Del tiempo y el Efecto Graffiti

Cari!

¿Podés creer que sólo me quedan 10 días en Sudáfrica??

El 20 de agosto tenemos que salir del país, porque se nos vencen los 90 días de la visa. Pero más allá del deber, las ganas no me faltan!! Creo que no hace falta aclarar que por más que ame Sudáfrica y piense que es un país espectacular, el hogar es el hogar y se extraña.

En estos últimos meses pusimos temas musicales en cada post que escribimos. Algunas bandas muy conocidas, otras no tanto, según la ocasión... hay tanta música buena que es difícil elegir!! Pero no quiero dejar de poner en este recorrido al menos un tema de una de las grandes bandas de la historia... Pink Floyd! Claro que también se complica elegir un tema de ellos entre todos los increíbles que tienen. Pero hoy quiero que te tomes el "tiempo" para leer mis palabras mientras disfrutás de esta canción y por qué no volver a escucharla al final, siguiendo las letras que tienen tanto peso en este momento de la vida...

Por un lado siento que pasaron rapidísimo estos 3 meses, de hecho no puedo evitar pensar que me faltó hacer de todo acá, por más de que haya vivido un montón de aventuras, escapadas hermosas, encuentros inesperados y experiencias para el recuerdo.

Pero a la vez pareciera como si estos meses hubiesen llegado a completar un año! Porque el extrañarte a vos y a toda la familia y amigos hizo que mi estadía pareciera el triple. El tiempo es uno, ya lo sé... pero a veces dentro nuestro, de nuestra mente, el tiempo se estira y se comprime a su antojo!! Es como si tuviéramos nuestro propio agujero espacio-temporal (wormhole), pero en lugar de estar en algún lugar recóndito del universo, se aloja en nuestra mente, ese otro universo complejo, dándole relatividad al tiempo.

Y hablando del tiempo, algo que no llegué a incluir en el post de las "10 cosas que quizás no sabías de Sudáfrica", es que acá la vida transcurre 2 o 3 hs antes! Con esto quiero decir que todo se hace mucho más temprano que en Argentina! Los horarios están corridos. Donde más se nota es para la cena, que suele darse alrededor de las 19 hs. ¡Y a veces antes! A las 21.30 la mayoría de las cocinas en los restaurantes cierran! Algo impensado en Buenos Aires... Es de hecho más o menos a la hora que va a cenar la gente!

Si hay algo que voy a extrañar y me va a costar, aunque suene de abuela, es perder ese ritmo tempranero. Vos sabés muy bien que he tenido mis cuantas noches largas a lo largo de mi vida y no me arrepiento, fueron de las mejores!! Pero la verdad es que estando embarazada me vino muy bien no irme a dormir después de las 12, hasta los fines de semana! En Bs As eso es imposible, si para un asado te juntas recién a las 22! Me pregunto si podré conservar este ritmo hasta mi fecha de parto... me rehúso a irme a dormir a las 3 am!! Jaja Si lo hago al día siguiente siento como si tuviera resaca (¡aunque desde ya que no tomo!).

Hace unos días con mi amiga y vecina tucumana de acá hablábamos de eso... cómo uno al viajar se amolda inmediatamente a las costumbres y las adopta como si hubiese sido siempre así. Como si nos metieran en una burbuja temporal en el que las reglas y las leyes son otras y hasta nuestras necesidades cambian.

Yo por ejemplo no sólo amoldé mis horarios, también cambié la forma de comer, de hacer las compras, por más de que las opciones sean similares. Aunque suene tonto, también cambia la forma de vestirse, de hablar, de sociabilizar. Otro clásico es el comportamiento en la calle también. Porque uno se contagia de la forma de manejar, si acá el derecho de paso en las rotondas se respeta, más temprano que tarde uno a tomar la costumbre también. Si las calles están limpias, tampoco vas a querer ensuciarlas (si eras de los desconsiderados que lo hacían en un principio...). Y así con muchas otras cosas... Tiene que ver con lo que a mí me gusta llamar "Efecto Graffiti".

Como ya alguna vez te conté, hace unos años, un día cualquiera, sin importancia, pasé por una pared llena de graffitis y unos metros más adelante apareció en cambio una pared completamente blanca. Me llamó la atención que una esté tan poblada y la otra completamente solitaria, prístina y pura. Podría ser, que haya habido graffitis en ambas y que pocos días antes de que yo la viera, la hayan pintado. Pero más allá del caso particular, esto que vi ese día se repite constantemente: no hay graffitis en todas las paredes, en toda la ciudad, en todo el planeta. Mismo en paredes contiguas puede darse, como decía, en una están todos los graffitis ensimismados, y en otra no hay nada. ¿No te hace acordar a algo? A mí me hace acordar (además de a lo que te comentaba antes) a playas, restaurantes, colas de supermercados y tantas otras cosas más... ¿Pero cuál es el origen?

El origen de que esa pared en particular haya sido seleccionada entre tantas otras, es simplemente que una persona se animó. Esa pared alguna vez fue blanca también. Y hubiese quedado siempre así, de no ser porque a uno no le importó ser el único, el que rompiera con la pureza. Y una vez que el primero se animó… chau, todos al ataque. Esa pared fue declarada propiedad de los graffitis. Ya el resto no se siente mal de expresar su arte ahí, ya que ya está infectada, ya está poblada.

Una vez que lo hace uno, le sigue otro ¡y de pronto todo el mundo lo hace!

Me desvié un poco de tema, pero en definitiva a lo que apunto es que el tiempo pasó... lento o rápido, o los dos al mismo tiempo, pero pasó! Y yo cambié, me adapté a este nuevo entorno, porque el ambiente, las personas me llevaron a ello. Pero cuando pise Buenos Aires el efecto de a poco se va a ir yendo, como si se rebobinara el cassette o como si pintara la pared nuevamente de blanco, para volver a las costumbres anteriores.

En mi caso va a volver el color original, porque el tiempo fue relativamente poco, pero ¿y si los 3 meses se hicieran 3 años? ¿Hay vuelta atrás? ¿Se puede volver completamente a las raíces?

Mi amiga tucumana, que es psicóloga, dice que esto se lo llama "El síndrome del viajero frecuente" o "Choque cultural" y es algo que ella está viviendo justamente por estar ya hace 3 años acá en Sudáfrica. El choque es muy grande cuando vuelve una vez al año por un mes a su "hogar". Ella ya es otra y el hogar ya no es... o más bien es en el medio del océano atlántico!

Cari, el agujero espacio-temporal en mi mente juega conmigo y me hace sentir que estos 10 días van a ser una eternidad, pero de pronto, sin que nos demos cuenta, ya nos estamos viendo!!

Te quiero,

Sofi

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