Gala del MET: la moda "camp" que invita a vestirse lo más raro posible
Megaextravagante, dramático, desmesurado, extremo, descomunal, intenso, sobrecargado, exorbitante. Todo esto y más es la moda "camp". No, no tiene nada que ver con bolsas de dormir y carpas en la naturaleza. Todo lo contrario. Si buscamos la definición de la palabra "camp" en el OED (Oxford English Dictionary), la entrada nos remite a algo "deliberadamente exagerado y teatral en su estilo".
Andrew Bolton, el curador británico del Costume Institute del Metropolitan Museum of Art en Nueva York, decidió que este será el tema que regirá mañana la exhibición del MET y su famosa gala. Así que, más que nunca, se trata de divertirse con la moda, dejar de tomársela tan en serio y, desde casa, mirar la alfombra roja con pochoclos en mano y muchísimos aplausos para las más jugadas.
Pero ¿qué es camp exactamente?
El título oficial de la exhibición será "Camp: Notes on Fashion", inspirado en el ensayo homónimo que Susan Sontag publicó en los 60 y que, según el curador, tiene especial relevancia dado el clima cultural de este momento en el que lo extravagante se impone.
Susan Sontag, escritora y crítica norteamericana, escribió dicho ensayo en 1964. En este texto –que es, básicamente, una guía de 58 puntos y, en realidad, no sigue el formato tradicional de ensayo–, Sontag define el concepto de camp como un amor o inclinación por lo "no natural: lo artificioso y lo exagerado".
También lo distingue de aquello que es kitsch y dice que camp se diferencia del anterior porque es más bien una "performance". Es decir, elegimos lo exagerado a propósito. Para poner un ejemplo actual: pensemos en el reciente LBD (little black dress) de Virgil Abloh. El vestido off-white es todo negro, pero en letras imprentas blancas y grandes dice: "LITTLE BLACK DRESS".
Para Susan Sontag, algunos ejemplos perfectos de camp son Mae West, Bette Davis en All about Eve, la ropa que las mujeres usaban en los años 20 –flecos, plumas, lentejuelas y accesorios por demás–, la novela Zuleika Dobson, las películas Scopitone (grandes pioneras del videoclip) y las lámparas Tiffany, entre varios otros.
De hecho, en una parte de su ensayo, Sontag explica que lo camp tiene más afinidad por ciertas artes que por otras. La moda, la decoración y lo visual en general integran la mayor parte de lo que se considera camp.
La red carpet más artificial
El primer lunes de mayo de cada año, el famoso MET Ball (o Gala del MET) no solo da inicio a la muestra del Costume Institute, sino que se convierte en la alfombra roja más esperada dentro de la industria de la moda. Diseñadores, actrices, modelos, influencers, músicos y celebrities se destacan por crear y lucir vestidos más que extravagantes.
Si en años anteriores los outfits diseñados ya eran excéntricos, solo hay que imaginar hasta dónde llegará este año lo estrambótico si la temática es justamente esa: lo megaexagerado y sobrecargado. Sí: prepárense para ver un desfile que literalmente será over the top.
Andrew Bolton, el maestro detrás de la muestra, explicó que la sección principal de la exhibición tendrá como eje mostrar cómo la esencia del concepto camp (el artificio, el pastiche, la parodia y lo desmesurado) se fue expresando a través de la moda a lo largo de los años.
La muestra del MET promete así explorar el concepto camp, sus orígenes y cómo ha evolucionado desde un lugar de total marginalidad para convertirse en una de las tendencias más importantes de la cultura mainstream con los grandes diseñadores de alta costura muy alineados. Lo importante, según Bolton, es no repudiar el concepto camp como algo frívolo, sino considerarlo un elemento trascendente y ubicuo del mundo en que vivimos. Lo exagerado y artificial trasciende la moda y se mete en cuestiones políticas y sociales. "Ya sea pop camp, queer camp, high camp o camp político –Trump es una figura muy camp–, me parece muy oportuno", dijo el curador.
Los reyes de la exageración
Los anfitriones de esta Gala del MET no podrían ser más idóneos dado el tema seleccionado por Bolton.
- Uno de ellos será Lady Gaga: reina absoluta de la moda camp en el mundo de la cultura pop que, aunque en las últimas red carpets tuvo un perfil menos exagerado, no va a defraudar.
- Otro de los anfitriones será Alessandro Michelle: Director creativo de Gucci y famoso por imponer el estilo "more is more" ("más es más" en inglés). Este diseñador italiano es la definición perfecta de camp.
- También estarán: Harry Styles,actual protagonista de la campaña de Men’s Gucci Tailoring y la tenista Serena Williams, quien en el último US Open usó un conjunto asimétrico, que abrió el debate, diseñado por Virgil Abloh. Por último, y no menos importante, un ícono del camp, del estilo y de la moda, la editora de Vogue, Anna Wintour.
La moda al ritmo del más es más
Lo über-exagerado, excesivo y teatral no se remite solamente a la gala del MET. Esta es una tendencia que, en la actualidad, está a full en la industria de la moda.
En paralelo, y en contraposición (como no es de esperar en la moda) a una tendencia en la que predomina lo minimalista, las piezas básicas y el less is more ("menos es más" en inglés), la corriente de la onda camp viene pisando fuerte y se ve en todos lados.
Alessandro Michelle, con su estilo idiosincrático, es para muchos la persona que está cambiando el mundo de la moda para siempre. Michelle reinventó la marca Gucci con su estilo ultraflamboyant. Es decir, para él, todo vale: lo llamativo, lo exquisito, lo artificioso. Todo junto. Todo mezclado. Sus referentes van desde el vintage hasta la onda disco, pasando por el género fluido, la masonería y los grafitis. Y de alguna manera, hace que todo ese collage funcione. Porque lo cierto es que ha logrado que la firma italiana volviera a lo más alto del sector. Ah, y dicho sea de paso, Gucci es uno de los sponsors principales de la Gala del MET.
Otra marca que abrazó el concepto camp y lo impuso como tendencia fue Balmain, con Olivier Rousteing a la cabeza. Las creaciones del diseñador francés tienden siempre a una estética que realza las texturas, las siluetas peculiares, el brillo y el trabajo manual súper detallista. Los bordados, las perlas, las hombreras y las lentejuelas son parte de su sello distintivo.
Pero la lista no termina ahí. Demna Gvasalia, director creativo de Balenciaga y creador de Vetements, es el genio total de cómo hacer camp fashion en Internet. Nuevas generaciones de diseñadores como Molly Goddard, Richard Quinn, Rio Uribe y Matty Bovan están aportando sus propias ideas de lo que es camp hoy en día.
Y como si esto fuera poco, los últimos shows de alta costura de Iris van Herpen, Schiaparelli, Valentino, Jean Paul Gaultier y Maison Margiela fueron un despliegue total de camp fashion. Mención especial para Viktor & Rolf y su desfile de los megavestidos con mensajes.
Sobre gustos no hay nada escrito. Más allá de que nos guste más la onda simple y minimalista o la moda ostentosa y excesiva, lo cierto es que lo camp es parte innegable de nuestra cultura. Es algo intrínseco en la moda, siempre lo fue y probablemente siempre lo sea, de alguna forma u otra.
Como explicó el director del MET, Max Hollein, "la naturaleza disruptiva y subversiva del concepto camp sobre los valores de la estética moderna fue trivializada muchas veces, pero esta exhibición revelará su profunda influencia tanto en las artes como en la cultura popular".
Un poco de historia
Se puede trazar el origen de la palabra "camp" al verbo francés se camper, que significa algo así como "pararse firme" o "posar exageradamente". Como diría Madonna: strike a pose. Muchos rastrean su nacimiento a la corte de Luis XIV en Versalles, el epicentro de la pompa, lo ostentoso, el hedonismo y el esplendor rococó.
La aristocracia italiana, por su lado, adoptó la idea de sprezzatura, o pose muy estudiada pero que parece súper natural –pensemos en las selfies de ahora–. Esta actitud también se volvió más que común entre los dandis de principios del siglo XIX en Inglaterra.
Pero para Bolton, una de las primeras menciones de camp aparece en una carta que data de 1869. Fue escrita por Lord Arthur Clinton (aristócrata y político liberal inglés) a su amante Frederick Park, un cross-dresser que prefería llevar el nombre Fanny.
La relación de Fanny y Clinton (que también era cross-dresser y luego optó por el nombre Stella) fue más que provocadora en su época y fue documentada por Neil McKenna en el libro Fanny and Stella. Y todo vuelve a la moda, porque el diseñador Erdem Moralioglu basó toda su última colección (primavera-verano 2019) en este libro.
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