¿Falta mucho?
¿Y? ¿Falta mucho? NO-DOY-MÁS. Dignanme ansiosa o impaciente pero necesito que nazca.
Cuando lean este post voy a estar a dos días de la fecha de parto. Pero hoy es viernes, faltan cinco días, son las 3.45 de la mañana y estoy completamente desvelada. Hace media hora me levanté para hacer pis (también hace dos y probablemente en una o dos horas pase lo mismo; porque esa es mi agobiante rutina de cada noche) pero como no me puedo volver a dormir y me cansé de dar vueltas en la cama, saqué el anotador que guardo en la mesita de luz y me puse a escribir este post.
¿De verdad hay mujeres que extrañan la panza? Ojo, yo soy de las que disfrutó el embarazo y los cambios corporales con todo lo que eso implica (salvo las tres malditas estrías que me salieron hace una semana en el flotador derecho). Pero estoy convencida de que no la voy a extrañar. Desde hace días me pesa cuando camino, me cuesta horrores cambiar de lado cuando duermo y siento que los días tienen 40 horas. ¿Se acuerdan de la película The Truman Show? Bueno, yo siento que estoy experimentando una vida en slow motion.
Sí voy a extrañar no hacer cola en el supermercado, estacionar el auto en el sector de prioridad, que todos me cedan el asiento y me mimen. Pero ¿la panza? La panza no. Y ni hablar de los primeros días pos parto donde una tiene panza pero el bebé ya disfruta de la vida extra uterina.
En este punto del texto seguro están las que piensan que estoy muy quejosa (lo sé, lo sé) pero les prometí contarles en primera persona la previa de ser mamá, borrando de un plumazo el mito de que "todo es color de rosa". Y acá estoy, transitando la "última semana" (o eso espero), cumpliendo mi palabra chicas.
Otra cosa que me viene pasando es que todas las personas que esperaban para unos días después que yo ya tuvieron familia. La que esperaba para el 2 de abril, la del 4 y hasta la del 11. Para mi que Juli es más piola que todos y está tan cómoda en la panza que no tiene previsto salir hasta que no le quede otra. Está en el final de fiesta de un casamiento, en la parte de pizza y cerveza. ¿Ustedes se irían del salón en ese momento? Yo no.
Tanto Fer como yo recibimos todos los días mensajitos que sólo dicen: "¿Y?", "Novedades", "¿Tiene contracciones Deby (¿?)?". Y si tardamos en contestar (porque estábamos durmiendo, cenando, paseando, viendo una película oloquesea) viene el llamado: "Ayyyy pensé que estaban con trabajo de parto, o que había nacido o o o". Es decir: aunque uno no esté ansioso el entorno provoca ansiedad.
Además, por alguna razón todos pretenden que nazca antes, cuando es muy común que a las primerizas se les atrase el parto unos días. La gente debería preguntarnos si hay novedades después del 1 de abril. Pero por alguna razón la pregunta empieza casi un mes antes de la fecha.
Con mi familia hicimos una apuesta respecto a la fecha en la que cada uno se imagina que va a nacer Juli. Apostamos 50 pesos y no se gana por aproximación sino que hay que acertar la fecha exacta. Y si Juli nace el 1 de abril (a esa fecha no se podía apostar porque es "su fecha") gana ella y con esa plata le vamos a comprar algo entre todos. Cuestión que mi fecha elegida era el 22/3 así que perdí hace rato.
Pero no todas son pálidas. Hace una semana mis amigas me organizaron un "Deby shower" sorpresa. Como saben que estoy en contra de los baby shower ellas decidieron mimarme a mi. ¿En qué consistió? Cena en un bar con tragos cancherísimos y muchos muchos regalos para mi. Cremas, sales de baño, jabones, perfumes, esmaltes, aritos, pañuelos, una manopla exfoliante y hasta un cuadernito. Porque después todos le dan bola al bebé y nadie a la madre ellas querían mimarme a mi. ¡Me pareció una idea espectacular!
Muy buena semana para todas y espero escribirles el lunes próximo con noticias cambiadoras de vida.
Deb
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