Música para leer: ¿qué temas te acompañan en tus lecturas?
En la costa, primera noche de las vacaciones. Intento escribir esto con mi hija sentada al lado. Está haciéndome el aguante antes de salir a los jueguitos electrónicos. Se entretiene con mi celular. Está mirando algunos videos de musical.ly una app que permite filmar secuencias en las que gente común los usuarios cantan y bailan un tema de moda. Mientras yo intento escribir, alguna de esas canciones, me desconcentra. Oscilo entre el impulso de decirle nena pará con eso a dejar la compu y ponerme a bailar. La app es como una selfie del canto y el baile.
Decido persistir en la escritura. Al rato la niña comienza a filmar su propio videíto, se levanta de la silla, se pone de espaldas, da un salto hacia el teléfono y cuando arranca la canción se pone a interpretarla con pasos de baile, gestos y coordinaciones de brazos imposibles (para una).
Consigo una vez más no distraerme. Corresponde que describa dónde estoy. En el área social del edificio donde paramos, hay un living con muchísimos sillones, mesas y un wifi que siempre funciona bien, por eso siempre hay gente conectada con sus laptops o chicos jugando con sus tablets y smartphones. Apenas separado por un espacio libre de mesas, funciona un restaurant. La cuestión es que a pocos metros de donde estoy sentada surge un sonido nuevo. Parece que los del restaurant contrataron una banda para la velada de los comensales. La música es suave, romántica y el ritmo lo marcan las tumbadoras. El cantante empieza con una balada. "Nuestro amor es así...".
Me tienta tratar de reconocer el cover,pero vuelvo a mi pantalla. Estoy un poco jugada con el tiempo así que sigo para adelante. Este posteo lo termino ya, me exijo.
Casualidad o mensaje del universo, la cuestión es que todo esto pasa justo cuando el tema que quería tratar hoy era el de la relación entre la música y la lectura. "Cuando estás junto a mí, coincidencia total"... Lo saqué: es Roberto Carlos.
¿Escuchan música mientras leen? ... ¿O es un sacrilegio?
La relación entre la música y el estudio, o la música y el trabajo es algo que se conoce y se comprende. Algunos sonidos estimulan el control mental. Y existen desde aplicaciones como la conocida Coffitivity que ofrece el ruido ambiente de distintos bares, a videos en YouTube con temas que ayudan en la concentración. El silencio de santuario en estas ocasiones puede resultar contraproducente y esto es algo que saben los estudiantes que eligen bares o ponen música para poder concentrarse.
Volviendo a la situación que me rodea en este momento, escribo y escucho a una bandita cantar, las tumbadoras sonar y pese a que me da ganas de mirarlos y mover los hombros, la cintura acompañar el ritmo, puedo vencer el impulso y seguir inspirada en estas palabras.
No puedo dejar de preguntarme ¿qué pasaría si en lugar de sentarme a escribir hubiese elegido el lugar para leer Un drama de caza (Antón Chejov) o Felices los felices (Yanina Reza), el clásico y la novedad que me traje a la costa?
Creo que tendría que levantarme y buscar “un lugar más tranquilo”. Así, como si de un encuentro con expectativas románticas se tratara.
Parece que no soy la única. Leer y escuchar música es un sacrilegio según algunos lectores de The Guardian que respondieron a la consigna que el diario lanzó a sus seguidores en twitter: ¿Cuál es la mejor música para leer? Como explica el artículo "The best music to listen to while reading – or is it sacrilege?", la idea que tuvieron los editores al lanzar la consigna fue la de confeccionar una lista de temas (la famosa playlist) para escuchar mientras se disfruta una buena pieza literaria, sea un cuento, un poema, una novela. Lo que no se habían imaginado era la gran cantidad de tuits en contra de la consigna que iban a recibir. Muchos lectores respondían que era imposible leer y escuchar música.
Entre ellos: "No,no,no ... No puede hacerse", "Es un desafío de tareas múltiples que no podría manejar. Estaría leyendo la misma página una y otra vez" y "Sin música. Ambos demandan (y merecen) una atención completa. No se puede hacer bien una sin desatender la otra".
Yo hubiese respondido que puedo leer perfectamente escuchando música, siempre y cuando sea una música que o bien tiene relación con lo que leo, o que me resulta tan familiar que se convierte en un componente más del contexto y no me distrae, por el contrario, me hace sentir tranquila.
En el primer caso, recuerdo un libro de Laura Esquivel (la autora mexicana de Como agua para chocolate) que venía con un CD que tenía una variedad de canciones desde arias de ópera a temas populares mexicanos. El libro se llama La ley del amor (1995) y narra una historia de amor y excesos en la época de la conquista española. Las músicas elegidas por la autora completaban la experiencia al llevar al lector a estados de sensibilidad más profundos ante algunos de los sucesos de la historia. Desde la risa, al llanto, al horror, la tristeza y el desprecio por algunos de los personajes. No volví a encontrar un libro así, la experiencia me encantó y me hizo conocer músicas que de otro modo no hubiese valorado.
En cuanto a la música ambiental ideal para leer, me gusta el playlist que armó The Guardian: incluye muchas obras de música clásica, entre ellas los nocturnos de Chopin. Si bien nunca hice la prueba creo que irían muy bien para leer. Le agregaría gustos personales como en mi caso resultó escuchar a Amy Winehouse, pero bajito, y a Norah Jones, dos cantantes que escucho muy seguido.
¿Ustedes escuchan música mientras leen? ¿Qué recomendarían? ¿Creen que hay libros que combinan a la perfección con determinados temas? ¿Se animan a proponer "maridajes"?
De paso, les recomiendo Mixtape, una sección que hubo en Ohlalá en la que Juan Morrisnos recomendaba música para escuchar en distintas ocasiones.
Espero que les guste la consigna y si no, cuenten por qué.
Recuerden que pueden escribir a clubdelecturaohlala@gmail.com, y sumarse a @danielachueke en Instagram y twitter