Luján Agusti: "Dejar de lado los estereotipos nos libera a todos"
Es una de las fotógrafas seleccionada por la marca Dove para su campaña #Mostremos, en la que se unió con Getty Images y Girlgaze para sumar imágenes que se salen de los estereotipos de cada país a esos bancos de imágenes.
Luján se define como una artista visual y se especializa en documentales. Su trabajo ha sido exhibido internacionalmente, y también fue publicado en National Geographic, The Washington Post y The New York Times, entre otros. En 2016 publicó su primer fotolibro "Un montón de ropa".
¿Qué sentiste cuando te convocaron para esta campaña?
Fue una sorpresa total, sobre todo porque yo vengo más del palo documental, hago más fotos de este estilo y fotoperiodismo. Pero me identifiqué porque hace mucho que vengo militando el lugar de la mujer en la fotografía, tanto detrás como delante de la cámara. Al ser una industria mayormente manejada por hombres, es importante de qué manera nosotras vamos posicionándonos, encontrando la forma de entrar en estos espacios utilizando nuestros propios lenguajes. Y también para mí siempre fue importante la representación de la mujer, de qué manera se la viene representando a lo largo de la historia, no solo en las fotos y en la TV, sino desde siempre, mucho antes. Así que cuando me propusieron hacer esto, ni lo dudé, fue un sí inmediato. Me sentí muy identificada y muy agradecida por la oportunidad.
¿Cómo fue todo el proceso de selección de las mujeres fotografiadas?
El proceso de elegir o proponer a las chicas fue súper importante para mí. De verdad quería que fueran mujeres que rompieran con los estereotipos de belleza que tenemos tan metidos. Desde mi experiencia lo viví mucho durante los años que viví en México: ahí hay una problemática muy fuerte: allá en las publicidades y en la TV las mujeres son blancas y en la calle son morenas, bajitas… En Argentina igual también tenemos problemas de representación que están muy arraigados hace mucho tiempo. Por ejemplo, yo soy flaquita, pero en el colegio siempre me hicieron sentir que era medio gordita. Ahora lo pienso y digo: "¡¿Qué nos pasa?!". Así que desde ese lugar me interesaba trabajar en esos puntos y hacer hincapié en que la belleza es que haya diversidad, que seamos todos únicos y diferentes. Y que es algo que sale más de adentro hacia afuera.
La primera mujer que contacté fue súper importante para mí: se llama Esther; ella es del Norte de nuestro país, pero se fue a Tierra del Fuego hace 20 años y lleva muy metidas con ella las tradiciones de su familia, de su origen. Trabaja con lana local, de Tierra del Fuego, hace tintes naturales, está muy conectada con la naturaleza, con las plantas. Si hablás 10 minutos con ella no lo podés creer; tiene muchos saberes que trae desde chiquita. Yo me anoto todo lo que me dice.
¿Y cómo reaccionó ella cuando le propusiste participar de esta campaña?
No, no lo podía creer.
¿Qué edad tiene?
Ella tiene 50 creo.
Bueno, eso también es un tema, no? No se muestran mujeres de más de 30 casi nunca en las publicidades.
No, tremendo. La belleza está asociada con un momento específico de la vida de una mujer: sin arrugas, sin manchas… Y cuando vos la ves a Esther, es hermosa.
Ninguna de ellas tenía una noción real de su belleza, capaz sí en lo personal, pero jamás como siendo una representante de la belleza. "¿Cómo que voy a estar en una publicidad?", me decían.
¿Y cómo fue fotografiarlas, a ellas que no son modelos?
A mí me resulta más fácil. Hay algo de captar la esencia del otro que, cuando es una modelo, es muy difícil de llegar y atravesar ese rol que tienen de agradar a la cámara (es su trabajo, claro) y posar. Ellas controlan mucho la situación. En cambio las que no son modelos, son más ellas mismas y es más fácil llegar a su verdadera esencia… Y eso para mí es mucho más bello.
El proceso era registrar su vida diaria, acompañarlas en sus actividades del día a día… Y cuando les pedía que posaran un poco, al principio les daba algo de incomodidad pero poco a poco se iba transformando en un juego.
De las mujeres que fotografiaste, hay alguna que te haya marcado más, o cuya historia te haya sorprendido o llegado más?
Sí, creo que Cristina, una chica con artrosis juvenil, fue la que más me marcó. Con ella fue increíble, tampoco lo podía creer, me decía "¿Me estás tomando el pelo?". Y me pasó que yo, desde mi prejuicio, pensé: "Bueno, haremos cosas tranquis", y cuando la conocí me impresionó cómo ella quería todo lo contrario: "Vamos a caminar, vamos acá y allá, a mi clase de natación", me pedía. Tiene unas pilas impresionantes todo el tiempo, incluso un día en el que ella estaba con dolor, quiso seguir adelante con las fotos, seguir moviéndose. Me impresionó su fuerza de voluntad enorme, está todo el tiempo tratando de romper con sus propios límites. Además, dibuja, pinta, se maquilla increíble, hace un montón de cosas que uno no se hubiera imaginado sin conocerla. Me dio una lección enorme. Un gran ejemplo de superación.
¿Qué aprendizaje o conclusión te llevás de todo el proceso?
Fue un proceso bastante grande y movilizante en muchos sentidos. Principalmente, me sirvió para entender esto de que la belleza está en la diversidad, pero en serio. Como que en otros momentos hubo intentos de promover la diversidad, pero igual se terminaba cayendo en determinados estereotipos, como que hay lugares de los que todavía nos cuesta salir. Yo creo que estamos en un proceso al que todavía le falta un montón pero que vamos bien, es por acá la cosa. Lo bello es que seamos todas distintas: con lo que tenemos o no y sobre todo con nuestras cuestiones internas, con lo espiritual, con lo que cargamos adentro y se ve en nuestras miradas. Eso es lo que nos hace realmente hermosos a todos.
Me llevo eso. Tuve la oportunidad de trabajar con mujeres totalmente distintas y encontré la belleza en cada una. De las tres aprendí un montón.
¿Qué opinás del rol de las marcas en esta tarea de ayudarnos a salir de los estereotipos que tenemos tan arraigados desde que nacimos?
Creo que el rol de las marcas es fundamental porque la imagen es un lenguaje universal que está presente todo el tiempo en nuestras vidas. Las grandes marcas llegan a lugares a los que nadie más accede: se meten en las casas, en la calle… Y es a partir de esos mensajes que pueden dar las marcas que se comunican estos conceptos y la gente, consciente o inconscientemente, va bajando esta información. También obviamente hoy en día en la redes sociales y en la tele, las marcas juegan un rol fundamental. Tienen una responsabilidad enorme de aprovechar esa visibilidad y ese poder de comunicar. Me parece clave que se empiecen a preocupar por comunicar estos valores. Que una marca de belleza se preocupe por ampliar el paradigma me parece súper importante.
¿Cómo creés que va a reaccionar la gente cuando vea estas fotos?
Yo creo que va a ser muy positivo. Es algo que va a tener mucha aceptación, porque es muy agotador tener que aspirar a ciertos estereotipos o incluso, quienes son mujeres con el clásico estereotipo no quieren serlo. Es pesado ser un estereotipo. Nos libera a todos.
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