Knockout profesional. Carreras en suspenso y trabajos perdidos: más de 1,5 millones de mujeres salieron de la actividad laboral remunerada en pandemia
Pero, paradójicamente, aumentaron su tiempo de trabajo no remunerado. Una mirada en perspectiva.
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En el momento de aislamiento más estricto en Argentina, la tasa de participación económica de las mujeres cayó un 8,2%, dejándonos en un nivel comparable al de hace dos décadas. Después de muchos años en los que no paramos de crecer no solo en cantidad, sino también en calidad de los puestos (y hasta ingresando tímidamente en las mesas de liderazgo), un knockout técnico o, mejor dicho, una pandemia mundial nos paró en seco e hizo que se replantearan (a la fuerza) muchas prioridades personales y familiares. Con la cuarentena no nos quedó otra que quedarnos en casa y comenzar una nueva vida que combinaba trabajo, escuela mediante clases virtuales, cuidado de los hijos full time y tareas domésticas. Las más afortunadas pudieron dividir las actividades con su pareja y se reorganizaron de una manera exitosa (por momentos caótica, pero exitosa al fin). Pero otras tuvieron que sacrificar sus trabajos y poner sus carreras en suspenso para encargarse del cuidado y la escolaridad de los hijos.
A nivel global, la crisis provocó que las mujeres perdieran al menos 800.000 millones de dólares en ingresos durante 2020, según lo informó Oxfam International. Esta baja en los ingresos y la consiguiente pérdida de su independencia económica es uno de los grandes conflictos de esta nueva era, y con este factor se cuelan muchos otros que también afectan su bienestar físico y emocional.
Los mandatos sociales todavía nos persiguen
Hay ciertos paradigmas que aún nos cuesta terminar de romper. Ante una situación de emergencia como lo es la pandemia, muchas mujeres se convirtieron en las cuidadoras predeterminadas de sus hijos a costa de desatender e incluso dejar sus trabajos remunerados. Y, una vez más, la desigualdad volvió a quedar en evidencia. Porque la diferencia salarial histórica entre hombres y mujeres pesó más en la balanza cuando las familias tuvieron que decidir cuál de los dos padres se tenía que quedar en casa con los chicos. En este contexto, más de 1,5 millones de mujeres salieron de la actividad laboral en Argentina, pero, paradójicamente, aumentaron su tiempo de trabajo no remunerado.
Usá el trabajo como un puente
La actividad que elijas ejercer será tu puente para alcanzar tus mayores deseos y metas. El primer movimiento para construir un puente sólido es hacerse la pregunta “¿qué quiero?”. Este procedimiento no es sencillo y obtener la respuesta puede llevar un tiempo considerable. Y si, ante una situación extrema como la pandemia, alguna se vio obligada a bajarse de ese puente, la frustración y la angustia son los primeros sentimientos que la van a invadir.
Pero ojo, si puede capitalizar ese fracaso, ese parate, cuando a esa mujer le toque reconstruir su puente, estará parada en otro lugar y podrá sentirse más empoderada que nunca para seguir su camino. No es la experiencia en sí sino lo que haga con ella lo que va a marcar su futuro.
Poné el modo pulpo off
Otra gran barrera con la que se enfrentan las mujeres es la cultura del multitasking, esta creencia generalizada de que somos Super Woman y podemos hacer mil cosas al mismo tiempo. Sabemos que somos capaces y podemos con todo, pero no con todo a la vez. No tiene sentido sobrecargarte de responsabilidades imposibles de cumplir que pueden llevarte al desborde emocional.
En los maternity coachings que se dictan en distintas empresas nunca se vieron tantas madres estresadas como desde que comenzó la pandemia. Incluso sorprende el número de mujeres que tuvieron que recurrir a medicación para poder bajar un cambio y cuidar su salud mental.
Ninguna mujer puede atravesar un momento como este si no tiene una red de contención que la acompañe. Esa red está tejida en gran parte por la pareja, con quien debemos establecer acuerdos claros sobre la distribución de tareas para evitar reproches y problemas de convivencia. En otro lado de la red están las personas con las que trabajamos. Contar con un jefe cercano que se interese por la persona detrás de la profesional es impagable en los momentos de crisis. En el ámbito laboral, la empatía trae calma y la calma, buenos resultados.
Tranqui, hoy no es siempre
Si sos de las que tuvieron que dejar su carrera en pausa, no desesperes. Tomalo como una transición y no lo veas como algo definitivo. Obvio que entrar y salir del mercado de trabajo es tedioso y cuanto más tiempo pasa, mayores son las barreras para reingresar. Pero esto que le está sucediendo al mundo entero es algo excepcional que tiene fecha de vencimiento. Puede funcionar como un paréntesis en tu vida que implica una oportunidad de conectarte con tus hijos de una manera plena. Si ya está pasando, no lo resistas, buscá la forma de capitalizarlo. Si lo tomás de esta forma, vas a dejar de transitar este camino con tristeza y frustración y se va a convertir en una experiencia rica. Eso sí: es muy valioso que, cualquiera que sea tu situación personal, no apagues ese fueguito que te une con tu trabajo o vocación. •
¿Cómo manejar la culpa?
Este sentimiento juega un rol muy importante en la calesita de emociones que dan vueltas en la cabeza de las mujeres que atraviesan una crisis laboral como consecuencia de la pandemia. Si tu situación fue extrema y tuviste que dejar tu trabajo, probablemente sientas culpa de abandonar tus proyectos profesionales y prescindir de una entrada de dinero. Si estás entre las afortunadas que conservaron su trabajo remunerado haciendo malabares con la organización familiar, quizá cargues con el peso de sentir que no hacés bien ni las tareas de mamá ni tus responsabilidades laborales por estar tan desbordada. Además, te carcome la cabeza no cumplir con el mandato social de la mamá perfecta. ¡Pará la moto! Respirá y aflojale al nivel de exigencia que te estás poniendo. No pretendas de vos cosas imposibles ni te midas con una vara que tenga el nivel de perfección por las nubes, porque jamás vas a llegar a tu meta y ahí la culpa te va a morder los talones. Es clave tener una mirada más amable con nosotras. Para lograrlo, poné el foco en lo que sos buena y desarrollalo al máximo. Esta es una buena manera de impulsar la autoestima y generar mentalidad de crecimiento. No hay recetas mágicas para convertirse en una madre pandémica exitosa. Es importante que cada una saque una foto diagnóstico de dónde está parada hoy y entienda cuáles son las variables que puede modificar para mejorar su realidad. Cuando te pares en un lugar de autosuficiencia y autoconfianza, la culpa puede tocar la puerta, pero ya no le vas a dar tanto lugar.
Números en Argentina
- Antes de la pandemia 5 de cada 10 mujeres estaban dentro del mercado laboral
- Durante el segundo trimestre de 2020, la cifra descendió a 4 de cada 10
- 8,2% cayó la tasa de participación económica de las mujeres en el momento de mayor cierre, dejándonos en un nivel comparable al de hace dos décadas.
- Más de 1,5 millones de mujeres salieron de la actividad laboral remunerada.
- La tasa de desocupación de las mujeres pasó de 9,5% a 13,1%
Fuente: Unicef y Ministerio de Economía.
Experta consultada: Sabrina Díaz Ibarra Coach organizacional. Referente del coaching de género y del maternity coaching. @sabrinadiazibarra
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