Mundo pelo: encontrá la solución a tu problema
Todas tenemos algún temita capilar que nos obsesiona. Te contamos cómo solucionarlo con trucos y hábitos para hacer en casa y en la pelu.
Canas
"Me salió un mechón blanco, pero no quiero teñirme todo el pelo".
En casa. Si son pocas, probá camuflarlas con un jopo a contrapelo o con una raya hacia un costado. Existen –desde hace bastante– crayones en forma de lápiz labial que, al humedecerlos, pintan las canas hasta el siguiente lavado. Son de venta libre y se consiguen en cualquier perfumería.
En la pelu. No es recomendable teñirse toda la cabeza: se pueden colorear solo esas canitas y logran un efecto de iluminación o simplemente cubrirlas con el color de base natural. Evitá las tinturas permanentes, que dañan y esclavizan, y optá por productos sin amoníaco como el henna o el "tono sobre tono". Duran menos, pero dejan el pelo brillante y con efecto baño de crema.
Hábitos. Aunque parezca la solución más fácil, ¡no te las arranques! Las canas son traicioneras y, si bien no te van a salir siete más, el resultado puede ser terrible: pelos blancos cortos y parados cual antenas. Mejor dejalas crecer, porque cuanto más largas, más fácil será mezclarlas y disimularlas con el resto de la melena.
Pelo graso
"Aunque me lo lave todo los días, pasan las horas y se vuelve pegajoso, con aspecto sucio".
En casa. Usá un champú neutro, que no sea altamente nutritivo y que sea específico para cuero cabelludo graso y puntas secas. Aplicá poca cantidad de acondicionador de medio a puntas, jamás en las raíces. Podés terminar el proceso enjuagándolo con vinagre para equilibrar el pH. El talco también sirve porque absorbe la grasa: esparcilo sobre la raíz con un peine para evitar que queden manchas blancas.
En la pelu. Elegí cortes en capas que aporten movimiento y mantengan el cabello alejado del rostro (en lo posible, escapale al flequillo).
Hábitos. A pesar de la creencia popular, lavarte el pelo a diario no agrava el problema si se usan los productos indicados. Tené cuidado con la temperatura del agua porque el calor estimula la producción de grasa en las glándulas sebáceas. Y ojo con el secador: después de aplicarte alguna crema o sérum protector, usalo con aire tibio a 20 centímetros de las raíces. Por último, no te olvides de lavar los peines. ¡Es clave!
Frizz
"Cuando hay humedad, automáticamente se infla y se vuelve incontrolable".
En casa. La crema para peinar es tu gran aliada en la batalla antifrizz . Aplicala en todo el cabello antes del secador y después rociá con fijador la coronilla. Si aun así los pelitos no se aplacan, probá con un poco de planchita en las capas de arriba.
En la pelu. La variedad de tratamientos es súper amplia. En un extremo está el alisado permanente, que, además de planchar el cabello, es un efectivo antifrizz. Si no te copa el look Morticia Adams, pedile a tu estilista alisar la mitad de la cabeza, la cúspide o el flequillo. Como opciones más suaves, tenés el shock de keratina, que aporta hidratación profunda, y la cauterización molecular, que sella la fibra capilar. En cuanto al corte, escapales a los desmechados y reemplazalos por aquellos que dejan el pelo entero y con peso.
Hábitos. Secá el pelo con toalla sin frotar para que absorba el exceso de agua. Si tenés ondas, no lo toques hasta que esté seco, así el rulo se arma y no se eriza. Recién ahí podés darle volumen con las yemas de los dedos, abriéndolos de a poco. Pinate lejos de cualquier ambiente húmedo (¡no en el baño!) y tratá de no cepillarte en seco.
No crece
"Hace más de un año que no me lo corto y siempre está igual".
En casa. El problema no es que el cabello no crezca, sino que las puntas se abren en dos o en tres hilachitas y se cortajean. Una opción casera es agregarle al champú dos pastillas anticonceptivas molidas. También podés sumarle al jugo del desayuno un sobre de gelatina sin sabor, que le aporta al cuerpo vitamina A y ayuda al crecimiento del pelo y las uñas.
En la pelu. Cada dos o tres meses, pedí un turno para recortarte las puntas. Preferiblemente hacelo cuando la Luna esté en cuarto creciente, que es cuando más se acelera el crecimiento.
Hábitos. El objetivo es cortajear lo menos posible. Ojo con abusar de accesorios como gomitas, horquillas y vinchas, que generan fricción y dañan el pelo con metales y elásticos. Y encará el operativo desenredo con paciencia: hacelo desde las puntas hacia arriba con un cepillo de cerdas antes de bañarte y con un peine de dientes gruesos una vez en la ducha.
Caída
"Me sorprende la cantidad de pelo que dejo en la ducha y en la almohada a la mañana".
En casa. Además de usar champú y acondicionador nutritivos, los masajes capilares son muy efectivos para poder estimular el crecimiento. ¿Cómo? Antes y durante el baño, diez minutos como mínimo, con las yemas de los dedos de ambas manos sobre el cuero cabelludo, haciendo movimientos circulares.
En la pelu. Reforzar la rutina diaria con tratamientos más intensivos. Las ampollas control anticaída favorecen la irrigación y fortifican el cabello. Al momento del tijeretazo, pedí que te corten en capas sutiles, que dan sensación de volumen.
Hábitos. Llevar una dieta sana y equilibrada es clave. Hay determinadas vitaminas que no pueden faltar: cereales, huevo e hígado (biotina), naranja, palta, remolacha y brócoli (ácido fólico), carne y frutos secos (vitamina B), lentejas y mejillones (hierro) y legumbres (sicilio).
Sin brillo
"Está apagado y opaco, le falta vitalidad"
En casa. Añadile al champú unas gotitas de limón y hacete el último enjuague con agua fría para que se cierren bien las cutículas. Es importante que utilices aceites y sérums para potenciar el brillo de tu pelo y que los apliques de la forma correcta: poné unas gotas en la palma de tu mano, frotalas para calentarlo y extendelo en el cabello ligeramente húmedo, empezando siempre por las puntas. Si peinás con secador, usá el producto también una vez que terminaste.
En la pelu. Pedile a tu estilista que te haga un baño de luz. No te asustes, que no es una tintura, sino un tratamiento que otorga luminosidad sin necesidad de decolorar el pelo.
Hábitos. Usar y no abusar del cepillado. La importancia está en la calidad: no es necesario hacerlo 100 veces de una manera muy intensa, porque vas a dañar la estructura capilar. Lo ideal es pasar un cepillo de madera con cerdas naturales suavemente antes de lavarte el pelo y antes de acostarte para revitalizar la circulación del cuero cabelludo.
¿Te sentís identificada con alguno de estos problemas capilares? Contános qué hacés para combatirlo. ¿Te gustaría tener el pelo como Kate Beckinsale?
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