El outlet premium a 40 minutos de Barcelona que todos deberían conocer
A cuarenta minutos de Barcelona hay un lugar mágico para todos aquellos que quieran hacer compras en las grandes marcas por un precio menor que el original. Carolina Herrera, Prada, Ralph Lauren, Timberland, Brooks Brothers y Moncler, son algunas de ellas, y si uno tiene buen ojo y suerte, puede llevarse una verdadera joyita.
La Roca Village es un paseo de compras al aire libre que simula, en su arquitectura, una suerte de entramado de pueblo pequeño con árboles, balcones decorados, fuentes de agua y una paleta de colores terrosos y pasteles que ponen el tono mediterráneo. Está súper bien equipado: baños limpios y bien distribuidos, plazas de juego para chicos, acceso para personas con movilidad reducida y bancos para que los que se hartan de caminar, hagan una pausa disfrutando del WiFi gratuito que ofrecen. Tiene varios restaurantes y cafés que distan de ser una maravilla pero cumplen con el propósito de esta visita: que te atiendan rápido para seguir de compras. Y un plus importante para los que vienen de fuera de la Unión Europea: la posibilidad de tramitar el tax-free ahí mismo.
Tener claro qué necesitamos
Después de haber ido varias veces, y alguna de ellas haber vuelto con las manos vacías, creo tener más o menos bien delineada la estrategia más conveniente para recorrer este coqueto paseo de compras. Antes que nada, cabe aclarar que no es tan coqueto cuando se llena de gente los fines de semana, o en la semana a partir de las cinco de la tarde, porque nada con mucha gente puede ser coqueto jamás. Siempre que fui, lo hice sabiendo exactamente qué necesitaba para no marearme y no caer en la compra impulsiva.
Dejarse llevar por las ofertas siempre es engañoso porque podés terminar comprando cualquier cosa solo porque es barata y a esta altura, ya es deseable que seamos consumidores más inteligentes y sepamos que esa remera de color chillón, ese pantalón de silueta extraña o el blazer de precio tentador, son una trampa. Mejor gastar esa plata en una cena rica o en juntar el valor de tres cosas malas, por ejemplo, y alcanzar esas botas negras de caña alta que no pasan de moda, esa camisa blanca inmaculada para usar en una celebración o el abrigo para el frío que siempre dejamos para después.
Nadie que esté de visita en Barcelona va a resignar tan fácil un día de caminar por sus calles, salvo que valga realmente la pena ausentarse. Una excusa de peso puede ser comprar productos de calidad a buen precio. Ir hasta La Roca y que rinda lleva tiempo y sale plata, como todo. Hay que saber que, por ejemplo, salvo algunas cosas en Nike, en Levi’s, en Pepe Jeans, en Columbia o en Bimba y Lola, los precios no son ni por cerca como los de Zara o H&M. No se trata de un lugar de gangas, sino de una visita que requiere un desembolso sustancial para que pague el tirón. Es para ir a comprar con serias intenciones.
La estrategia
Dicho lo anterior, vamos a la sustancia de la excursión. Ir por una sola cosa no tiene sentido. Llegar hasta ahí lleva 40 minutos de mínima, ya sea en el bus que ofrece el paseo de compras, si vas en transporte público o si vas en auto. Hay que ir con una lista de items para comprar y con paciencia (¡y con plata!). Es importante estudiar cuáles son las marcas que hay y elegir cuáles van con uno y tachar a las que sería una pérdida de tiempo entrar siquiera porque en general no nos gusta casi nada. Teniendo en cuenta que es un outlet, cuanto más cerca esté la marca de nuestros gustos, más probable va a ser encontrar algo parecido a lo que necesitamos.
Otra cuestión importantísima: conocer los precios de la temporada en curso, no sea cosa que paguemos algo de hace dos años apenas un poco menos que lo que vale comprarlo en Paseo de Gracia o que nos vendan a un precio superior de lo que salen originalmente unas gafas de sol; esto último es sorprendente pero la última vez que fui, a principios de enero, vi unas que me compré hace unos meses a 35 euros a más de lo que valen.
En la página muestran sólo algunos productos de referencia de algunas marcas que obviamente no siempre vamos a encontrar cuando lleguemos ahí, igual sí que orientan bien respecto del estilo de rebajas que hacen. Así podemos ver que los productos más clásicos están menos rebajados y los más jugados, más. Esto nos sirve para saber si lo que encontramos entre toda la oferta es realmente un hallazgo o hay que devolverlo al lugar en el que estaba, dar media vuelta y volver por donde uno vino. Claro que lo que propongo es planificar bien la visita para comprar de forma eficiente y hacer que la experiencia sea satisfactoria. Comprar debería siempre incluir una fase previa de investigación y más si vas a buscar prendas, calzado y accesorios que fueron descartados por los consumidores cuando estaban en temporada.
Salvo escasas excepciones siempre vamos a encontrar items de otros años. Como regla general los productos tienen una reducción del 30% en el precio, como mínimo, respecto del que tenían cuando se lanzaron como novedad, alcanzando un 80% en época de rebajas (en julio/agosto es la de verano y en enero/febrero es la del invierno), nada mal para alcanzar ese abrigo de pura lana que necesitás desde hace rato, o esas zapatillas que te vienen bárbaro para salir a correr más motivado; incluso podés conseguir una cartera en Gucci, en Prada o en Carolina Herrera al precio que te la cobra cualquier marca de shopping en nuestro país.
Mi experiencia personal, por si le sirve a alguien, es que hay que entrar a Max Mara a mirar abrigos, carteras y zapatos; a Sandro a buscar un jean o pantalón sentador, un sweater con algún detalle distinto o tops con una vuelta de rosca, lo mismo en Maje y en Bimba y Lola (y acá agrego mirar los zapatos que son de muy buena calidad y a veces salen realmente muy baratos); buscar en Longchamp el clásico bolso Le Pliage, en las marcas deportivas lo que haga falta y en las marcas más caras como Carolina Herrera, Jimmy Choo, Prada o Miu Miu que comparten tienda, alguna cosita extra para valorar mucho. En cuanto a los hombres, es más fácil para ellos porque siempre la ropa es más clásica y por eso tienen más chances de hacer una buena compra.
Dónde queda
La Roca Village queda en la comarca del Vallès Oriental, cerca de la Costa Brava, hacia el noroeste de Barcelona, lo que permite incluso un viaje combinado en verano para ir, por ejemplo, a las playas amplias de Vilassar de Mar (de paso en ese pueblo, está el bar de vermut y tapas Espinaler, famoso por sus anchoas enlatadas). Desde Barcelona se puede llegar en el bus Shopping Express que provee el mismo paseo de compras y sale 20 euros por persona; este se toma en la parada que hay en Paseo de Gracia 6 previa reserva en su página (se elige el horario de salida y de regreso; con el valor del billete te regalan un cupón para que te hagan un 10% adicional y ta dan wifi gratis durante el viaje), o el bus Sagalés que también vende los tickets online; otra opción es combinando transporte público (tren más bus, o buses, es cuestión de preguntarle a Google Maps) o en auto (hay estacionamiento gratis) por la C-33 y la AP-7 pagando peaje o bien por la C-17 en la cual no hay que pagar peaje pero el camino es intrincado y un poco molesto porque está lleno de rotondas. Una última opción para los lujosos es el servicio de chofer privado.
Hay más versiones de este paseo de compras en otros lugares del mundo: Madrid, París, Bruselas, Munich, Frankfurt, Milán, Shangai y Suzhou.