Estirá los findes: 4 lugares para armarte unas minivacaciones
Esta es nuestra selección de sitios a los que podés irte en una escapada de pocos días, pero que te garantizan naturaleza, aire libre y distención
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Si pasó enero y todavía las vacaciones te quedan lejos en el calendario, usá esta estrategia para lograr minivacaciones, escapadas cerca de la ciudad de Buenos Aires.
Te contamos nuestras experiencias para inspirarte.
1- Cariló
A 364 km de Bs. As. Cariló Village
Por Agustina Vissani (secretaria de redacción)
Entrás al bosque de Cariló y abrís la ventanilla para respirar el verde de los pinos que te da la bienvenida a un fin de semana que se convierte en el shock de oxígeno necesario para esos momentos en los que llegás al viernes sin aire. Lo ideal es organizarte para pasar por lo menos dos o tres noches en la costa, ya que desde Buenos Aires tenés 364 km. Cuando llegamos, fuimos directo a Cariló Village, un apart de “casitas del bosque” con bungalós de 1 y 2 ambientes, amplios, lindísimos y súper cómodos. El lugar está justo frente al centro comercial de Cariló, pero cuando entrás a recorrer sus pasillos entre pinos te encontrás con los famosísimos pavos reales que convierten el apart en un verdadero escenario de cuento.
La escapada, esta vez, fue en familia, ya que este lugar se convierte en un point perfecto para grandes y chicos en cualquier momento del año. Tiene pileta cubierta con spa, juegos para chicos y hasta la posibilidad de sacar estadía con pensión completa para que te resuelvan todo. Si bien salir a recorrer las instalaciones y descubrir pavos reales entre árboles y balcones ya es un planazo genial para pasar un par de horas con los chicos, Cariló tiene muchísimo más para ofrecer. Además de visitar la playa y caminar por el bosque en plan relax, solo cruzando la calle podés recorrer el centro comercial, que ofrece una propuesta cada vez más amplia con muchísimos lugares para comer y comprar desde artesanías locales hasta moda y deco. El balneario más antiguo y más popular es Cozumel Beach, donde la carpa por día en enero está $11.600 y se pueden tomar clases de surf ahí mismo por $2500 la hora.
Y para comer, si querés probar algo diferente (y riquísimo), andá a AVE, el restaurante de Ville Saint Germain frente a la playa de Cariló. Su especialidad es la cocina india con el arroz basmati y las especias como grandes estrellas. Eso sí, reservá porque se llena (@averestaurant).
La propuesta: aunque podés viajar todo el verano (¡y todo el año, claro!), podés aprovechar los últimos días de PRE VIAJE con una escapada de 5 noches en bungaló de 1 ambiente (para 2 adultos y 1 menor de hasta 10 años) con desayuno y servicios incluidos a $119.900. Con Visa, tenés 12 cuotas sin interés.
Más info: @carilo_village
2- San Andrés de Giles
A 103 km de Bs. As. Hostería Les Aldudes
Por Euge Castagnino (editora)
Acá la idea es hacer nada, que vengan a desenchufarse y a llenarse de aire de campo”, me cuenta apenas llegamos Emilia Saldubehere, una de las dueñas de la hostería Les Aldudes, una casona del siglo pasado reformada que tomó el nombre del pueblito en los Pirineos del que llegaron sus abuelos vascos y que hoy está liderada por tres mujeres de la familia: mamá Marta y sus dos hijas, Graciela y Emilia (¡que además son ohlaleras!). La idea era esa: una escapada de pareja de dos días, cortar la rutina y cambiar el paisaje para recargar pilas.
Apenas traspasamos la tranquera, nos recibió el impacto del verde, las flores, los caballos y vacas pastando tranquilos, los árboles frutales –de donde sale la fruta para las mermeladas que prepara Marta para el desayuno– y unas mesitas y hamacas paraguayas bordeando la pileta, que invitaban al relax. Enseguida nos pusimos los trajes de baño y pasamos la tarde entera en el pasto, entre mates, unos alfajores de nuez increíbles (#datazo: los hace @soydeazucar, una pastelera de Giles, prima de la familia), lecturas y chapuzones, reconociendo cantos y plumajes de las especies de aves que hay en la zona y hasta jugando con Kun, un enorme labrador negro y cariñoso que es un anfitrión más del lugar.
Hacia el anochecer y después de esa calma que nos dejó el agua en el cuerpo, nos esperaban el fuego y el silencio de la noche. José, el cálido encargado de la hostería y el asador oficial de los huéspedes, nos había preparado una mesita bajo las estrellas, un fogón y una cena que incluyó manjares a la parrilla: desde una provoleta con rúcula y tomate hasta vegetales de la huerta de la hostería y carnes de pastura. Luego de cenar, el fogón invitaba a quedarse con copas de vino en mano, entre charlas y risas, escuchando el crepitar de las leñas y los sonidos nocturnos. Antes de acostarnos, salió un rato de mirar las estrellas (¿acaso no es un planazo en sí mismo?), que, a pesar de estar tan solo a 100 km de la Capital, se ven multiplicadas por miles.
A la mañana siguiente, pusimos el despertador para ver el amanecer a las 5:37 a. m. (¡nos habían dicho que era una postal!) desde nuestra habitación. Y a eso de las 9, disfrutamos de un riquísimo desayuno de campo, con frambuesas recién cosechadas de la huerta y dulces caseros. No queríamos llenarnos de planes ni abandonar la pileta y la hamaca paraguaya, pero no podíamos volver sin conocer un poco del encanto de Giles y sus alrededores, así que visitamos dos almacenes de ramos generales que proponen un mágico viaje en el tiempo: uno es Casa Gallo (@casagallo1880), en Cucullú, (un pueblo de 2000 habitantes a 10 minutos de Giles) que hoy funciona como restaurante y almacén orgánico, atendido por Fito, su propio dueño. Y el otro es el Bar 2 de Mayo, que data de 1901 (y que todos los lugareños conocen como “el viejo boliche de García”), ideal para pasar cerca del mediodía, pedir un vermú en la barra y ser testigo de sus personajes adorables y de cómo la vida pueblerina late a otro ritmo, hermoso y suave.
La propuesta: la habitación en base doble con desayuno incluido cuesta $9500 ($10.500 en base triple y $11.500 en base cuádruple por si sale plan familiar o con amigas).
Más info: @hosterialesaldudes.
3- Guaminí
A 480 km de Bs. As. Estancia La Sistina
Por Giselle Jeandet (responsable de marketing)
Para los que vivimos en la vorágine de la ciudad, las escapadas siempre son una gran opción para bajar las revoluciones. En mi caso, con el objetivo de despedir el año y recargar pilas, elegí a mi mamá como acompañante de una aventura de 3 días. Cargamos el auto, armamos el mate y pusimos play a 480 kilómetros de risas, canciones y charlas de balance de año. En un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos en Guaminí, la localidad donde está la Estancia La Sistina, a unos 90 km de Bahía Blanca y 70 de Coronel Suárez.
Al llegar, el equipo del hotel nos recibió y nos advirtió que estábamos en el lugar correcto para relajarnos y dejarnos sorprender. Rodeada de más de 400 hectáreas de campo y ubicada en el centro de la Laguna del Monte, la isla en donde se encuentra la estancia es un verdadero descubrimiento. Como una especie de “oasis”, su acceso por agua o aire transmite la exclusividad que esta experiencia tiene para ofrecer –datazo: podés dejar el auto en un estacionamiento privado del alojamiento al otro lado de la isla–.
“¡Quiero conocer todo!”, pensé inmediatamente al ver la inmensidad del terreno y los múltiples paisajes que nos rodeaban. Y así fue. Afortunadamente, el lugar cuenta con actividades que te permiten recorrerlo de punta a punta. Desde paseos en kayaks, recorridas en bicicleta y caminatas guiadas hasta safari fotográfico. ¡Sí! La isla alberga más de 20 especies de animales que se mueven con libertad por todo el predio. Desde pavos reales en las copas de los árboles, ciervos que corren en manada a lo lejos y maras que se acercan mientras leés un libro hasta cisnes y flamencos que te acompañan mientras hacés un paseo en kayak. ¡Alucinante!
Si la conexión con el agua es lo tuyo, cuentan con actividades como esquí acuático, wakeboard y clases de kitesurf (incluye equipo).
La estancia cuenta con un lodge de dos plantas y de 600 metros cuadrados. Posee ocho amplias y cómodas habitaciones con aire acondicionado, un gran living comedor rodeado de ventanales que brindan una hermosa vista de la laguna, la piscina y el parque. Hay conexión wifi en todo el establecimiento, televisión satelital y hasta servicio de lavandería.
Otro highlight es que la estadía incluye pensión completa: desayuno tipo continental, merienda con tortas y masas caseras, almuerzo y cena con entrada, plato principal y postre. Todas las recetas son de elaboración artesanal y tienen opciones vegetarianas –solo hay que aclararlo al momento de realizar la reserva–.
Es ideal para escapadas en pareja, con grupos de amigos y para toda la familia, y también ofrece la posibilidad de alquilar el lugar completo a grandes grupos de personas que busquen disfrutar de este lugar y sus comodidades de forma exclusiva.
Sin duda, me dejé sorprender y quedé maravillada. La conexión con el silencio real y sanador de la naturaleza, la atención del personal del lugar y sus reconfortantes comodidades cargaron mis energías y me dejaron con ganas de volver.
La propuesta: las tarifas por día, para mayores, $15.900, menores (entre 4 y 12 años), $12.900, e infantiles (entre 0 y 3 años), sin costo.
Más info: www.estancialasistina.com, @estancialasistina.
4- Chascomús
A 120 km de Buenos Aires. Howard Johnson
Por Romina Salusso (contenidos audiovisuales)
Nuestra primera parada fue en el hotel. Con un almuerzo riquísimo con vista a la pileta, nos entregamos al primer plan-descanso de este viaje. Después, como hacía mucho calor, no pudimos resistir la tentación y aprovechamos para hacer un alto en la pile: ¿Acaso hay otro plan mejor si viajás con niños? ¡Todos al agua!
Más tarde, decidimos ir para el pueblo. Nos habían comentado que era muy lindo y que valía la pena hacer un recorrido por cada una de sus postales históricas: la Plaza Independencia, la Catedral Nuestra Sra. de la Merced y la casa del padre de la democracia y vecino, Dr. Raúl Alfonsín. Sacamos varias fotos y caminamos mucho por toda la ciudad. La verdad es que nos quedamos muy sorprendidos. No conocíamos Chascomús y nos encontramos con una ciudad súper limpia y tranquila, con casitas antiguas de colores, calles adoquinadas y una amplia oferta gastronómica para comer lo que más te guste. Una buena opción para los que quieren alejarse de la ciudad sin sumergirse en la locura de la Ruta 2, en plena temporada.
¿Qué podés hacer en Chascomús? ¡De todo! Para los amantes de la historia, la cultura y los paisajes: preparen sus celulares porque esta ciudad reúne todo eso en los 30 km de circunvalación de la laguna. Si querés relajarte mirando el horizonte, entonces armate el mate y apostate en la costanera, que vas a ver los atardeceres más lindos del mundo. Si lo tuyo es la tradición, podés ir al casco histórico y encontrarte con la Casa de Casco, la Catedral Nuestra Sra. de la Merced, la Vieja Estación de Trenes y el edificio del Palacio Municipal construido por el arquitecto e ingeniero Francisco Salamone, entre muchas otras atracciones. Para los y las deportistas, nada como la laguna para practicar windsurf, kitesurf, paddle surf o remar en kayak. También se puede pescar o incluso recorrer su rambla en bici, caminando o en auto.
¡Ah, y no te olvides de pasar por la feria del pueblo! Tienen de todo y a muy buen precio.
La propuesta: promo de 3 noches para el verano, $70.000 (incluye tarifa en habitación doble superior con desayuno y servicios de piscinas y recreación). Menores de 0 a 8 años no abonan desayuno ni alojamiento compartiendo habitación con sus padres.
Más info: www.hjchascomus.com.ar / @hjchascomus
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