Mujeres en el trabajo: ¿Cómo lograr mayor jerarquía e independencia económica?
Gabriela Terminielli tiene una manera tan simple de hacer que personas de mundos diferentes se conjugen. “Tenés que conocer a tal”, y acto seguido gestiona el encuentro, en el marco de lo que ella llama “alianzas improbables”. Así anda hace años, entramando, haciendo que gente que tal vez de otro modo no se conocería se encuentre y eso genere mejoras en la vida de esas personas pero también en las iniciativas que ellas generan e involucran a muchos otros.
Además de ese rol de “entramadora” que le es tan propio, Gabriela tiene un interés, una causa que la convoca: el empoderamiento de las mujeres. Hay factores muy variados que hacen a ese empoderamiento. Ella pone el foco en dos de ellos: que las mujeres ganen mayor presencia en los puestos de toma de decisión y que obtengan una mayor independencia económica.
Gabriela sabe de la importancia de ocupar espacios estratégicos para que esa combinación entre entramar y empoderar gane impacto. Entonces, además de su actividad privada como psicóloga y como directora de una consultora empresarial, codirige en Argentina la organización Women Corporate Directors (mujeres directoras de empresas), es vicepresidenta de Voces Vitales en su capítulo local (una red creada por Hillary Clinton que articula mujeres posicionadas en su profesión con otras en vías de estarlo) y es miembro de International Women Forum, que promueve el liderazgo de las mujeres.
¿Pensaste si sos estratégica en tu desarrollo profesional?
Invitada a Tiempo de Liderazgo, Gabriela propone algunos consejos para que las mujeres pensemos mejor nuestro desarrollo profesional. Se trata de diseñar en forma inteligente lo que hacemos a diario, no trabajando más horas sino aprovechando el tiempo de una manera más estratégica.
En un contexto como el actual donde todo es relativamente incierto y muy dinámico (y en este sentido la tendencia no parece modificarse) las sugerencias de Gabriela pasan por buscar diversidad tanto en la capacitación que adquiramos como en los espacios que frecuentemos y con quiénes nos vinculemos.
Cuidado con las “paredes de cristal”.Es muy común que las mujeres perfeccionemos por años aquello que estudiamos inicialmente y es probable que si no nos sentimos “suficientemente buenas” para otro tipo de conocimientos, ni siquiera intentemos incursionar en ellos. De esta manera puede ocurrir que rápidamente encontremos un techo. El consejo es asumir el desafío de combinar conocimientos “blandos” (más ligados a las experiencias) y “duros” (como los datos que pueden ser ordenados). Como esto no es habitual especialmente entre nosotras, rápidamente nos vamos a destacar. Conocer el negocio es fundamental; esto no significa que debamos estar en todo pero hay que conocerlo a fondo.
Mi experiencia: Tengo una formación bastante ecléctica. Soy psicóloga y después de varios posgrados en ese campo hice una maestría en administración de empresas. Esta combinación me abrió puertas. Es una formación que me facilita el entendimiento de un presupuesto, los resultados de un balance y también una política de recursos humanos. No es bueno que cuando se hable en términos de resultados no podamos intervenir por falta de conocimiento.
Espacios en los que hay que estar.Hay muchos espacios donde participar activamente. Asociaciones, ONGs, entidades gremiales, cámaras, etc. Esta participación tiene que tener un compromiso sostenido para que, luego de un tiempo, logre impacto en nuestras carreras profesionales. Ofrecéte como tesorera, consejera o bien como voluntaria en una o varias organizaciones y pronto verás los beneficios.
Mi experiencia: Participo activamente de varias organizaciones. A Voces Vitales llegué hace nueve años ofreciendo mi tiempo y hoy ocupo un rol de gestión en el Comité Ejecutivo que me abrió innumerables posibilidades y el relacionamiento con gente de todos los sectores a nivel nacional e internacional. En este sentido y por mi foco de interés en la situación de las mujeres que trabajan en empresas, esta organización me dio visibilidad para posicionarme como un referente en el área y fui convocada para ser Co Chair de Women Corporate Directors Argentina.
El valor de las alianzas improbables.Los encuentros más enriquecedores son aquellos en que descubrimos mundos que nos son ajenos. Generar alianzas donde la diversidad sea la premisa va a abrirte muchas posibilidades. Si sos emprendedor,a por ejemplo, va a ser muy interesante que interactúes con personas que trabajan en política o en el sector social. Pronto vas a encontrar muchos puntos que te conectan a esos mundos que aparentemente no tienen nada que ver con vos.
Mi experiencia: Aprendí a lidiar con la incomodidad de que otro desafíe mis certezas; hoy lo disfruto y sin dudas eso lo logro con personas que están en sectores diferentes al mío. Las mejores devoluciones, las más genuinas, ésas que me sirven realmente vienen de gente que me ayuda a ver lo que yo no veo y son personas con las que no existen conflictos de intereses. Son ésas las personas que amplían mi visión del mundo. Con ese objetivo tengo como hábito inscribirme todos los años en algún programa que amplíe mi red y mis conocimientos.
Mirada de largo plazo o miopía de futuro
Los consejos que nos da Gabriela apuntan a evolucionar en lo laboral. Uno de los logros centrales en esa evolución es la autonomía económica. “No hay independencia real sin ella”, dice. La autonomía económica es un importante factor en nuestra libertad de elección: ayuda a que sea más fácil decidir si queremos vivir con alguien o no, si queremos invertir en formación, en un emprendimiento, en un viaje o si queremos ahorrar.
Por eso es clave no generar una dicotomía entre vivir con plenitud el “aquí y ahora” y pensar en el largo plazo. A veces por estar muy enfocadas en lo actual tenemos “miopía de futuro”: no vemos más allá de hoy, alerta Gabriela. La maternidad puede ser detonante en este sentido. Muchas mujeres con hijos chicos dejan sus profesiones porque quieren dedicarles más tiempo o porque no dan los números en la ecuación “salir a trabajar / quién cuida a los chicos”. Más allá de qué motivos le resuenan a cada una, las prioridades van cambiando a lo largo del tiempo; la cuestión que es no se perpetúen si es que eso lleva a la frustración, el arrepentiemiento o la dependencia. Una cosa es no priorizar la formación, la profesión, los espacios de relacionamiento en función de cierto presente, y otra es que esto se prolongue en el tiempo y se convierta en aquello que descuidamos. Se trata de no padecer esa miopía de futuro a la que hace referencia Gabriela: “Vivir intensamente el presente sin hipotecar el futuro”.
Gabriela lo cuenta así en esta breve charla que llama “La gran decisión”:
Mercedes
liderazgo@mododelta.com
¿Algo de tu semana laboral apunta a tu desarrollo profesional? ¿Es momento de encarar estrategias activas de desarrollo o preferís en esta etapa priorizar otros aspectos de tu vida?