Las Jugueteras: "Usamos la creatividad para agruparnos"
Son "Las Jugueteras", cinco mujeres que se dedican al diseño y la confección de muñecos de tela, que no solo han usado y usan la creatividad para hacer juguetes, sino también para sobrevivir como emprendedoras independientes.
"Ser creativo es necesario para vivir. Para inventarse a uno mismo, para estar, para levantarse todos los días", afirma el artista español Jaime Buhigas. Y gracias a esta capacidad, no sólo podemos diseñar objetos, piezas musicales, historias, edificios, recetas, fórmulas, sino también podemos resolver cualquier situación de crisis. Al menos éste fue el caso de ellas.
Cuando se conocieron -hace un año- todas desarrollaban el trabajo desde sus casas, con las ventajas y desventajas que ello implicaba. Para cada una de ella pensar en tener un lugar de trabajo por fuera del hogar era una utopía. Pero "pudimos vencer la barrera de sentirnos competencia, visualizamos las posibilidades que tendríamos si aunábamos esfuerzos y nos pusimos a buscar un lugar destinado al trabajo para gestionarlo de manera comunitaria", afirma Josefina.
En diciembre alquilaron una casa, armaron el taller de costura y un espacio de showroom donde reciben a clientes mayoristas y minoristas. Si bien comparten el mismo rubro, cada una mantiene su impronta. "Trabajar juntas nos nutre día a día, el intercambio de saberes, compartir experiencias, escucharnos y contenernos, como otros trabajos el del emprendedor también suele ser frustrante a veces, difícil de afrontar si se lo hace en solitario".
-Es interesante pensar la creatividad no sólo en relación a un objeto o prenda, sino también como herramienta de supervivencia...
JOSEFINA: Sí, nosotras tuvimos que pensar de qué manera en este momento continuar con nuestros pequeños emprendimientos y no tener que cerrarlos por un tiempo para buscar un trabajo en relación de dependencia. Usamos la creatividad para agruparnos, todo el tiempo la estamos usando. Estamos en un momento difícil. No quiero dar la impresión de "wow, es re creativa, le va espléndido con eso", no. Estamos rascando la creatividad debajo las baldosas para ver si podemos seguir teniendo esta gran posibilidad de levantarnos a la mañana y hacer lo que nos gusta.
-Retrocedamos unos años, Josefina. ¿Cómo nació esto de ser artesana? Trabajabas en una farmacia y de un día para otro dejaste todo.
JOSEFINA: Hubo un momento de quiebre, sí, me dije: "yo estoy 10 horas laburando acá en esta farmacia, quiero hacer otra cosa". Ese momento lo tuve, renuncié, me puse con la maquinita, me hice la hippie, estuvo buenísimo, fue necesario... Pero el momento actual es muy distinto a aquél. En realidad, el emprendimiento fue teniendo un montón de etapas diferentes. Cuando nació Pedro, mi hijo, por ejemplo, decidí trabajar desde casa. Trabajar desde casa es buenísimo porque estás con tu bebé pero a la vez es un chino... Es complicado. Y así fue fue hasta que nos conocimos. Todas teníamos el mismo problema. Un día estábamos en casa planeando la primera feria que íbamos a hacer juntas y en un momento nos dijimos: "lo que estaría bueno, el sueño sería tener un espacio común para trabajar". Quedó esa idea latente y en dos o tres meses se concretó.
-¿Cómo funciona la casita?
JOSEFINA: Los lunes cada 15 días hacemos las asambleas de la Red, de la que todas formamos parte (La Red de Productores de Juguetes Argentinos de Autor). También está el taller, donde trabajamos y los segundos sábados de cada mes hacemos un showroom abierto. El 14/05 es el primero. En ese showroom no sólo están los productos de las Jugueteras, sino de todos los miembros de la Red.
-¿Cómo fue superar la barrera de sentirse competencia?
JOSEFINA: Los lunes todos los miembros de la Red nos reuníamos en el Ministerio de Desarrollo de La Nación en unas jornadas de capacitación para jugueteros, y en un momento empezaron a hablarnos sobre formas de trabajo y cooperativismo... A partir de ahí se fue dando naturalmente. "Che, a ver, quiénes tienen tal insumo en común", "yo, yo, yo". "¿Entonces por qué no hacemos una compra grande entre todos?". Es de sentido común, es básico, pero es difícil de resolver si vos estás disperso. El mundo del emprendedor es muy solitario, no estás muy vinculado con el resto.
JOSEFINA (continuación): En ese contexto alguien dijo: "¿Por qué no nos proponemos ir a la feria de Mica? ¿Quiénes se animan a ir y compartir un stand del Ministerio?" Algunos respondieron: "bueno, no sé, es muy pronto para ir juntos". Empezó a circular esto de la competencia. Y nosotras dijimos: "nosotras vamos. Veamos qué pasa". Y no tuvimos ni un problema
NATALIA: Ni uno.
JOSEFINA: Agarramos una caja cuadrada.
NATALIA: Una batea de cds
JOSEFINA: Metimos los muñecos, los ordenamos, nos hicimos unos volantes, nos pusimos un nombre, "somos las Jugueteras, vamos juntas a todos lados", lista de precio para todo, y así se armó.
-¿Y cómo es vender productos de otros?
NATALIA: Me ha tocado a mí vender productos de ella o de cualquier otra chica y lo hacía con la misma intensidad que vendía mis productos. Si les va bien a ellas, nos va bien a todos. Empezamos a ayudarnos entre todas. Es algo medio difícil de ver. Es verdad que te decías: "uy, le estoy vendiendo algo a alguien y no estoy vendiendo lo mío", pero es mi compañera, es con quien quiero compartir un proyecto, entonces le ponías toda la garra y estaba buenísimo. Y así pasó que uno de los chicos de la organización de Tecnópolis nos vio, se acercó y nos dijo: "¿se animan a venir juntas como Jugueteras a Tecnópolis a exponer?"
JOSEFINA: Además, otro punto importante en relación al compartir es que, ¿yo sola 15 días en Tecnópolis? No, hubiese tenido que decir que no. Porque los chicos, los horarios, de 10 de la mañana a 8 de la noche en Villa Martelli, sin auto, bultos... Hubiese tenido que decir no. A ellas les pasaba lo mismo. Pero de a cuatro sí podíamos. Y de última la que no podía estar ahí físicamente trabajaba desde su casa.
-¿La mayoría son mamás?
JOSEFINA: Sí. Y tres tenemos nenes chiquitos. Y la que no es mamá, tiene un trabajo en relación de dependencia. La idea básicamente era que solas, cada una por separado, no podemos. Entonces vamos juntas. Probablemente vendas un poco menos, lógico, porque si vos ponés todos tus productos y viene una persona y sólo le ofreces tus productos, quizás vendas un poco más, pero de la otra manera no podrías estar. No podrías vender nada. Además, te genera una linda sensación, podemos laburar juntas a pesar de hacer lo mismo. Porque, por ejemplo, Luciana y yo hacemos animales de tela, pero son distintos. O sea, va a venir alguien y va a ver su pinguiño, y por más que yo le ofrezca mi elefante, le va a gustar ese pingüino, no seamos tan cerradas.
-¿En conclusión?
JOSEFINA: Agruparse entre pares es una solución frente a las contingencias de este mundo. No es fácil porque todo te indica que vos tenés que ser competitivo, que te tenés que destacar, tenés que pisar cabezas, subir vos y olvidarte del resto. Nosotras intentamos ir contra la corriente de eso porque ser competitivos no nos sale, no está en nuestra esencia, usar las herramientas del sistema capitalista para crecer nunca nos salió... Esta otra manera no sólo nos beneficia económicamente, sino además nos da una satisfacción especial. En fin, usamos la creatividad para romper con estructuras que nos quieren imponer, para crecer contra la corriente de un sistema que seamos de una determinada manera.
-Muchas gracias, chicas.
Nota: La Casita de Las Jugueteras queda en Cabrera 4211, timbre A. Los segundos sábados de cada mes hacen un showroom abierto al público. Aquí algunos de sus productos:
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