Mediterráneo de fantasía
Desde Génova y hasta Barcelona, travesía a bordo de un nuevo gigante de los mares, auténtica ciudad flotante de 18 pisos y tres cuadras de largo
Me voy a un crucero. ¡Qué frase! Corta. Sencilla. Casi austera.
¿Cómo pueden unas simples palabras albergar tanta fantasía? Indefectiblemente y en cualquier situación, después de pronunciadas, un grupo de divertidas mariposas invade el aire. El brillo de los ojos crece a la velocidad del entusiasmo y, sin ninguna resistencia, el rostro sonríe.
Y si un viaje en crucero es pura fantasía, un crucero por el Mediterráneo es fantasía a la potencia. Sin fisuras y con moño rojo.
Otra vida por una semana. Lo que sucede en el barco se queda en el barco. Para algunos, un soñado viaje romántico. O la posibilidad de conocer un puerto cada día sin armar ni desarmar equipaje. Sin pensar en nada. Ni siquiera en la plata. Ni en el almuerzo, mucho menos en qué cocinar. Los chicos van y vienen solos, total muy lejos no se pueden ir. No hay autos, no hay calles. Bajás, paseás, volvés al barco. Y mientras te dedicás al atardecer, el crucero rumbea hacia el próximo destino.
El gran escenario es el barco, preparado con esmero para que cada fantasía llegue a buen puerto y que todo sea posible. En esta oportunidad parte nada menos que de la histórica ciudad de Génova para vivir el Mediterráneo en cuatro paradas: Nápoles, Messina, Túnez y Barcelona. Recorriendo las mismas costas donde hace treinta años, una tradicional compañía familiar de buques cargueros, oriunda de Sorrento, dio origen a una de las más importantes navieras turísticas europeas. MSC Cruceros cuenta hoy con un total de 15.500 empleados distribuidos en 45 países y 1,6 millones de cruceristas proyectados para 2013.
La compañía, que pertenece a la familia Aponte, bautizó el 23 de marzo la nave número doce de su flota, el colosal buque Preziosa. Lo hizo con una botadura repleta de glamour, emoción y aires de prosperidad. Y es que para cada puerto que toca, el crucero es fuente de trabajo, tanto por lo que generan los turistas como por el abastecimiento que requiere. Génova lo esperaba con grandes páginas en los diarios e importantes personalidades en el evento. La madrina de la embarcación no podía ser sino Sofía Loren, protectora de toda la flota. La gente de mar no se arriesga: si su presencia junto a Giuliano Bossi, el capitán, fue de buen augurio anteriormente, la fórmula no se cambia.
Una enorme usina de ilusión
Para que el sueño sea a lo grande hace falta tenerlo todo a bordo. Y eso ocupa mucho lugar. Con sus 18 pisos y 333 metros de largo, el barco se dispone a brindar en cada instante el escenario ideal para disfrutar: cinco restaurantes, dos buffets, veinte bares, 1700 metros cuadrados de spa, tres piscinas, un casino, un teatro, una discoteca, exclusivos solárium y zonas para la relajación, áreas de entretenimiento, cine 4D, bowling y hasta un simulador de Fórmula 1.
Es que una nave de esta magnitud ya no es una nave, es una ciudad flotante. Se mueve tan lentamente y tiene tanto confort que hay que hacer regularmente ejercicios mentales para recordar que uno está en medio del mar. Ir a la cubierta, tener un poco de frío o de calor, mirar por los ventanales, pasarse un buen rato en el balcón si es que se contrató una de las 1106 cabinas que lo ofrecen dentro de las 1751 disponibles. O darse una vuelta por la proa, sentarse y cerrar los ojos hasta lograr percibir, así sea imaginariamente, el sutil movimiento del agua.
Todo viaje es posible
Si el pasajero busca unos días de vida tranquila, contemplación y silencio, puede bajar sin apuro en los puertos para dar una vuelta y saborear la comida local. También puede refugiarse en alguno de los tantos espacios de relax para leer un libro o escuchar el ruido del mar. Cada viajero puede inventarse un programa a su medida y moldearlo al uso y abuso de su fantasía.
Para aquellos otros pasajeros dispuestos a liberar mucha adrenalina y experimentarlo todo, el barco es su lugar en el mundo. Un cronograma completo de las actividades que se ofrecen al día siguiente lo espera cada noche en su habitación.
En ese daily program figura todo. A qué hora amanece y a qué hora cae el sol. El pronóstico meteorológico. Todo lo necesario para el puerto al que se arriba: hora de llegada, procedimiento de desembarque, principales atractivos, excursiones disponibles y hora de partida. También todas las actividades que se desarrollarán durante el día para quien no descienda. Desde clases de baile hasta observaciones astronómicas, pasando por espectáculos teatrales, paquetes promocionales de spa, demostraciones culinarias o bingo. Además figuran los horarios de celebración de misa y el detalle de todos los servicios a bordo: tiendas, cibercafé, gimnasio, lavandería, enfermería y oficina de cambio, entre otros. La fantasía a bordo tiene una logística muy afinada.
Los destacados
Fantasear no parece ser exclusividad de los pasajeros. Viendo cómo luce y qué ofrece este crucero, está claro que mucha gente soñó a lo grande a la hora de proyectarlo.
Su decoración le hace un guiño al lujo tradicional italiano. Con colores negros, azules y plateados en pisos y mobiliario, una imponente escalera brilla en el lobby central del buque. Está construida con escalones de cristal de Swarovski, cuyo valor promedio ronda los 6000 dólares la unidad. Una celebración del lujo.
La ilusión de la exclusividad no quedó fuera de la fantasía. El MSC Yacht Club para viajeros más que especiales recorta un espacio privado dentro del barco, con cabinas, piscinas y terrazas propias; cuenta con mayordomo las 24 horas y menú de almohadas.
Para alejar tensiones, un spa de 1700 metros cuadrados promete un paraíso oriental en alta mar. Con valores que no son para cualquier bolsillo ofrece novedosos tratamientos termales para todo el cuerpo, faciales a base de hematita y rodocrosita, y seis programas para la salud y belleza del cabello.
Subiendo a la cubierta, un solárium sólo para adultos ofrece serenidad a los amantes del sol. Mientras que del otro lado, un tobogán de agua de 120 metros de largo augura ser adictivo no sólo para adolescentes. Dicen por ahí que los mayores que se animaron no pudieron hacerlo menos de tres veces seguidas.
Por último, la mejor celebración del estilo mediterráneo: la gastronomía. La cantidad y variedad de platos de sus siete restaurantes confirman que el punto gastronómico es uno de los aspectos más cuidados en este crucero. Y la perla que lo hace más visible es la sociedad con Eataly, una popular cadena de Turín que promueve los principios de slow food: productos locales, vinos libres de fertilizantes y alimentos de elaboración artesanal. Este restaurante de diseño minimalista destaca tanto por el blanco de su decoración y ambiente relajado como por la grata experiencia gastronómica que propone.
A esta altura, no quedan dudas: en esta nave insignia –que no por casualidad integra la familia de buques Fantasía–, si uno no está atento puede olvidarse de todo, incluso de dónde se está parado, que no es tierra justamente, es fantasía surcando el Mediterráneo.
Tips a bordo
- Probar sin gastar tanto
Primera vez en un crucero. Si lo que busca es experimentar la navegación, hay itinerarios que parten desde el puerto de Buenos Aires por tres días con destino a Uruguay, durante el verano. Las tarifas más económicos parten de los US$ 329.
Fuera de agenda
- El espectáculo de la naturaleza. Si viaja en crucero, haga el esfuerzo y levántese a ver el amanecer en la cubierta, vale la pena.
- Vivir el barco. Aproveche si el itinerario que elige tiene al menos un día de navegación completo. Le permitirá disfrutar la infraestructura que tiene el barco. Los días con parada se hacen cortos para tanta oferta y uno suele volver cansado.
- Pasaporte
Tax Refund. Si planea hacer una compra importante en algún puerto deberá solicitar su pasaporte en la recepción del barco antes de bajar. Le será requerido en la tienda en cuestión para constatar su nacionalidad y completar el formulario de Tax Free. Es que durante la travesía los pasaportes quedan en el buque para el control portuario.
Mareos
- Movimiento. El barco se mueve poco, muy poco. Cuando sucede es un movimiento lento, no llega a dar la sensación de náuseas. Es raro que alguien llegue a descomponerse.
- Mareos en tierra. A muchas personas les suele suceder que cuando están en tierra experimentan un suave mareo, como si estuvieran navegando. Dura unos segundos y desaparece. Puede ocurrir cuando están en alguno de los puertos o en los días siguientes al regreso.
Las megacifras
- 3 cuadras de largo
333 metros es lo que mide de eslora - 18 pisos
13 son los habilitados para los pasajeros - 4345 cruceristas
Es la capacidad de alojamiento. Por cada tres pasajeros hay aproximadamente un miembro de la tripulación - 3,2 millones de horas de trabajo
Tomó construir el buque. Lo que equivale al trabajo de 159 personas durante 45 años - 1800 km de cable
Tiene la instalación eléctrica. Similar a la distancia que separa la Capital Federal de las cataratas del Iguazú
Datos útiles
- Tarifas
Itinerario: Génova-Nápoles-Messina-Túnez-Barcelona y Marsella, con regreso a Génova. La salida de 7 noches el 15 de mayo cuesta US$ 647 en cabina interna, por persona. La salida del 2 de junio, US$ 746. Incluye tasas portuarias e impuestos. Promoción vigente entre mañana y el jueves próximo, hasta agotar 3 cabinas por salida.
Promociones
- Niños gratis: menores de 18, que comparten cabina con sus padres, abonan sólo tasas e impuestos.
- Otros itinerarios de MSC
De 3 a 21 días: por el norte de Europa, América del Sur y transatlánticos, www.msccruceros.com.ar
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