El IVA, un instituto público de Educación por el Arte
El IVA (Instituto Vocacional de Arte) es un lugar especial, así se lo siente.
Así se ve, así son sus paredes:
El IVA es un instituto de Educación por el Arte público y gratuito.
Una institución que concibe al arte como un medio para una mejor vida, para una mejor convivencia entre todos, para una mejor sociedad; el arte, inseparable de lo colectivo.
"Trabajar en el IVA es un privilegio", dice Mara Farley, una de sus conductoras, psicóloga y maestra.
Así también piensa ella la creatividad, "la creatividad es un don", oh, sí, pero un don que no se le excluye a nadie, a nadie que se proponga indagarse... y hacer algo. ¡Hacer algo!
-Contamos, primero que nada, acerca del IVA. ¿Qué es el IVA?
-El IVA es un lugar maravilloso. El IVA es muy grande, es una institución donde trabaja gente a la que le interesa la Educación por el Arte. Tiene muchos niveles, tiene jardín, tiene talleres escolares, talleres para adolescentes, tiene especialización docente, especialización en adolescentes. Es un lugar que empezó siendo chiquito y de pronto empezó a crecer y a crecer, y ojalá siga creciendo.
-Ken Robinson, conocido educador inglés, dice que la creatividad debería ser tratada en las escuelas con el mismo estatus que la alfabetización, ¿sentís que el IVA cumple con ese ideal?
-Yo creo que la creatividad en el IVA es un punto central. Sin pensar en este punto, sería imposible el IVA, porque las puertas que nosotros queremos abrir están centradas en la posibilidad de crear. De hecho, los talleres están en función del hacer, de que los niños y los grades puedan crear. Y si por alguna razón esa creatividad se atora, nosotros tenemos el desafío de destrabarla.
-Todavía hay mucha gente que piensa la creatividad como un don de unos pocos elegidos. ¿Sentís que hay niños más creativos que otros o todos son creativos pero cada uno a su manera?
-Yo creo que la creatividad es un don, es una posibilidad pero de todos. Que algunas veces está más a mano, y otras está atorada, obstruida, y ahí hay que trabajar.
-¿Qué hacés vos como docente cuando ves que un chico no pinta, no escribe, no se mueve?
-Se actúa según cada caso. Cuando fuimos a la biblioteca del Congreso, le preguntamos a los chicos qué era crear, y un nene dijo: “crear es cuando de pronto no tenés nada y querés hacer una construcción con bloques y no tenés los bloques, entonces no sabés y al final agarrás otra cosa y bueno, podés hacer un dibujo en un papel u otra construcción, pero hacés algo que es tan valioso que no querés que nadie te lo toque”. Crear te abre la posibilidad de otra cosa que, como él decía, es tan valiosa que uno la trata con cuidado (es valiosa porque tiene que ver con vos, con la propia subjetividad). Y cuando esto se hace difícil, se actúa según lo que suceda. A veces se trata de acompañar, de estar al lado, otras veces de compartir con el niño...
-¿De ponerse a hablar?
-Sí, podés hablar o ponerte a jugar con él. O a veces se trata de acompañarlo a estar con otros. Siempre me acuerdo de una nena que tenía pánico escénico, que no quería subirse al escenario. En ese caso fue esperarla en sus tiempos, fue posibilitarle otros lugares en el taller de teatro.
-¿Otros lugares cómo cuáles? ¿Ayudando en la escenografía, por ejemplo?
-Sí, claro. Están los que pasan al escenario, los que miran, ser espectador también es difícil, están los que ayudan con el escenario, entre otros... Y ella de pronto se empezó a animar a estar en el escenario haciendo de objeto estático. Iba al escenario y decía “soy un árbol” y se ponía de árbol. Y en eso empezó a mover una hoja. O sino hacía de televisor. Fue un proceso de un montón de tiempo, de 2 años. Y así fue como se fue aflojando y empezó a actuar, a estar en el escenario de otra manera, empezó a improvisar, a jugar desde un lugar más relajado. Uno actúa según cada caso. La gente no es exactamente igual ni tienen todos los mismos problemas. Hay niños que tienen más posibilidades para un lenguaje que para otros. Somos humanos y distintos y la idea es cada uno pueda encontrar su posibilidad de expresar.
-¿Hay algo en particular que vos sientas ayuda mucho a estimular la creatividad?
-A mí me parece muy importante el poder estar con otros...
-¿Por qué? ¿Qué importancia tiene para ustedes lo grupal en relación al arte?
-En principio nosotros no tenemos como finalidad lo artístico. El arte en todo caso es un medio para... Nuestro objetivo tiene que ver con conocernos, expresarnos, escucharnos. Nuestro objetivo no es que los chicos salgan de acá y elijan el Conservatorio de Música. Creemos que esto sirve para poder vivir, para andar por el mundo, seas lo que seas, elijas lo que elijas. Nos gusta pensarlo así. Nos gusta pensar que los chicos que transitan por acá puedan llevarse con ellos una determinada posibilidad de decir, de escuchar, de apreciar, de tener un lugar en el mundo, y en relación con los otros.
-¿Cómo se evalúa a los chicos en el IVA? ¿Existen las notas? ¿Alguna vez alguien tuvo un regular o un insuficiente?
-No, nunca. De todas maneras, el tema de la evaluación es un tema que nos convoca, para pensar continuamente. De hecho, en algún momento en especialización de adolescentes se pensó si no tenía que haber un sistema de evaluación más acorde a la escuela común, para poder darle un certificado, por ejemplo, y la verdad es que no, llegamos a la conclusión de que no. No es que no se evalúe, evaluamos, sí...
-¿Pero cómo?
-Evaluar significa poder mirar, preguntarse y pasar después a otra cosa. Evaluar nos permite hacer un parate para pensar lo que está pasando. Nos parece que es un momento de parate que hay que hacer, el docente con los niños y también consigo mismo. Es un momento de pregunta que reorienta, a seguir por donde se iba o a lo que sea... Pero no estamos de acuerdo con poner notas, no, se nos haría muy difícil. Aparte, para nosotros el producto de lo que se hace es valioso sólo por haber sido hecho. Hay un proceso de trabajo que ya es valioso porque se hace. Muchas veces los chicos vienen y nos dicen: “¿me salió bien?”, “¿está lindo?”, “¿está feo?” Y esos no son nuestros parámetros, es muy difícil correrse de eso.
-¿Y qué les contestás?
-Que no, que nos parece que está buenísimo lo que hicieron porque en principio lo hicieron, porque está ahí. Y aprecio lo que hicieron. A veces los chicos se dan cuenta de que algo está hecho rápidamente, de que hay más trabajo por hacer. La idea es ayudarlos a que ellos también miren el trabajo, los chicos saben cuándo hay algo que está hecho rápidamente, porque querían hacer otra cosa, y cuándo de verdad crearon algo. Pero no se puede poner un valor numérico a un acto creativo, no se nos ocurre que un acto creativo tenga un 8. Sí tiene un valor pero va por otro lado.
-¿Qué es, en fin, lo que más te importa transmitirles a los chicos en relación al arte?
-La posibilidad de hacer, de ponerse a hacer. La posibilidad de equivocarse, de poder animarse y errar. Que no importa si uno se equivoca. En el hacer uno se equivoca -o no- pero a su vez uno vuelve sobre ese error. Muchas veces nos parece que las cosas tienen que salir así, de determinada manera, y a lo mejor no, a lo mejor hay que desandar camino. Si uno se permite desandar, puede encontrar otra cosa. Pero si uno no se anima, si uno no se pone a hacer, es muy difícil que salgan otras cosas. Me parece que lo mejor es no quedarse pensando en lo que tendría que ser, sino ponerse a hacer. Y equivocarse es una gran posibilidad.
-Muchas gracias, Mara.
Para saber más acerca del IVA, podés entrar a su muro de FB o contactarte vía teléfono. En octubre arranca la inscripción para el ciclo lectivo 2017.
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