Jugar en cuarentena. Por qué es importante y algunas ideas para no aburrirse
Este tiempo de aislamiento nos quitó muchas cosas. ¿Qué duda cabe? Nuestra cotidianeidad nos abandonó de golpe. Pero también vimos cómo nos trajo muchas oportunidades. Por ejemplo, recibimos la invitación a mirar bien adentro y a buscar nuestros recursos allí. A veces por aburrimiento, otras por necesidad, tuvimos que ponernos creativas y encontrar espacios de recreación que quizá teníamos olvidados. Es que, admitámoslo: por la vorágine de la vida, los problemas, la falta de tiempo, por estar siempre adelantadas a lo que debemos hacer a continuación, nos cuesta muchísimo relajarnos y dejar un poquito de lado las obligaciones y responsabilidades. Como si todo esto fuera poco, nuestros costados lúdicos y creativos no son recursos que siempre tengamos desarrollados. Alguien nos dijo que eran cosas de chicos y lo creímos. Pero ahora descubrimos que el momento del juego puede ser un buen regalo para hacernos a nosotras mismas.
¿QUÉ ES JUGAR?
"Jugamos cuando hacemos algo sin ningún fin específico, por el simple hecho de disfrutar la experiencia", dice Facundo Arena en su libro El camino de la creatividad. Y dice más: el juego es el terreno donde la mente se descomprime y la creatividad sucede con mayor libertad. Cuando llegamos al mundo, durante algunos años, se nos permite hacer más o menos lo que se nos antoja. Después, esa predisposición juguetona tiene que amoldarse a las circunstancias y de a poco nos vamos olvidando de cómo era. Si tenemos hijos, un buen día nos encontramos con que nuestra capacidad lúdica está totalmente atrofiada. Lo que pasa muchas veces es que los padres intentan obturar esa necesidad de jugar de los chicos ofreciéndoles tecnología, llenándolos de objetos de todo tipo o poniéndoles actividades a toda hora, para que estén ocupa-dos y no se aburran. Pero ¿qué pasa si abrimos la puerta para ir a jugar? Esta cuarentena nos trajo esa pregunta.
¿POR QUÉ HACERLO?
La pregunta es por qué y no para qué. Desde el punto de vista estrictamente productivo, jugar no es una tarea redituable, no se traduce en un beneficio inmediato y tangible. Pero si miramos un poco más, vamos a ver que de grandes cumple el mismo rol que en la niñez: conectarnos con el momento presente, estimular nuestros sentidos y activar nuestra imaginación. Jugar activa el proceso creativo, nos ayuda a bajar la guardia mental y es una manera de conectarnos con nosotras mismas desde un lugar diferente del que solemos hacerlo en el día a día. Mientras jugamos se nos ocurren ideas, nos encontramos con aspectos de nuestra personalidad que quizá teníamos un poco olvidados y, si lo hacemos de a dos o más personas, generamos un momento compartido único. ¡Y como si todo eso fuera poco, es muy probable que la pasemos muy bien! Para nuestros hijos es un momento en que el vínculo se hace simétrico, nos convertimos en pares. Es ese espacio donde nos volvemos iguales y habitamos un lugar compartido de disfrute con reglas establecidas por niños y grandes, donde no hay órdenes, deberes ni tareas que cumplir. Además, ellos se sienten protagonistas, registrados y valorados y nos muestran su forma de sentir y pensar. Allí muchas veces logran expresar lo que quizá no nos pueden decir de otra manera. ¿Alguna vez pensaste en lo que siente tu hijo cuando te ve jugando con él convirtiéndote en una niña más? Es un momento que va a atesorar en su memoria para siempre.
ENTRENAR LA CAPACIDAD LÚDICA
Jugar puede tener un significado diferente para cada persona. Lo principal es encontrar esa actividad que nos dé disfrute, tanto si somos mamás como si no. Lo lúdico es un universo entero. Para alguna será sentarse horas en el piso con autitos o muñecas o alrededor de un juego de mesa. Para otra será ponerse a grabar videítos de TikTok; para otra será hacer largas rondas de tutti frutti y dígalo con mímica y para otra será contar un cuento, dibujar o ponerse a cantar.
Lo seguro es que si queremos entrenar nuestra capacidad de jugar, primero tenemos que hacer lugar al juego. Para eso necesitamos destinar un ratito del día a conectarnos con alguna actividad lúdica. Esto requiere "parar el mundo" por un instante, guardar el celu, apagar la tele y conectarnos con la consigna sea cual fuere. El juego es libre, cada una puede elegir la actividad que más le guste. ¡Todo vale! Lo importante es que nos genere algún tipo de interés y, al mismo tiempo, represente un desafío: si el juego es muy fácil, nos aburrimos rápido, y si es demasiado complicado, ¡lo vamos a abandonar antes de tiempo!
LLEVÁ EL JUEGO A TU DÍA A DÍA
Dejar pequeñas consignas distribuidas por la casa te puede ayudar a adoptar el hábito del juego en parejas o familias. Por ejemplo, una hoja en la que cada día un miembro del hogar puede escribir una frase que se conecte con la anterior, post-its con preguntas curiosas ("¿qué usos alternativos le darías a esta escoba?"), papeles en blanco con lápices de colores para dibujar en espacios comunes, etc. También podés adoptar pequeños hábitos lúdicos, por ejemplo:
- Hacerle una broma a tu pareja.
- Jugar a un juego en la compu.
- Hacerte un peinado nuevo.
- Hacer juegos de palabras o hablar con otro acento.
- Tener a mano un juguete, un anotador o una guitarra.
- Probar recetas nuevas.
- Bailar coreografías de Just Dance o YouTube.
La clave está en contemplar la posibilidad de danzar entre el sincero deseo de nuestra niña interior y el juego serio que nos propone la sociedad en la que vivimos. •
¿A qué jugar con nuestros hijos?
Los juegos recomendados para todas las edades es toda actividad relacionada con el arte, como pintar, dibujar, modelar o bailar, y los juegos tradicionales como el dígalo con mímica, el teléfono descompuesto, la mancha o las escondidas.
- 2 a 5 años: todo juego con muñecos y juegos de roles (vendedora/cocinero/maestro).
- 5 a 8 años: juegos de mesa (naipes, ludo, ajedrez, juego de la oca) o corporales como jugar a la pelota o andar en bici.
- 8 en adelante: utilizar la tecnología como habilitadora del juego puede ser algo súper entretenido; entonces, por qué no aprove-char para jugar un juego en línea o hacer un torneo de Play.
Expertos consultados. Karina Pintos Psicóloga, autora de Herramientas de crianza. @consultoriodecrianza. Facundo Arena Productor musical, escritor y experto en creatividad, autor de El camino de la creatividad (B) y Crear o reventar (V&R). @facundoarena.
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