Editorial de enero: somos chicas de tapa
En la semana de cierre, el colectivo de las @actrices.argentinas llevó adelante la denuncia por violación de Juan Darthés a Thelma Fardin. Mientras, en las últimas semanas del año, nosotras estábamos armando nuestra primera tapa con lectoras. Para todas fue una emoción muy grande, hace tiempo que queremos abrir la portada. Muchas veces nos lo sugirieron en los comentarios de redes: "Renueven a las chicas de tapa", "cambien los estereotipos físicos". En eso estamos desde hace meses. Hay tiempo para todo, los cambios a veces se pueden y otras no. Y hoy, más que nunca, debemos estar a la altura de esta revolución y es un entrenamiento de conciencia diario.
Cada vez más mujeres estamos alzando la voz con nuestra verdad a cuestas, que a veces cargamos con el último aliento que nos queda. Y somos tan diversas, cada una con su historia, presa de su propio paradigma, y al mismo tiempo somos lo mismo: un frente femenino que avanza, que lucha por SER sin mandatos ni prejuicios. Somos tantas mujeres despertándonos una a otras, en un efecto dominó que no tiene final, y ya nadie se va a volver a dormir.
Es tan ensordecedor el sonido de este despertador, tan perturbador y, a la vez, un gran alivio, que nos ponemos de pie en la oscuridad de la noche para ser cada una, desde su lugar, una luz que nos permita ver mejor.
El relato de Thelma también revivió mis demonios, incomparables al lado de los de ella, pero tan míos, aquellos que me llevaron años de terapia, algunas pesadillas, esos que me dejaron marcada por años. Y los muertos reviven muertos, y en este walking dead interminable que hoy camina aplastando nuestros sueños, me propongo un exorcismo de sinceridad y compasión hacia nosotras mismas. Está bien cómo fue, lo que pudimos, lo que hicimos, lo que callamos... Está bien. Porque la culpa, la vergüenza y la potencia del secreto ya no podrá destruirnos.
Y la catarsis es tan personal para cada una, yo no quiero abrumarlas con detalles, pero lo que sí sé es que hay un resplandor sanador al final del camino, porque cada una de las pruebas que atravesé me hizo más fuerte.
Agradezco a cada mujer, cada una desde su trinchera: algunas desde las marchas, otras haciendo política, otras desde los colectivos feministas, otras desde su casa criando a conciencia a sus hijos, otras disparando debates constructivos en el grupo de WhatsApp, algunas más combativas, otras más tímidas y observadoras, algunas abogadas, otras amas de casa, otras ingenieras, otras diseñadoras, tías, abuelas, son tantas... Gracias por ser parte de esta ola de justicia, confianza e igualdad de derechos. Gracias a todos aquellos varones que miran esta potencia con tanto respeto, aunque todavía parezca desprolija, imperfecta, a los gritos, despareja, porque ellos saben que es una deuda.
Por último, agradezco al equipo de OHLALÁ! por el compromiso para que este espacio sea empoderador, aunque a veces nos falte y sigamos aprendiendo. Para cada una de las 12 mujeres que hacemos esta revista, los encuentros con lectoras, las redes sociales, los festivales, las agendas, los libros, la vida no les pasa desapercibida, tienen hambre de dejar huella. Así que gracias por el esfuerzo.
A vos, que estás leyendo, espero que esta edición sea un bálsamo entre tanto movimiento, que puedas descansar un poco en enero, que te repares –te lo merecés más que nadie– y que cuentes con nosotras para espantar cualquier fantasma y seguir haciendo posibles tus sueños.
Además te mostramos Horóscopo: cuál es tu palabra clave para 2019.