Lanzó una app de consultas médicas que ya tiene más de 2 millones de usuarios
Muchos emprendimientos nacen, no sólo de una explosión de creatividad, sino además la capacidad de algunas personas de detectar una necesidad específica del mercado. Ese fue el caso de Ingrid Briggiler, que hace más de 10 años, cuando cursaba la carrera de Medicina, detectó un problema: sus profesores interrumpían las clases para atender llamadas de los pacientes . "El paciente necesita ese contacto cercano con su doctor, pero el médico no siempre puede atender", nos contó.Tras eso, Ingrid decidió cambiar las reglas del sistema y empezó a cranear un proyecto novedoso:Llamando al Doctor, una aplicación que permite realizar videollamadas entre los pacientes y los profesionales para optimizar el tiempo de ambos: "Está bueno que cuando alguien tiene gripe tenga varias opciones: ir a la guardia, sacar un turno, llamar a un médico a domicilio... o utilizar la app", nos dijo.
Pese a estar convencida de su idea, no le fue fácil conseguir la inversión para llevar adelante el proyecto. Según cuenta, en cada concurso al que se presentaba, si había tres puestos, quedaba cuarta, si había cinco, sexta: "¿Cuántas puertas toqué? ¡Un millón! Yo estaba convencida, pero necesitaba que alguien más confiara". Finalmente, en noviembre de 2016 se anotó en un consurso de Experiencia Endeavor y logró conseguir su primera inversión para desarrollar la app y su primer cliente.
Actualmente, los profesionales que forman la red atienden en cualquier momento del día, todos los días del año. Se atienden todo tipo de cuestiones de baja complejidad que no requieren examen físico, como gripe, fiebre o erupciones cutáneas. Las llamadas quedan registradas en una historia clínica y cada profesional puede emitir recetas.
Hoy, Llamando al Doctor cuenta con cinco clientes –en su mayoría prepagas– y 300.000 afiliados usan este servicio.
¿Cómo lo hizo?
- " Detecté un problema y busqué la solución en la que el beneficio sea tanto del paciente, que logra una atención rápida, como del profesional, que recibe su remuneración".
- " Investigué el mercado . Hablé con médicos para conocer su opinión, hice encuestas (llamé a más de 100 pacientes) y busqué otros casos de éxito en el mundo".
- " Pedí presupuestos y ahorré. Necesitaba 100.000 pesos. No los tenía, así que durante un año trabajé el doble y negocié que el pago de la app fuera en 10 cuotas".
- " Reformulé la idea . Cuando vi que mi proyecto inicial no era tan realizable, aposté a un modelo de negocio B2B en el que la prestación de servicios se produjera entre dos empresas".
Los consejos de Ingrid
- No siempre es necesario ser innovadoras. "En mi caso, investigué y detecté que esto ya existía (y funcionaba) en Europa y Estados Unidos. Eso validó mi proyecto".
- Buscá otras opiniones. Los concursos y convocatorias start up son una buena herramienta. Aunque no quedes seleccionada, conocés personas que aportan otra visión.
- No bajes los brazos. La perseverancia, la convicción, la garra y tener confianza en una misma y en su proyecto son los principales motores. Eso se transmite a simple vista.
- Apostá a un proyecto por vez. "Al conseguir la inversión, supe que tenía que dedicarme solo a este proyecto. Me costó dejar la medicina, pero hoy sé que fue la decisión correcta".
Minibío
Nombre, edad y profesión : Ingrid Briggiler (32). Ginecóloga, obstetra y creadora de Llamando al Doctor.
Desafío cumplido : logró desarrollar una app que permite consultar a un médico a través de videollamadas y así disminuir las consultas informales.
Más info : www.llamandoaldoctor.com
En números
$100.000: invirtió en desarrollar la primera versión de la app.
2 millones de usuarios tienen al día de la fecha (7/2019).
En 5 países está la app: Bolivia, Uruguay, Perú, Brasil y Argentina.
US$ 355.000 , fue lo que le otorgó su inversor.
US$ 250 mil facturó en todo el 2018.
30 médicos (ginecólogos, clínicos y pediatras) son parte de la red.
4 minutos : es el tiempo promedio de cada consulta.
$300 es el costo mensual de una consulta para particulares.
10 años se dedicó Ingrid a la medicina antes de dedicarse de lleno a su proyecto.
Maquilló y peinó Josefina Mercau.
El emprendedorismo está lleno de obstáculos y por momentos puede parecer una cima demasiado difícil de escalar. Pero nada es imposible para el que tiene un propósito bien firme y una misión que cumplir. Ese es el caso de Ingrid, que siempre tuvo presente que en el fondo, su misión era ayudar. Si te interesó esta historia puede que también quieras leer otros relatos similares"Pidieron un préstamo de 200 mil pesos y lanzaron su marca de cosmética orgánica" y "En 7 meses creó su marca de joyas: cómo lo hizo"
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