y con el ritmo pausado que proponen las vacaciones de invierno. Eso sí, ropa y calzado cómodo para que las visitas sean completas.
Reserva Natural Otamendi
La calle Cordero, que va desde la ruta 9 hasta el río Paraná de las Palmas, conduce en un poco más de un kilómetro hasta la Reserva Natural Otamendi. A partir de allí, el asfalto dice adiós para darle la bienvenida a un área de 3000 hectáreas, que conservan tres ecosistemas: pastizales pampeanos, muestras de selva en galería y barrancas de talas.
La Intendencia recibe al visitante: una simpática casona de estilo colonial, que recrea las antiguas estancias pampeanas de fines del siglo XVIII, donde no faltan el patio central y el aljibe. Además, un amplio sector parquizado, con mesas y bancos, permite realizar un alto antes o después de la visita.
"Uno de los senderos lleva al mirador, que permite apreciar los ambientes de las barrancas de talas, las zonas bajas de la reserva. Son unos tres kilómetros, muy amigables, que demandan cerca de 40 minutos de caminata", comenta el ingeniero forestal Adolfo Moretti, intendente de la Reserva.
Otra opción es llegar hasta la Laguna Grande en un recorrido de seis kilómetros, que sí o sí requiere de un guía especializado y que en su tramo final permite disfrutar de una laguna de 250 hectáreas, donde habitan casi 300 especies de aves, por lo que fue declarada Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA).
Un tercer recorrido lleva hasta el vivero de especies autóctonas, de casi dos hectáreas y con una producción de más de 20.000 plantas anual, donde lapachos, palos borrachos, ceibos, ombúes y jacarandás, entre otras especies, en distintas etapas de desarrollo, esperan al visitante.
Chacra Educativa San Isidro Labrador
Conejos neozelandeses (el de las orejas caídas), patos y cabritos son los nuevos vecinos de esta granja, en la que conviven más de cien animales, entre vacas, chanchos, burros, patos, flamencos y gansos.
Pero hay más: "Para las vacaciones de invierno vamos a organizar un taller de panadería y amasado. Los chicos aprenderán a elaborar y hornear pan, y se llevarán lo producido a sus casas", explica Mabel Leva, directora de Educación Ambiental de la Municipalidad de San Isidro, a cargo de la granja.
El público también puede recorrer una huerta con hortalizas de estación, un sector de gigantografías en papel maché que representan a animales en peligro de extinción, y estanques con plantas acuáticas.
El Jardín de Mariposas se luce en primavera, cuando incontables ejemplares llegan hasta aquí atraídos por las más de 70 especies de plantas nativas sembradas especialmente para que ellas pongan sus huevos. Un rincón donde los guías, apoyados por la cartelería del lugar, enseñan a chicos y grandes el proceso del nacimiento y desarrollo de esos coloridos insectos.
Reserva Ecológica de Vicente López
Si bien es pequeña, unas tres hectáreas surcadas por dos senderos que no superan los 500 metros cada uno, la Reserva Ecológica de Vicente López, ahí nomás de la ciudad de Buenos Aires, es un buen punto de partida para tomar contacto con el verde.
Vale aclarar: no es un espacio natural; sin embargo se trata de un buen ejemplo de reconstrucción de nuestros ambientes naturales. Allí, en pequeña escala, el visitante puede encontrar cinco representaciones de ambientes: pantano o bañado, talar, selva marginal, pastizal pampeano y una laguna, de 9750 metros cuadrados, que se luce desde un deck mirador.
"La primera parte de la visita comienza en el Centro de Interpretación, donde hay un pequeño museo en el que se exhiben algunos reptiles que encontramos sin vida y conservamos y exhibimos en frascos", comenta Alejandro Pérez Bisbal, encargado de la Reserva.
Los que quieran llevarse un presente (eso sí, hay que regarlo) pueden regresar a casa con una planta autóctona de regalo, de las que se producen en el vivero.
"Entregamos las especies según el espacio disponible de cada visitante, ya sea un balcón o un jardín. Todos pueden llevarse un ejemplar", dice Pérez Bisbal.
¿Qué se puede ver?: aves, patos, coipos y mucho más. Incluso, en verano, la visita se puede sorprender con la presencia en los senderos de algunos lagartos oberos, que tienen fama de ser los más amigables del lugar.
Parque Municipal Ribera Norte
"Es el único sector de costa del Río de la Plata Norte que se conserva en forma natural. Un paisaje similar al que seguramente vieron los conquistadores españoles", afirma Willy Bryant, guardaparque del Parque Municipal Ribera Norte, elegido por 80 especies de aves como su lugar en el mundo. "Pero tenemos observadas unas 230 especies, si consideramos las que nos visitan en determinadas épocas del año", agrega.
Si hay una vedette es la laguna, que puede disfrutarse en todo su esplendor desde un mirador techado, el lugar ideal por los amantes de la fotografía silvestre, que suelen pasar horas esperando la aparición de algunas aves.
Hasta allí se llega por un sendero (en total tiene 1300 metros), siempre rodeado de verde y con los árboles haciendo de techo natural. Claro que la reserva, de 50 hectáreas, incluyendo parte del río hasta el canal Costanero y el vivero, tiene su propia dinámica, sujeta a los caprichos de las crecidas y los vientos.
El paseo, que además recorre un ceibal, muy recomendable en octubre, cuando toma colores fantásticos, llega hasta la costa, que a veces sorprende con una gran playa, a la que se accede después de atravesar juncales de un metro.
Por el receso escolar, el 20 y 27 de este mes, la reserva organizará dos talleres gratuitos para chicos, de entre 6 y 12 años, con inscripción el lunes anterior. Finalizada la visita, los chicos representarán lo que vieron con pinturas, lápices y confeccionando muñecos.
Seguramente, los chicos dibujarán coipos en la laguna y aves posando en la frondosa arboleda, pero no lagartos oberos, que salen de sus cuevas a partir de noviembre.
"Tal vez se topen con una especie de tortuga que últimamente asoma a la laguna los días cálidos de invierno, confundida con el cambio climático", dice Bryant, que da un consejo: si es la primera vez, lo ideal es sumarse a la visita guiada, de una hora y media. Y agrega: "Todo se disfruta más si llegamos con el ánimo de observar y escuchar a la naturaleza".
Datos útiles
- Reserva Natural Otamendi
Rómulo Otamendi 1127, Barrio Otamendi, Campana (03489) 447505.
Abre todos los días, de 8 a 18.
Entrada gratuita (sí tiene costo la visita guiada a Laguna Grande). El resto de los recorridos son autoguiados.
Chacra San Isidro Labrador
- Perito Moreno 2610, Villa Adelina, partido de San Isidro (4513-7887).
En las vacaciones, la granja abrirá de martes a domingo, de 10 a 12, en forma gratuita; de 14 a 17, bono contribución. El taller de panadería tiene un costo de bono contribución.
www.sanisidro.gov.ar - Reserva de Vicente López.
Paraná y el río (al 400 de Libertador), La Lucila, partido de Vicente López (4513-9858).
A esta altura del año, abre todos los días, de 9 a 17.
Las visitas guiadas para el público en general se realizan los domingos, a las 11, con acceso gratuito. - Parque Natural Municipal Ribera Norte.
Camino de la Ribera, entre López y Planes y Almafuerte, Acassuso (4512-3125).
El vivero abre los fines de semana, desde el mediodía hasta las 17.30.
Horario: de 9 a 18, todos los días. En caso de mal tiempo, llamar para conocer del predio.
Visita guiada: sábado, domingo y feriados, a las 16.
Entrada: gratuita.
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