Leche de maní: creó un producto nuevo con el fruto seco más abundante del país
Hoy te contamos la historia de Dana Daverio, a quien su emprendimiento le llegó casi como algo natural, por un tema alimenticio de ella, y creció sin esperárselo. Mirá cómo hizo para poder llevar adelante este proyecto y cómo hizo para desarrollar un producto innovador y de excelente calidad.
Alta demanda
Dana Daverio tiene 32 años, es publicista y apasionada por la gastronomía desde que tiene memoria. En 2013 le detectaron intolerancia a la lactosa y empezó a hacerse sus propias leches vegetales de almendras. Casi como un juego decidió ponerles un nombre y diseñarles una etiqueta. El resultado fue Veggie Milks, una de las primeras marcas de leche de almendras. Hizo la página de Facebook e Instagram; le hicieron una nota y automáticamente empezaron a llamarla clientes y empresas de diferentes provincias para pedirle productos. En un solo día recibió veinte llamados. Fue un verdadero shock, porque su intención no era hacer un gran negocio de esta diversión, pero inevitablemente el crecimiento se dio.
Un hallazgo: la leche de maní
En 2014 renunció a la agencia donde trabajaba para dedicarse de lleno a la marca, pudo alquilar un local para hacer una fábrica y registró el producto para comercializarlo a mayor escala. Se asesoró y aprendió sobre venta, logística, pasteurización, productores, tendencias y así llegó a tener alrededor de 30 clientes grandes fijos. Ya en 2015 el crecimiento fue muy grande, y el próximo paso implicaba una inversión mucho mayor, además, el mercado de las leches de almendras ya había crecido mucho. Por eso decidió tomarse un tiempo para repensar la marca, y volver a empezar con todo lo que había aprendido y pasos más firmes. Así llegó a un producto totalmente novedoso: la leche vegetal de maní, a la que llamó Maní Maní. Sabía que era un desafío grande, porque no existía una fábrica que supiera elaborarla. En diciembre de 2018, tras muchas investigaciones y pruebas caseras, encontró un centro de producción en Rosario que contaba con la maquinaria necesaria, y arrancó a producir. "Mi objetivo es que la gente pueda alimentarse comiendo rico", cuenta tras haber dado en el clavo con los sabores y la funcionalidad de este producto.
Ingredientes nacionales
Eligió el maní porque es el fruto seco más importante de nuestro país, y una gran fuente de proteínas. Tiene tres fórmulas diferentes: Chocomaní (de maní, azúcar mascabo y cacao amargo), Curcumaní (de maní, miel y cúrcuma) y Yerbamaní (de maní, azúcar mascabo y yerba mate). "Yo no quería ir con matcha, con lo buena que es nuestra yerba mate". Tiene un proveedor de yerba de Misiones que le manda los bolsones con las hojas tostadas, sin ningún proceso químico. Dana busca potenciar a los productores argentinos, por eso salvo el cacao, que proviene de Ecuador, todos los ingredientes fueron seleccionados especialmente. El azúcar mascabo y la cúrcuma vienen de un productor del Norte argentino, el maní de Villa María, Córdoba, y la miel es de Santa Fe. Su desafío más grande fue que la gente se animara a probar un producto tan nuevo, pero siempre estuvo convencida de lo que hacía, porque para ella, lo más importante para emprender es tener la convicción de creer en eso que estás haciendo.
En números
- Ya lleva invertidos $400.000 en el desarrollo de la leche de maní.
- Su ganancia es del 20% por cada botella.
- Mensualmente produce alrededor de 1200 litros.
- La botellita de 250 mililitros sale $92.
Más info:@veggiemilks.
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