Embarazada ¡por dos!
Por Erika Sabransky
Mi nombre es Erika, estoy casada con Nicolás, tengo una hija que se llama Julieta, de 3 años y me gustaría contarles el momento loco que estoy viviendo...
Al tener a mi primera hija me juré No tener más bebés. Si bien fue y es hermosa la experiencia, me agoté: noches sin dormir, corridas con el trabajo y muchas faltas porque la gorda se enfermaba mucho y tenía niñeras complicadas... Etc, etc, etc.
Pero resulta que mi pequeña bebé creció y... el ver a mi hija sin hermanito/a me empezó a parecer un poco triste... Sumado a esa sensación, nos tocó pasar la dolorosa pérdida del esposo de una amiga que tenía leucemia. Ella no tiene casi familia, por ser hija única, y aunque estábamos todos los amigos firmes con ella, me hizo sentir muy agradecida de tener hermanos, y de que cada vez que los necesito están. A mi esposo también se ve que le afectó porque me dijo: "Quiero que nuestra hija tenga hermanos!" Uhhhh ¡Qué tema!
Así que sin más comenzamos la búsqueda que duró un día, sí, quedé embarazada en el primer intento. Pero enseguida comencé con muchos dolores y algunas pérdidas que me decían que eran normales pero, para mí algo raro pasaba...
Fui a una guardia, le dije a la doctora que algo me pasaba, que me sentía rara. De mala gana me mandó a hacer una ecografía yyyy Ohhhh!!!! El dolor se debía a que el útero crecía muy rápido porque tenía DOS bebés!! Le dije: "Nooooo, nooo, es imposible; tal vez sea un coágulo", que fue lo que tuve al lado de mi primer embarazo con July y llevó muchos cuidados. Tampoco tengo familiares con gemelos o mellizos, "No puede ser, mire bien", le insistía yo. Pobre ecógrafo. Me mira y me dice: "Mamá, este coágulo tiene latidos y bolsa. Son dos bebés"
Me quedé sin palabras, me temblaba el cuerpo. ¿Y ahora qué voy hacer, si con una sola se me re complicó para seguir con mi vida? ¡¿Ahora voy a tener tres?! Me empezaron a agarrar los típicos miedos: me gusta trabajar pero, ¿cómo ser buena madre, trabajadora, mujer, esposa, amiga e hija sin fallar en algo? Las mujeres llevamos tantas responsabilidades en la mochila... Sorpresa, miedo, preguntas, angustia, me agarró de todo. Ahora voy a ser madre de tres hijas; ¿cómo voy a darles el pecho, cómo voy a dormir, cómo voy a vivir? ¿Mi útero aguantará dos bebés? Mi panza, mi cuerpo, ¿volverán a la normalidad? Todas estas preguntas me duraron dos días. Al tercero pensé: "Debe ser que Dios me recompensó por las cosas difíciles que pasé en algún momento de mi vida". Así que resolví que voy a disfrutar y a contar la buena noticia. A cada persona a la que le contaba le explicaba lo que se siente, ¡¡por la sorpresa que tenía para decirle!! Ja ja... Llamé a mi hermana y no lo podía creer, sólo me decía que no me preocupe, que ella me iba a ayudar. En cambió mis hermanos se reían, ya que yo siempre había dicho que no iba a tener hijos!!! Imagínense: soy la cuarta y última de mi familia, ellos ya tienen hijos y vidas armadas; ya pasaron por esto de ser papás.
Por suerte también mis amigas del alma y de toda la vida empezaron a guardar ropa de sus bebas para que a las mías no les falte nada. Pero no es fácil preparar todo para dos bebés: tengo que llevar tres sillitas en el auto, un cochecito doble que sea práctico... pero no hay muchos modelos y los precios son altos. ¡Y por ser embarazo doble te cobran más todo! La ecografía 4D, por ejemplo, que sale $500 para embarazo común, pasa a $800 por ser dos, ¡qué locura!
Ahora mi obstetra me pidió que haga reposo, porque todavía tengo la placenta baja. También tengo que tomar algunos medicamentos para que los bebes logren aferrarse bien. También me comentó que es muy posible que no llegue a término porque el útero no aguanta tanto y es importante que me cuide. Peeero, como pase de mente negativa a mente positiva... empecé a tejer con totora unas alfombras y a pintar cositas para su habitación. Trato de disfrutar estos meses porque van a pasar muy rápido.
Ahora estoy embarazada de 15 semanas (casi 4 meses) y ya tengo una panza gigante y feliz de la vida. Como diría una amiga mía, la vida es muy corta, y si no la disfruto y aprendo a nadar en este mundo problemático con felicidad, me lo voy a reprochar siempre. Sólo puedo decir "Gracias vida" por enseñarme a ser feliz.
POR QUÉ ELEGIMOS ESTA HISTORIA
Creo que cualquier mujer que queda embarazada, antes de la primera ecografía se cuestiona: "¿Y si son dos? ¿O más?". Porque si bien las posibilidades son pocas, ¡a cualquiera le puede pasar!
Y puede sonar aterrador escuchar que tenemos dos bebés en camino, con todo el trabajo y el esfuerzo físico que implica cada hijo. ¡Ni hablar de la inversión económica! Desde el momento en que nacen, sabemos que siempre vamos a tener que pagar todo por dos: colegios, alimentos, actividades, ropa... ¡Todo!
Pero, como hace Erika, nuestra madre invitada de hoy, hay que aprender a no estresarse tanto y disfrutar: poner la mente en positivo y saber pedir ayuda a amigos y familiares. Paso a paso, todas las madres de mellizos van descubriendo cómo ser las mejores mamás que sus hijos pueden tener.
¿Alguna otra lectora tuvo un embarazo múltiple? ¡Cuéntennos sus experiencias!
A mí ya me queda muy poco para la fecha de parto y pronto voy a tener que despedirme de esta sección. Así que ¡manden sus testimonios a historiasconpanza@gmail.com que quedan pocos posteos!
Gracias por sus mails tan cariñosos y por los comentarios llenos de experiencia. ¡Sepan que leo absolutamente todos e intento contestar siempre!
Nos leemos la semana próxima,
Cande
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