LIJ: un género para soñar y abrir tu mente

La literatura infantil y juvenil (LIJ) es el segmento que más creció en los últimos cinco años en el país. De los 52 millones de libros que se vendieron en Argentina en 2015, más de seis millones fueron títulos para chicos y jóvenes.

Que haya libros para niños, es probablemente muy fácil de aceptar. Pero que los adolescentes y veinteañeros tengan un género dedicado especialmente a ellos, a muchos espíritus conservadores, defensores a ultranza de la buena literatura, la clásica, la de siempre, quizás les pueda parecer un despropósito.

¿Qué les pasa a los adolescentes? ¿No saben leer? ¿Por qué no agarran a Cortázar, Borges, Hemingway?

A mí me asaltó alguna vez alguna de estas preguntas -un poquitín prejuiciosas- y descubro que hay críticos literarios que sostienen esta postura. Por ejemplo, la gestora cultural y crítica literaria española, Victoria Fernandez decía: "La mayoría de estas obras juvenilesno resisten una comparación seria con la narrativa para adultos; es más, ni siquiera merecerían la atención de los editores por su escaso interés y calidad literaria"

Quiero decirles que no estoy de acuerdo con esas posturas. Y probablemente, hoy veinte años después, la misma crítica haya cambiado su visión. El género LIJ, más allá de que sea necesario como categoría de marketing editorial, se está convirtiendo en un fenómeno cultural que promete, especialmente porque sus temáticas y sus modos de narrar son acordes a los intereses del mundo actual. Y no sólo a los intereses de los más chicos. De todos, porque todos estamos cambiando nuestra forma de ver el mundo, de relacionarnos y de consumir cultura.

Creo que también estamos cambiando nuestra forma de soñar. Las grandes pasiones, los grandes miedos y emociones humanas tal vez sean inmutables, pero los modos en que los percibimos, en que los tramitamos, están cambiando.

Y, en ese sentido, espiar un poco de la forma en que ven el mundo los chicos, los adolescentes y los veinteañeros de hoy, nos puede abrir la mente. Y acaso el corazón.

Qué es LIJ

En primer lugar sepamos que el género no solamente se refiere a los lectores niños y jóvenes, sino también a los autores. Hay una generación de escritores jóvenes que está haciendo aportes muy interesantes al género.

Por otro lado, ya está ganando reconocimiento en los ámbitos académicos. En muchas partes del mundo se están creando bibliotecas especializadas y en las universidades de letras empiezan a incorporarse a los programas las cátedras de LIJ.

Libros y revistas electrónicas, reseñas en redes de lectores como Googreads y los Booktubers están a la cabeza de la promoción de este tipo de obras. La movida crece también de la mano de congresos, concursos y premios la creación para este segmento de población.

Promete sumar lectores que por esta vía pueden abrir la curiosidad a otros géneros y autores, ampliar el universo de intereses de los más jóvenes y, a la inversa, para los que solamente conocemos el modo de lectura lineal, nos impulsa a ir más allá del papel.

Música, películas, videos, libros, palabras nuevas, sensaciones conocidas y desconocidas, reflexiones, apertura mental, todo eso y mucho más podemos experimentar si nos animamos a leer "algo de chicos".

Precisamente, otra característica del género es, justamente, que las obras escritas suelen ser escritas pensando de antemano en su futura proyección en la pantalla. Quizá la narrativa no sea de la calidad literaria esperada, pero en general lo que prima es la acción y el perfil definido de los personajes, lo que lo convierte a las historias en productos ideales para el formato audiovisual.

Algunos títulos juveniles para tentarse

Uno de los sellos editoriales que está apostando al segmento es VRYA, flamante segmento del sello V&R Editoras, que acaba de lanzar 4 novedades para América Latina:

Entre el demonio y el profundo mar azul, de

April Genevieve Tucholke, combina el terror edulcorado típico de las sagas de vampiros y jóvenes con poderes maléficos, en los primeros pasos del amor. La suavidad del primer beso, el impulso irresistible por el abrazo, los músculos marcados, la piel erizada, las miradas que en un segundo viran de la dulzura a la frialdad, para pasar a la malicia. Eso, la historia es bastante inverosímil, pero atrapante. Lo que me gustó mucho es lo que dije al comienzo, la gran cantidad de referencias a otros libros, películas, música.Es un libro para leer conectada. Por ejemplo en un momento Vi, la protagonista,que es una chica que ama los libros y siempre está leyendo uno, menciona Operación Masacre. Tuve que googlear, preguntar a Georgina, la agente de prensa de la editorial, hasta sacarme la duda. No, no refería al libro de Rodolfo Walsh sobre su investigación en tiempos de dictadura argentina. Era sobre una película norteamericana. En otro momento habla sobre una canción llamada Entre el demonio y el profundo mar azul, de Robert Johnson (igual que el libro pero no necesariamente la historia se basa en esa canción) y descubro un magnífico compositor de blues, que tiene toda una leyenda, dicen que pactó con el diablo para lograr una voz especial.

Por trece razones, de Jay Asher cuyos derechos ya compró la actriz Selena

Gomez para producir una miniserie con Netflix, que toca la temática de bullying: un estudiante de secundaria algo tímido, vuelve de la escuela y recibe un paquete anónimo en la entrada de su casa. El misterioso regalo es de una compañera de clase, la chica explica a cada uno de los compañeros de clase que la maltrataron a lo largo de los años, los motivos que la llevaron a tomar una decisión irreversible

Qué nos hace humanos, una historia en primera persona que aborda la temática transgénero. "Tenemos las herramientas para pensar el mundo de otra forma. Esta novela es una de ellas. Tal vez, en medio del camino descubramos que esas barreras que tenemos delante no son tan difíciles de atravesar", adelanta Sofía Olguín, la autora, en la introducción.

La reina impostora, de Sara Fine, una historia de magia al estilo Narnia, imperdible si te gustó esa película o si sos muy adicta a la serie Once Upon a Time. Elli era solo una niña cuando los Ancianos de Kupari la eligieron como la sucesora de la reina: una mujer que puede manejar el poder infinito de la magia de hielo y de fuego al servicio de su pueblo. A Elli la prepararon para cumplir su destino, el día en que esas poderosas fuerzas tomen su cuerpo para cumplir la profecía.

Pero cuando llega el momento, las cosas no ocurren como lo esperaban, y Elli tendrá que adaptarse a una nueva realidad cargada de oscuros secretos e injusticias, y averiguar cuál es su verdadero rol en la historia de los Kupari.

Otros títulos para conocer o regalar y dar en el clavo

George, el título del autor estadounidense Alex Gino, se dirige a niños y jóvenes para llevar al universo infantil, de un modo muy amigable, tierno y empático, la historia de un niño trans. Cómo dice su portada, “Cuando la gente mira a George ve un chico. Pero George sabe que es una chica”. Me gustó mucho y lo tengo muy a la vista para que en cualquier momento mis hijos sientan curiosidad y lo manoteen.

El periodista español Francisco de Paula Fernández, más conocido como "Blue Jeans" es furor en las redes sociales y se hizo famoso por la saga El club de los incomprendidos, que narraba las peripecias de unos adolescentes típicos, que, sintiéndose pentirse perdidos en la sociedad, familia y amigos, deciden unirse y conforman un club que los identifica y los une cada día más. La nueva series se llama Algo tan sencillo y ya lleva dos títulos publicados: Algo tan sencillo como tuitear te quiero y Algo tan sencillo como darte un beso. Ambos transcurren en la universidad y narran las aventuras de varios personajes que se enfrentan a situaciones extrañas, fenómenos semiparanormales, cambios de rumbo inesperados y la aparición en sus vidas de alguien que no debería estar, amores impensados y rupturas previsibles.

Yapa, la música de Robert Johnson:

¿Que piensan de este género? ¿Libros o películas teen para recomendar?

Escriban a clubdelecturaohlala@gmail.com, @danielachueke en twitter o instagram

¡Cariños!

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